Giro de guion
El PSOE intenta que el Congreso reconozca a Zapatero y no a Edmundo González con nulo éxito
Los socialistas trataron de llevarse a su terreno la proposición no de ley sobre Venezuela al ver que la perdían. Durante el debate, varios socios de Sánchez llamaron «ultraderechista» al opositor
Carolina, la hija de Edmundo González Urrutia, tuvo que escuchar este martes desde la tribuna de invitados del Congreso cómo ciertos socios del Gobierno de España, el mismo que le ha dado asilo, llamaban a su padre «ultraderechista». Y no una vez, ni dos. El portavoz del BNG, el de Podemos, el de ERC… eso y «Juan Guaidó 2.0», en alusión al opositor que en 2019 fue reconocido como presidente encargado por 60 países sin que al final pasara nada.
Se debatía en el primer Pleno del curso la proposición no de ley impulsada por el PP que insta al Gobierno a reconocer al candidato opositor como ganador de las elecciones y, por tanto, presidente electo de Venezuela. Fuera, cientos de venezolanos coreaban eslóganes contra Nicolás Maduro, sabiéndose a salvo de la represión que el régimen está llevando a cabo en su país.
Durante el debate, el PP, Vox, el PNV y Coalición Canaria mostraron su apoyo incondicional a González Urrutia. La votación no se producirá hasta este miércoles, pero ya antes del inicio de la sesión se conoció que la iniciativa prosperaría con el voto de los nacionalistas vascos. El PSOE, por su parte, estaba más preocupado por justificar su rechazo a esta proposición no de ley y al reconocimiento de González Urrutia. Pero sus aliados parlamentarios no se lo pusieron fácil.
El peor papel fue para la diputada socialista Cristina Narbona, la encargada de defender por qué el Ejecutivo de Pedro Sánchez no da un paso al frente y proclama la victoria del candidato opositor. Narbona defendió que el Gobierno de Sánchez ha hecho «más que ningún otro gobierno» por la diáspora venezolana, porque desde 2018 ha dado refugio a 125.000 ciudadanos. Y que su postura está alineada con la de la UE.
La diputada socialista defendió que el exilio de González no es un favor de España al régimen de Maduro, sino que fue él quien solicitó salir de Venezuela rumbo a España. «No instrumentalicen a los venezolanos», pidió. Por la mañana, cuando los socialistas supieron que la iniciativa iba a prosperar, trataron de subirse al carro ofreciendo al PP pactar una enmienda transaccional absolutamente inasumible para los populares, como contó El Debate. Porque en ella no solo seguían sin reconocer a González, sino que además destacaban «toda labor de mediación del presidente Zapatero para permitir la liberación de presos políticos y para tender puentes entre gobierno y oposición». Es decir: reconocían a Zapatero y no al ganador oficioso de las elecciones.
«Su enmienda es inaceptable. A Zapatero lo hacen un héroe», señaló la diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo. Ella fue la encargada de defender la posición de su partido, en un discurso muy aplaudido por los disidentes que se encontraban en la tribuna: Leopoldo López, el exalcalde de Caracas Antonio Ledezma y la hija del último asilado de una larga lista.
«No reconocer a Edmundo González es abandonarlo a él y al pueblo que lo votó», advirtió Álvarez de Toledo a los socialistas. Aunque, horas antes, la portavoz del Ejecutivo ya se había encargado de dejar bien claro que con o sin proposición no de ley, el Gobierno seguirá sin proclamarle vencedor. No mientras no sea con el consenso de la UE. «La dictadura no encontrará nunca como aliada la indiferencia española», prometió la diputada del PP.
El diputado de Vox, José María Sánchez, criticó la «vergüenza y el enjuague» de la marcha de Edmundo González a España, y el portavoz del PNV denunció la «represión brutal» del régimen de Maduro. Ante la cual, según Aitor Esteban los nacionalistas no callarán nunca. No obstante, para compensar que en esta iniciativa irá de la mano del PP y no de la del PSOE, Esteban destacó la labor del Gobierno, «liderando la posición de la UE y concediendo asilo al candidato».
Las intervenciones de los portavoces del BNG, Podemos y ERC provocaron murmullos y quejas en el hemiciclo. El diputado morado Javier Sánchez Serna llegó a decir que España «no ha superado la arrogancia colonial» y por eso se permite intentar dirigir el destino de Venezuela. Por su parte, el republicano Gabriel Rufián recriminó al PSOE que dé cabida en España «a toda la oposición ultra y golpista venezolana».
Por el socio minoritario del Gobierno salió el diputado Gerardo Pisarello, que lamentó que con Venezuela haya una humanidad que con Gaza no. Y cargó contra el PP: «Qué lecciones de pluralismo le puede dar al mundo un partido fundado por miembros de la dictadura que todavía hoy no han condenado institucionalmente un golpe de Estados que causó cientos de miles de desaparecidos», preguntó a los populares.
Está en la mano del Gobierno ignorar la petición del Pleno del Congreso que saldrá aprobada este miércoles, porque una proposición no de ley no obliga a Sánchez a nada. Pero lo retrata todo.