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José Luis Escrivá y el chalet de 1,2 millones de Torrelodones (Madrid)Edición: Ángel Ruiz

Investigación

El chalet de 1,2 millones de Torrelodones que Escrivá no declara es la sede de la instrumental que usa para pagar menos impuestos

Pedro Sánchez, muy crítico con el uso de estructuras para eludir a Hacienda, dijo en 2015 que no quería en su equipo a personas con sociedades patrimoniales

José Luis Escrivá, recién elegido gobernador del Banco de España, oculta en su declaración de bienes que es titular de un chalet de 1,2 millones de euros en Torrelodones (Madrid). Se trata de un inmueble que, tal y como ha podido saber El Debate en exclusiva, actúa como sede de una sociedad instrumental con la que se ahorra el pago de cuatro impuestos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, criticó duramente en 2015 el uso de este tipo de estructuras para eludir a Hacienda. «Si una persona tributara menos con una instrumental estaría fuera de mi Ejecutiva al día siguiente», dijo.

La sociedad de Escrivá, denominada Garesc 100 SL, es la propietaria de un ático dúplex que el exministro tiene en Benasque, en Huesca. Es el mismo pueblo de los Pirineos donde Sánchez y su mujer, Begoña Gómez, conocieron al empresario Carlos Barrabés, imputado por tráfico de influencias y corrupción en los negocios. Tal y como figura en la última declaración fiscal de la mercantil, factura cero euros y, de la misma manera, cuenta con cero trabajadores. En cambio, la sociedad sí declara gastos. El exministro se desgrava los suministros del ático. Es decir, las facturas de la luz y del agua.

El inmueble que figura a nombre de la patrimonial es un piso ubicado en la planta tercera de un edificio de la urbanización Ball Benás, un exclusivo complejo residencial asentado a pocos metros del casco histórico de Benasque. Fue comprado a finales de los años noventa y a día de hoy cuenta con un valor de mercado que supera el medio millón de euros. El ático tiene una superficie total de 116 metros cuadrados y consta de dos plantas. La primera de ellas cuenta con recibidor, cocina, comedor y sala de estar, despacho, tres dormitorios, baño y aseo. La segunda alberga un pequeño altillo que fue registrado como «anejo inseparable».

Al tener el piso a nombre de Garesc 100 SL y no a su nombre como persona física, Escrivá se ahorra el pago de cuatro impuestos. En primer lugar, permite eludir el pago de lo que se denomina como renta presunta en el IRPF, que obliga a tributar por la segunda vivienda. También permite esquivar parte del pago del Impuesto sobre el Patrimonio dependiendo de la valoración que se asigne a los inmuebles dentro de la sociedad y a la sociedad en su conjunto. En este caso, las cuentas de la instrumental reflejan que el exministro valora el ático en 61.514,38 euros. Una cifra que se corresponde al valor catastral del piso.

Eludir a Hacienda

Esta estructura también permite que Escrivá pueda deducirse gastos en el Impuesto de Sociedades, de forma que el tributo empresarial se reduce igualmente ya que, a más gastos que ingreses menor será el beneficio de la compañía y, por tanto, menos tributo tendrá que abonar a la Agencia Tributaria. Es aquí donde carga los gastos propios de la vivienda. Por ejemplo, el año pasado declaró 6.415,90 euros de gastos y el año anterior 7.191,13 euros. También se ahorra el Impuesto de Sucesiones, de forma que se puede traspasar la firma en una herencia como sociedad rebajando igualmente la factura fiscal en el momento en que fallezca. De esta manera, sus herederos se harán con una empresa que contiene una casa y no con un inmueble, que tendría que tributar mucho más.

En 2015, pocos meses después de que Sánchez fuera elegido secretario general del PSOE, afirmó en una entrevista en Informativos Telecinco estar totalmente en contra del uso de este tipo de sociedades para aludir a la Agencia Tributaria. En concreto, afirmó: «Si yo tengo en la ejecutiva federal de mi partido, en mi dirección, a un responsable político que crea una sociedad interpuesta para pagar la mitad de los impuestos que le toca pagar, esa persona al día siguiente estaría fuera de mi ejecutiva». En 2018, tras llegar a La Moncloa y conformar el primer equipo de ministros, trascendió que el periodista Màxim Huerta contaba con una de estas mercantiles con la que, además, tuvo inspecciones fiscales.

Una semana después de su nombramiento se vio obligado a dimitir. Otro de los ministros de aquella época, Pedro Duque, titular de Ciencia, Innovación y Universidades, estuvo en la misma situación. Él y su mujer, la diplomática Consuelo Femenía, contaban con una empresa con las mismas características pero, en este caso, fue mantenido en el Ejecutivo. En ese momento, el astronauta justificó la existencia de la patrimonial alegando que durante los meses que hacía uso de la vivienda de la sociedad «se pagaba asimismo un alquiler».

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