El Gobierno quiere amordazar a la prensa con nuevas leyes del honor y de la rectificación y sometiéndola al control de la CNMC

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el lunes que el Consejo de Ministros aprobaría hoy su Plan de Acción por la Democracia y contra los bulos que él mismo anticipó antes del verano y que, según dijo, espera que cuente con el apoyo del PP. Lo adelantó ante los diputados, senadores y europarlamentarios socialistas reunidos en el Congreso, a los que se dirigió con motivo del arranque del nuevo curso político.

De esta manera, el ministro de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños, ha reseñado que «gran parte de este plan son medidas que suponen iniciativas legislativas». «Este es un debate no solo en España, es un debate europeo», ha esgrimido el miembro del Ejecutivo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Asimismo, Bolaños ha destacado que este paquete tiene como fin «buscar transparencia» en la democracia, y ha anunciado que tiene tres ejes que «fortalecerán y harán más limpia nuestra democracia». El primer eje es «ampliar» la información del Ejecutivo, el segundo está relacionado con los medios de comunicación y el tercero «reforzar la transparencia del Poder Legislativo».

Respecto a la calidad de la información gubernamental, el titular del Ministerio de Justicia ha indicado que el Ejecutivo tiene como objetivo que la información del Gobierno esté más cerca de «la ciudadanía». «Vamos a desarrollar una nueva estrategia de Gobierno abierto» que «facilite la rendición de cuentas de las políticas que llevemos a cabo», ha apostillado Bolaños.

Igualmente, ha anunciado que van a modificar la ley de secretos oficiales, que «data de 1968». En este contexto, también ha proclamado que «vamos a reformar» las leyes de derecho al honor y rectificación para «para que los tribunales den protección contra las informaciones que se publican en los medios y pseudomedios».

Tal y como ha adelantado el progubernamental diario El País, el Gobierno quiere eliminar los delitos de libertad de expresión –como el tipo penal contra los sentimientos religiosos– con el objetivo de «adecuar» el Código Penal al Derecho Europeo, según ha subrayado Bolaños. Además, le han preguntado hasta en tres ocasiones si estas medidas incluirán los tipos penales de injurias a la Corona, aunque ha rehusado contestar de manera clara acerca de este extremo.

Por su parte, Bolaños ha señalado que «vamos a modificar la LOREG» para obligar a los candidatos de los partidos a que acudan de manera obligatoria a los debates durante las campañas electorales. A renglón seguido, ha apuntado que quieren que las encuestas se den con transparencia ya que hay algunas que más que informar tienen como objetivo «influir» en la opinión pública. «Creo que este plan es un plan ambicioso que pretende mejorar nuestra democracia», ha zanjado.

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha relatado en qué consiste el eje relacionado con la prensa. De esta manera, miembro del Ejecutivo que pertenece a Sumar ha indicado que «frente al auge de las extremas derechas» son «muchas las voces que han hablado de defender la democracia». Asimismo, ha manifestado que «para poder abordar las medidas relacionadas con los medios» se «creará un registro de medios de comunicación», que recoja la propiedad de los medios y la publicidad institucional que reciben.

Urtasun también ha aseverado que cambiarán la ley para que «los sistemas de medición de audiencia» sean veraces y que no «se puedan alterar». En este contexto, van a favorecer la «discriminación positiva» respecto a los medios que se den en lenguas cooficiales y que van a modificar la ley de protección ciudadana para otorgar mayor amparo a los periodistas.

Preguntado por la reforma del Código Penal respecto a las injurias contras la Corona, Bolaños ha abierto la puerta a suprimir todos los delitos de ofensas contra las instituciones del Estado –incluida la Monarquía– ya que, según ha dicho el ministro, quieren amparar la libertad de expresión.

«Pronto empezaremos a tomar medidas que están recogidas en el plan de acción de la democracia», ha destacado el titular de la Cartera de Justicia cuestionado por los «detalles concretos» de este paquete legislativo que ha anunciado hoy el Gobierno.

Preguntado por la concreción de la reforma de la ley del derecho al honor y la ley del derecho a la rectificación, Bolaños se ha limitado a dictaminar que estas leyes «están obsoletas, las mires por donde las mires». De esta manera, ha apuntado que «hay que aprobar su reforma» para que «se garantice una información veraz».

«Los apoyos parlamentarios hay que trabajarlos día a día. Además con cada ley, con cada iniciativa. Ha habido momentos donde ha habido opiniones sobre folios en blanco», ha añadido Bolaños respecto a la posibilidad de conseguir los apoyos necesarios en el Congreso para llevar a cabo esta norma.

Igualmente, el titular de Justicia ha indicado que el plan para implementar las «31 medidas» del plan de acción por la democracia son «los tres años» que restan de legislatura. Respecto al registro de medios de comunicación, el ministro Urtasun ha recalcado que la organización independiente que lo hará será la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CMNC). No obstante, ha dicho que en su actual composición esta entidad no podría cumplir con este trámite, por lo que se requerirá de un trámite previo que modifique la actual composición de la CMNC.

Sánchez destacó el pasado lunes que ese plan «emana» de la Constitución, «que defiende el derecho de los ciudadanos a una información veraz», y también de las medidas aprobadas por el Parlamento Europeo y por la propia Comisión Europea. Por eso, dijo confiar en que cuente con el apoyo de «todos los demócratas» del país.

«No se entendería que en Estrasburgo aprueben unas cosas y luego aquí, en el Congreso de los Diputados, voten en contra de esas mismas cuestiones», deslizó en referencia al PP.

Según el presidente, ese plan de acción ayudará a «dotar de más transparencia, más pluralidad y mayores garantías» a las Cortes Generales y al «ecosistema informativo» y servirá a hacer frente a la «desinformación» y la «máquina del fango» que asedian a la democracia.