Entrevistas Jurídicas
José María Páez, vocal del nuevo CGPJ: «Hay mucho que hacer y queremos hacerlo sin injerencias»
El ex juez decano de Málaga analiza, en exclusiva para El Debate, los retos de la nueva etapa del órgano de gobierno de los jueces y reclama que éstos puedan «trabajar en paz»
Hasta el pasado mes de julio, José María Paéz Martínez-Virel era el decano de los jueces de Málaga, puesto al que accedió, por primera vez, en 2009. Desde entonces, y como resultado del pacto alcanzado entre PP y PSOE para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) es uno de los nuevos veinte vocales que se incoporan al órgano tras el acuerdo alcanzado entre el PSOE y el PP, que puso fin a cinco años de bloqueo institucional.
Páez, ingresó en la Carrera Judicial en 1991 y a lo largo de su vida profesional ha ejercido en los Juzgados de Sueca, Huércal-Overa, Utrera, Torremolinos y Málaga y en el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 3 de Cataluña (Lleida). Integrante de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), su nombre sonaba con fuerza, desde 2018, como uno de los candidatos para entrar a formar parte del Pleno del Consejo en el que entra elegido por el Congreso de los Diputados. Tras la reciente designación de la presidenta del Consejo, la magistrada Isabel Perelló, el veterano jurista ha querido analizar los retos de esta nueva etapa, con El Debate.
- ¿Cómo ha sido la elección de la nueva presidenta del CGPJ?
- Todos los miembros del Consejo celebrados esta toma de posesión, sobre la que había muchas expectativas porque, verdaderamente era un momento histórico, y creo que es una cuestión puramente objetiva, ya que Isabel Perelló es la primera mujer que presidenta del Consejo del Poder Judicial y del Tribunal Supremo. De hecho, su discurso, que estuvo estructurado en dos partes, hizo referencia a esto mismo, que yo creo que está muy bien, felicitándonos sobre todos porque fsu elección es el reflejo de la normalidad de la sociedad y, por extensión, en la carrera judicial. Porque no solamente es verdad que si bien los puestos de máxima responsabilidad sigue habiendo menos mujeres, su llegada es una muestra de que la cuestión se va solucionando con el paso del tiempo. Lo mismo que sucedía hace unos años en que el ingreso de las mujeres en la judicatura era menor, poco a poco se ha ido cambiando y, así, en todos los escalafones de la Carrera.
Éste tiene que ser el Consejo de los consensos
- ¿Cómo valora su discurso de apertura del Año Judicial?
- El discurso ha sido reflejo de una de las condiciones más importantes de la Magistratura, que es la independencia judicial. Era necesario la defensa de esa independencia y la de la posibilidad de que los jueces puedan trabajar en paz. Extremo que ya ha venido reivindicando, en su última etapa, el presidente del Consejo anterior. Creo que la reflexión refleja el sentimiento compartido de los miembros del Consejo y de todos los jueces y magistrados a los que representamos. Todos queremos trabajar, hay mucho que hacer y queremos hacerlo sin ningún tipo de injerencia. como se ha hecho desde la Constitución del 78. Este Consejo ha entrado en una nueva etapa.
- Etapa que se ha calificado ya, como la era Perelló. ¿Qué esperan de los próximos cinco años de Consejo?
- Pues un poco lo que se deriva de este nombramiento de consenso en la Presidencia que, para nosotros, ha sido un momento muy afortunado porque nos ha permitido rebajar la tensión que se vive en la sociedad y superar la idea de polarización. En el Consejo hay diez vocales nombrados por el Congreso y el Senado y otros diez también nombrados por el Congreso y el Senado. Y lo que está claro es que toca ponerse de acuerdo. Nuestra misión es hacer las cosas bien, como en cualquier otra profesión o faceta de la vida.
Puede resultar muy prosaico pero no me imagino que alguien que va a empezar una obra en su casa, se plantee si el fontanero, el pintor o el electricista son de uno u otro partido político. Lo que importa es que sean buenos profesionales y cumplan bien su trabajo, ¿no? Pues lo mismo en nuestro caso. Aspiramos a que las cosas se hagan de manera profesional. No cabe duda de que cada uno tendrá su visión personal, eso es verdad, pero hay que acabar con esa idea de enfrentamiento constante que, hasta ahora, ha recibido la sociedad. Este consejo tiene una oportunidad importante para lograrlo.
- El hecho de que su presidenta proceda de la Asociación de Juezas y Jueces para la Democracia, con tiene una sensibilidad política muy definida, próxima al PSOE en el Gobierno, ha suscitado algunas reticencias. ¿Justificadas?.
- Es importante que nostros seamos los primeros en no criminalizar a ningún juez porque esté asociado a una u otra asociación judicial. Las asociaciones son un instrumento valioso para los jueces porque la única manera que tenemos para intentar transformar nuestras condiciones laborales, por ejemplo, y de participar en aquellas cuestiones que nos están vetadas de manera individual. Por lo tanto no creo que esto deba ser valorado negativamente.
Nosotros estamos acostumbrados a sentarnos en los tribunales para enfrentarnos a casos concretos y siendo cada uno de una asociación, o de ninguna, como ya he dicho antes y lo reitero, cualquier condicionamiento de la vida privada o particular queda fuera de la Sala. Lo que nos interesa es aplicar el Derecho y que la gente sepa que el juez es absolutamente independiente. Nos centramos en enjuiciar los hechos y aplicar la Ley vigente, sin ningún tipo de prejuicio porque, de lo contrario, estaríamos viendo que la imparcialidad desaparece y eso, verdaderamente, sería la quiebra de nuestro sistema democrático.
