La denuncia de violación contra un Míster España que la Policía no se cree
Los testigos aseguran que, horas después de la supuesta violación, la denunciante dijo: «Me he tirado a Míster España y la tiene pequeña»
La conclusión del informe policial es rotunda: «Por todo lo expuesto, se puede concluir que la versión aportada por Elena en su denuncia de violación y posteriores ampliaciones, apoyada por su compañero y amigo Marcos, no es corroborada por los datos objetivos obtenidos en esta investigación». Es decir, que los agentes de la UFAM, Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional de Aragón, creen que la denuncia es falsa.
En teoría, la agresión sexual se habría producido durante una convención que la agencia inmobiliaria Tecnocasa celebró en Santander. Pero ¿cómo han llegado los investigadores a la conclusión de que es una denuncia falsa? Lo hacen tras entrevistar a numerosos testigos y revisar las cámaras de seguridad del hotel y otros negocios. El Debate ha tenido acceso al atestado. En este documento varios de sus compañeros cuentan que Elena alardeó: «Me he tirado a Míster España y la tiene pequeña». Hay cuatro testigos que relatan haber escuchado dicho comentario.
Sin embargo lo que denuncia Elena es que Míster España le «tiró a la cama, que se defendió dándole una patada en la cadera al mismo, seguidamente él le dio un puñetazo en la parte superior de la pierna derecha. Es a continuación cuando le sujeta por ambas muñecas con sus manos inmovilizándola contra la cama, dándome una bofetada en el lado derecho y ya no recordando nada más».
Asegura que cuando se levanta por la mañana se encuentra desnuda y tiene molestias en su zona íntima. Por eso acude a un hospital, junto a un amigo, donde le hacen una análisis de sangre y le encuentran benzodiazepinas que son medicamentos psicotrópicos con efectos sedantes, hipnóticos y a veces producen pérdidas de memoria.
En el camino hacia la habitación donde se produjo la presunta agresión sexual, Elena y el Míster pasaron por recepción donde varios trabajadores recuerdan haberles visto. Uno de ellos dice: «Recuerdo que Elena se presentó en la recepción del hotel la noche del 14 al 15 de junio entre las 01:15 y las 01:40 horas. Iba acompañada de un varón alto. Ellos se mostraban de forma muy cariñosa, se daban besos y piquitos».
Y añade: «Él se colocaba detrás de ella, entiéndase, frotándose con Elena. A ella se la veía encantada, no mostraba ningún gesto de desaprobación. Necesitaba Elena que le programase la llave de acceso a la habitación. La conversación fue normal, fluida, no noté nada anómalo. Ella no se encontraba aletargada pese a la hora que era. Hablaba perfectamente sin problema».
El denunciado, por su parte, asegura que iniciaron los contactos en un bar «hasta que ambos decidimos marcharnos al hotel. Una vez llegamos al hotel (no recuerda la hora), suben a la habitación de Elena. Allí continuamos besándonos y mantenemos relaciones sexuales, plenamente conscientes y consentidas. En ese momento habíamos bebido varias copas y consumido alguna sustancia estupefaciente (él hachís y ella, no lo puede asegurar, pero intuye que cocaína) pero nos encontrábamos perfectamente conscientes y sabiendo lo que hacía y decíamos».
Los investigadores recuperaron las cámaras de seguridad del hotel y analizaron las imágenes. Según sus conclusiones, «entran al hotel andando con normalidad, hablando. En un momento dado Míster España toca con su mano izquierda el glúteo de Elena. Se observa como la denunciante le responde cogiéndole de la mano, estando por un momento sus manos entrelazadas. El Míster se suelta de la mano de Elena, le toca por todo el brazo hasta llegar a su hombro, llegando a tocarle el pelo y bajar el brazo. En ningún momento la denunciante retira la mano del denunciado».
Es por ello que concluyen que la denuncia de Elena no tiene credibilidad. Ella, sin embargo, insiste en que ha sido sometida químicamente y violada.