Sánchez viaja a China en medio del tira y afloja arancelario entre la UE y el gigante asiático

El presidente del Gobierno emprende su segundo viaje internacional del curso a China, sin haber transcurrido ni siquiera la mitad de septiembre y después del que, a finales de agosto, le llevó a Mauritania, Gambia y Senegal.

Pedro Sánchez visita desde el lunes (viajará este fin de semana) el gigante asiático por segunda vez en un año y medio para mantener engrasadas unas relaciones económicas y comerciales que la Moncloa considera muy buenas, pero que se están viendo enturbiadas por el tira y afloja arancelario entre la Unión Europea y China.

Del lado de la UE, los Veintisiete votarán en octubre la imposición de aranceles extra a los coches eléctricos fabricados en China. Del lado chino está la amenaza de aumentar la carga impositiva sobre la carne de cerdo, de la que España sería el principal perjudicado. De hecho, los responsables de la Interprofesional del Porcino, Interporc, forman parte de la comitiva. Según fuentes gubernamentales, el Ejecutivo pretende mediar entre ambas partes, aunque las mismas fuentes aclaran que España habla en su nombre en este viaje, no en el de la UE.

El presidente viaja acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y de una nutrida representación empresarial, dado el carácter fundamentalmente económico de la expedición. De hecho, allí se reunirá con empresarios chinos con interés en invertir en España.

Sánchez hará parada en Pekín y Shanghái y mantendrá un encuentro con el presidente Xi Jinping, con quien ya se entrevistó en marzo de 2023. Entonces, el motivo de la visita fue el quincuagésimo aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países. También están previstas reuniones con el primer ministro, Li Qiang, y con el presidente de la Asamblea Popular Nacional, Zhang Dejiang. Asimismo, en Shanghái verá al líder del Partido Comunista en la que es la ciudad china más poblada y un núcleo financiero mundial.

Desde la Moncloa resaltan el papel trascendental de China en la búsqueda de soluciones para la guerra de Ucrania, el conflicto de Oriente Medio y la inestabilidad en el Sahel, donde China está ampliando sus redes de influencia a través de inversiones millonarias.

Durante el viaje, que se prolongará hasta el jueves próximo, el presidente también inaugurará el Instituto Cervantes de Shanghái y participará en varios actos para apoyar la cultura española en China.