Entrevista al diputado del PP por Ceuta
Javier Celaya: «La inmigración ha sido siempre beneficiosa, pero no puede convertirse en un problema social»
El diputado del Partido Popular por Ceuta explica que no se podía votar la reforma de la Ley de Extranjería del PSOE aunque tuviera efectos inmediatos para Ceuta
Javier Celaya (Ceuta 1971) es el único diputado con que cuenta la ciudad autónoma de Ceuta y fue elegido el pasado 23 de julio de 2023 por el Partido Popular. Pero más allá de su actual puesto, Celaya, además de ceutí de nacimiento fue consejero de Educación y Cultura con el actual alcalde-presidente Juan Jesús Vivas, por lo que es un gran conocedor de la situación que vive la ciudad autónoma después de la crisis migratoria que llevó la semana pasada a cientos de inmigrantes a pasar a España a nado a través del espigón de El Tarajal.
—¿Cuál es la situación actualmente en Ceuta después de una semana de oleada de inmigrantes?
—El problema más grave de lo que ha ocurrido recientemente es el desbordamiento del servicio de acogida a menores extranjeros no acompañados. Aunque, más grave si cabe, es el promedio de entradas en la ciudad a lo largo del mes de una manera más o menos desapercibida. A lo largo de agosto han entrado un promedio de diez menores no acompañados. Eso ya sin hablar de del resto de mayores de edad. Es verdad que ha sido una crisis migratoria que Marruecos en este caso ha colaborado con el freno al fenómeno migratorio, desplegando a sus fuerzas y aceptando además la repatriación de sus nacionales. Pero también es verdad que la actitud de Marruecos es muy cambiante y que a lo largo de este mismo año nos hemos encontrado con periodos en los que se negaban incluso a aceptar la repatriación de sus propios nacionales. Esto, afortunadamente no ha ocurrido ahora, con lo cual el grueso del problema se ha centrado en los menores que han pasado a ser tutela de la ciudad para la ciudad autónoma de Ceuta. Su dotación presupuestaria ha quedado completamente sobrepasada, ha quedado agotada y si el Estado no acude en auxilio de la administración local, puede generarle un agujero en sus cuentas de de varios millones de euros.
—¿El Partido Popular, o usted, está en contra de la inmigración?
—Históricamente, la inmigración siempre ha sido beneficiosa para las sociedades de acogida porque da disponibilidad de mayor mano de obra y aporta más consumidores. Por lo tanto, facilitan el desarrollo y el crecimiento económico. Pero la inmigración también hay que hay que valorarla con una dimensión global. Para el inmigrante está el drama personal de su sufrimiento, su desarraigo, nadie abandona voluntariamente su país, su familia, lo deja todo para adentrarse, por así decirlo, en un mundo desconocido. Pero para las sociedades de acogida también hay que valorar el efecto que provoca si no se produce una integración adecuada de esa persona. Lo que no podemos permitir que que se conviertan en un problema social o que se generen guetos
—¿Cómo está actuando el gobierno ceutí ante esta crisis?
—Al ser tan llamativo la llegada de los nadadores entre la niebla y el haber concitado el interés de todos los medios de comunicación nacionales con la ciudad, está intentando convertir el problema en una oportunidad de darle visibilidad para que se convierta en una preocupación nacional que haga por fin intervenir al Gobierno de Pedro Sánchez, que no ha hecho nada a lo largo de todo el verano. Y no quedará otra que buscar un pacto de Estado entre las dos principales fuerzas políticas. Lo que no puede hacer el gobierno socialista es lo que intentó en el mes de julio: aprobar una reforma de extranjería dándole la espalda al grupo parlamentario mayoritario y sin negociar nada con nosotros. Lo que proponían era completamente insuficiente porque atendía únicamente a un mecanismo de derivación automática, sin poner medios en política migratoria para contenerlo o regular los flujos todo lo posible, sin mejorar la financiación de las comunidades autónomas o sin pedir ayuda a la Unión Europea.
—Así que en su opinión es el PSOE quien no ha querido acordar la ley de extranjería
—Es el primero que no quiere. Pedro Sánchez ya dijo en su discurso de investidura lo de levantar un muro El aferrarse al batiburrillo de partidos políticos que apoyaron su investidura para mantenerse en el poder a toda costa e intentar aislar al Partido Popular y vincularlo con Vox.
—Y muchos de esos partidos piden su propia política migratoria
—Porque es una mayoría completamente artificial. Es verdad que desde el punto de vista de esos partidos es completamente razonable, aunque sea súper insolidario, con el resto de los españoles. Ellos van a defender su terruño, su parcela y el gobierno socialista intenta hacer unos equilibrios con todo esto que son absolutamente imposibles.
—¿Es posible un acuerdo con Marruecos algún día?
—Ojalá, porque Ceuta es la primera interesada, como Melilla, en que nuestras relaciones con Marruecos sean de amistad, de buena vecindad. Lo que ocurre es que Marruecos históricamente mantiene su reivindicación sobre Ceuta y Melilla por ser territorios en la costa africana. Y es así desde que Marruecos se constituye como como reino en la finales del siglo XVII. Es como si a día de hoy, Grecia insistiera en recuperar Estambul porque está en territorio europeo.
—El ciudadano de Ceuta ¿cómo vive todo esto?
—Lo vive con con inquietud realmente. Porque esa presión demográfica en estos días ha vuelto a recordar lo de mayo de 2021. Necesitamos constatar que el Estado está detrás nuestra para defendernos, para apoyarnos. Y el problema más grave para la propia ciudad es el de los menores. Es verdad que necesitamos mucha solidaridad y que vayan pasando a al resto de comunidades autónomas, pero también es verdad que las comunidades autónomas necesitan que se les dote de financiación para asumir ese problema.
—Como diputado por Ceuta, ¿el PSOE se ha puesto en contacto con usted para intentar llegar a un acuerdo con la reforma de la Ley de Extranjería?
—La prensa local me ha buscado hasta cierto punto la polémica porque he votado en contra de la reforma de la ley, que hubiera supuesto un alivio inmediato. Pero no es que haya entrado en contradicción con los intereses de Ceuta o con la postura del PP en Ceuta, sino que el PSOE ha hecho las cosas tan rematadamente mal que era imposible votarle a favor. De nada nos sirve que ahora vayan a salir 100 niños si van a entrar 200 en el próximo mes por la falta de una política migratoria clara y contundente del gobierno socialista.
—Entonces ¿en qué línea tendría que ir esa esa reforma de la Ley de Extranjería?
—Nosotros hemos pedido que se convoque la Conferencia de Presidentes, ya que son los presidentes autonómicos quienes tienen que luego gestionar la acogida de esos menores y asumir también esos gastos. Y luego hemos vinculado cualquier reforma de la Ley de Extranjería a que haya una política migratoria seria que haga todo lo posible por contener el fenómeno. Sabemos que no va a desaparecer jamás porque las personas son libres de intentar buscarse un futuro mejor. Pero los países de origen tienen que colaborar en que se regularice la situación o que haya una política migratoria seria, que haya respaldo de la Unión Europea y que luego que el Gobierno central respalde económicamente o compense a las comunidades autónomas. Nosotros defendemos la solidaridad. De hecho, donde queda claro que el discurso del PSOE es falso es en que se han roto los gobiernos de coalición en las comunidades autónomas precisamente por este tema, porque Vox decía que no se admitía a nadie y el Partido Popular decía que no se puede dejar a Canarias y a Ceuta y Melilla, o a quien le toque, en la estacada. La solidaridad interterritorial es un principio básico para nosotros. Esto es un problema que hay que tratar con luces largas, con visión de Estado.