Navarra
Alsasua vuelve a celebrar el 'Ospa Eguna' contra la Policía y la Guardia Civil ante la pasividad de Marlaska y Chivite
La localidad de Alsasua volvió a celebrar este sábado 31 de agosto el 'Ospa Eguna' (día de la huida en vasco), una manifestación anual para pedir la expulsión de la Policía y la Guardia Civil de Navarra. Se trata de un evento que se lleva celebrando desde 2011 ante la «pasividad» del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la presidenta de Navarra, María Chivite, tal y como denuncian desde el Partido Popular.
«Año tras año el nacionalismo más radical vuelve a arremeter contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con total impunidad», han criticado los populares ante un evento que consideran un «ataque al Estado de Derecho y a quienes defienden una Navarra foral y española».
El PP de Navarra ha arremetido contra la «falta de actuación» de Interior así como del Gobierno de Navarra, que permiten que se celebre este aquelarre contra la Policía y Guardia Civil.
Con todo, el PSOE de Navarra, partido de la presidenta de la comunidad autónoma, publicó este sábado un comunicado de «condena y rechazo» a los actos del 'Ospa Eguna'. El secretario de organización socialista, Ramón Alzórriz, expresó su rechazo ante unas manifestaciones que «nos trasladan a tiempos pasados y que no tienen cabida en nuestra sociedad».
«Este tipo de hechos sólo alimentan el odio y favorecen la confrontación entre diferentes», agregó, al tiempo que mostró su «firme compromiso con todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que velan por la ciudadanía».
«Los socialistas tenemos clara nuestra posición, siempre hemos estado en el mismo lado», apostilló, obviando que la socialista Chivite es presidenta de Navarra gracias a la abstención de los proetarras de Bildu, quienes han votado a favor de los cinco últimos presupuestos del Gobierno de comunidad foral. Además, cabe recordar que hace menos de un año el PSOE entregó a Bildu la alcaldía de Pamplona tras pactar con los te Otegui una moción de censura a la alcaldesa de UPN, Cristina Ibarrola.
Por su parte, Unión del Pueblo Navarro también expresó este sábado su más «profunda repugnancia» antes los «actos de odio, vejaciones y agravios contra los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado».
«Lo que se produce cada año en el Ospa Eguna que celebra la izquierda abertzale en Alsasua es inaceptable. La convivencia es incompatible con ellos», apostillaron.
Desde el Colectivo de Víctimas del País Vasco (Covite) también han denunciado el 'Ospa Eguna'. «La izquierda abertzale seguirá esparciendo su odio contra aquellos que siempre se han enfrentado a ETA. Nosotros damos las gracias a las fuerzas de seguridad por estar siempre con las víctimas», escribieron en sus redes sociales pocos días antes de la celebración.
Su presidenta, Consuelo Ordoñez, recordaba en un hilo de 'X' en 2019 el origen del 'Ospa Eguna' en septiembre de 2011 cuando nace el movimiento OSPA! (fuera en vasco) con «los mismos fines, lema y logotipo que el utilizado por ETA en la campaña Alde Hemendik, ya que los movimientos de la izquierda abertzale Askatasuna y Gestoras proamnistía fueron ilegalizados en 2009».
Los fines de este movimiento eran «desmoralizar y forzar la salida del País Vasco y Navarra de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, especialmente, de la Guardia Civil». No les bastaba, recordaba la presidenta de Covite, hermana del concejal popular en el Ayuntamiento de San Sebastián asesinado por ETA en 1995, Gregorio Ordoñez, «haber asesinado a 353 guardias civiles».
«El Movimiento Ospa no actuaba solo: contaba con el inestimable apoyo de la izquierda abertzale. Así asumen Sortu y Bildu la campaña Alde Hemendik», ahondaba Ordoñez en ese hilo informativo.
En este punto, evocaba como Alsasua «ha sido escenario privilegiado de la campaña 'Alde Hemendik' gracias a la asociación OSPA!. En los últimos años se han celebrado manifestaciones escenificando supuestas torturas y quemando tricornios».
«El cese definitivo de ETA no supuso el cese de su campaña 'Alde Hemendik' todo lo contrario sigue vigente como ya lo acreditó el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco en 2016 y lo hemos comprobado todos», recordaba, antes de hacer alusión a la brutal agresión que sufrieron dos guardias civiles y sus novias en la localidad navarra en octubre 2016 y que se saldó con ocho condenados por el Tribunal Supremo por delitos de atentado contra agentes de la autoridad, lesiones, desórdenes públicos y amenazas.