- ¿Cuál será la posición del Consejo en la defensa de la labor de los jueces frente a algunos ataques que han recibido, en los últimos meses, desde el Poder Ejecutivo y algunos miembros del Poder Legislativo?
- Será absolutamente firme. No queda otra porque el Consejo es el órgano de gobierno de los jueces y a los jueces la ley les prohíbe que puedan hacer manifestaciones, dar felicitaciones o censuras y actuar en el ámbito puramente político. Para esto está el Consejo, para defender su independencia. Venimos de una etapa donde el Consejo ha ido perdiendo esa fortaleza por todas las circunstancias que le rodeaban pero este nuevo Consejo empieza de cero. Eso ha dicho la Presidenta.
Los políticos no deben olvidar que la investigación y el enjuiciamiento de las causas, le corresponde a los jueces
Y los jueces deben quedar al margen de todas estas cuestiones políticas. Y los políticos, no deben olvidar que la investigación y el enjuiciamiento de las causas, le corresponde a los jueces. Nosotros tenemos claro cuál es nuestro papel y desde luego como juez, pero ya como miembro del Consejo del Poder Judicial, pues está claro que nuestra misión es ser el organismo que defienda a los jueces de cualquier ataque injustificado que no responde a un interés general de todos los ciudadano.
- Nadie está por encima de la ley... reflexionaba la presidenta, ¿Una advertencia al resto de Poderes del Estado? ¿También indirecta al Tribunal Constitucional que recientemente ha revisado y modificado el fondo de algunas sentencias del Supremo?.
- Por supuesto que nadie está por encima de la ley. En el momento que alguien se sitúe por encima de la ley estaremos en otro tipo de Estado y España es un Estado social y democrático de derecho. De ahí que cada órgano tendrá que cumplir su función constitucional para garantizarlo. Y si alguno incumple esta misión, habrá que utilizar los mecanismos que el sistema judicial nos ha dotado para evitarlo. Los papeles están muy claros, son muy evidentes y cuando uno hace lo que no le compete, pues acaba cayendo en el desprestigio. Los jueces no tienen que hacer nada que no les corresponde y los demás poderes públicos, tampoco.
- Una de las funciones que más expectativas levanta este Consejo es la de los nombramientos. Hay una verdadera urgencia de vacantes. ¿Cómo esperan abordar esa avalancha?
- Éste es uno de los temas más importantes, sin duda, de las competencias del Consejo y ahora estamos precisamente estudiando todas las posibilidades. Los que está claro es que tendremos que ponernos todos de acuerdo porque, ya repito, éste tiene que ser el Consejo de los consensos. Con esta máxima enfocaremos toda esa cantidad de vacantes que deben cubrirse, reactivando en algunos casos los procedimientos para lograrlo, algunos de ellos iniciados e interrumpidos. Lo principal será establecer el orden de prioridades de los puestos. Algunos fuera de mandato, desde hace mucho tiempo. Y, después, fijar algún sistema que, dentro de las previsiones legales, sea más ágil para que esto se haga en el en el menor tiempo posible. Sin prisa pero sin pausa, que diría el castizo.
No cabe duda que el bloqueo ha afectado mucho a la Carrera judicial porque hay compañeros que tenían expectativas, a lo mejor, de ocupar alguna plaza en alguna de estas vacantes y que como resultado de una parálisis de tantos años ya no pueden ni siquiera presentarse porque, por ejemplo, se han jubilado. Para nosotros los nobramientos son una competencia esencual pero también hemos de ser muy cuidadosos porque son puestos de mucha responsabilidad que no se pueden hacer a ligera. Ése es el objetivo y en eso estamos.
Mi objetivo es ser la voz, en el Consejo, de los jueces que trabajan en primera línea y mejorar sus condiciones profesionales
- ¿Un compromiso personal para estos próximos cinco años?
- Yo vengo de un de un puesto que es el de juez decano exclusivo, es decir, que no tiene funciones jurisdiccionales. Mi trabajo durante estos últimos años ha sido adoptar soluciones para que, en el día a día, la Justicia funcione lo mejor posible. Hay muchos destinos de España donde la saturación es enorme y los jueces no pueden asumir el volumen de trabajo. Mi idea es representar a esos jueces, ser su voz en el Consejo, en especial de los titulares de los órganos unipersonales, en la primera línea de batalla y mejorar su su calidad de vida y que ése trabajo tan difícil y tan complicado, a veces, puedan desarrollarlo en las mejores condiciones posibles.
En este aspecto el Consejo tiene que recuperar la iniciativa frente al resto de de los organismos y poderes del Estado con competencias en materia de justicia. Es muy importante interpelar al Ministerio que es, al final, el que maneja la política judicial en temas presupuestarios para hacer cosas que, realmente, repercutan en la Carrera de manera directa. Cuanto mejores sean las condiciones de trabajo de los jueces, y del resto del personal de Justicia, mejor van a ser los resultados para los ciudadanos.
- En definitiva, recuperar el prestigio y la dignidad de la institución...
- Por supuesto. El Consejo tiene que estar en su misión de defender a los jueces. En una sociedad como la nuestra, donde se da tanta importancia a los derechos no podemos olvidarnos de que puedan ejercitarse y la última garantía de ello, son los jueces. De lo contrario todo queda en papel mojado. Por eso la Administración de Justicia y el Consejo, en este caso, como gobierno de los jueces, tiene que ser rápido, eficaz y ágil para que la administración de justicia funcione porque actúa en beneficio de todos.