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El asesino de Marta Calvo, Jorge Ignacio Palma, durante la vista.JUAN CARLOS CÁRDENAS/EFE

Tribunales

El Supremo prepara una sentencia clave en la prisión permanente revisable para el asesino de Marta Calvo

La Fiscalía del Tribunal Supremo apoya la petición de las familias de las víctimas y de las mujeres que sobrevivieron para que se le imponga la pena máxima a Jorge Ignacio Palma

Para la madre de Marta Calvo, gracias a la que fue detenido el asesino en serie Jorge Ignacio Palma, esta semana será inolvidable. El Tribunal Supremo delibera este martes, 17 de septiembre, si impone, y todo apunta a que así será, al menos una condena a prisión permanente revisable al monstruo que acabó con al vida de su hija y de otras dos jóvene más –Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas–, a lo largo de 2019, tras intentarlo sin éxito con, al menos, seis mujeres más.

Palma fue condenado a 159 años y 11 meses de prisión por la Audiencia de Valencia, en primera instancia, y por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ-CV), después, por esos tres asesinatos consumados y el doble de ellos en grado de tentativa. Además, al colombiano se le impusieron condenas adicionales por la comisión de nueve delitos de agresión sexual, uno sobre cada una de las víctimas, las que sobrevivieron y las que no; y, por un delito de tráfico de drogas.

Ahora, sobre la mesa, la ponencia del magistrado Vicente Magro que, según ha podido adelantar El Debate, se inclina por aumentar el castigo impuesto a Palma, en una sentencia pionera con la que el Alto Tribunal, además, fijará jurisprudencia sobre este tipo de casos. No en vano, el juez Magro es un juez valiente y uno de los mayores expertos en violencia machista y de género de nuestro país.

De la decisión del Pleno de la Sala, que delibera mañana, sobre su propuesta, se desprenderá la condena definitiva, esto es, firme, a la que habrá de enfrentarse uno de los peores asesinos en serie de los últimos años. La resolución se notificará, aproximadamente, en el plazo de un mes.

Cabe recordar que el modus operandi del asesino era novedoso, ya que Jacome mataba o bien dejaba al borde de la muerte a sus víctimas introduciéndoles en los genitales cocaína en roca de alta pureza, en contra de su voluntad. Y, por lo tanto, la solución al mismo requiere un trabajo juridico muy específico. Palma aseguraba el éxito de sus agresiones buscando a mujeres altamente vulnerables, que ejerciesen la prostitución y con las que se ponía en contacto a través de páginas creadas para intercambios de sexo por dinero.

Marta Calvo, cuyo cuerpo no ha sido todavía localizado, desde su asesinato perpetrado el 7 de noviembre de 2019, fue la tercera víctima de Palma quien, hasta la fecha, se ha limitado a negar información veraz sobre qué pasó la noche en que se encontraron y cómo se deshizo de sus restos, una vez acabó con su vida.

Tanto su familia, como las de las otras asesinadas, como las mujeres que sobrevivieron a los intentos de asesinato han istdo la prisión permanente revisable para el asesino. Es decir, el máximo castigo posible deel ordenamiento jurídico español en el ámbito penal. Una petición que, en esta ocasión, cuenta con el respaldo de la Fiscalía del Tribunal Supremo que también ha planteado la sanción como punto de partida inicial o, como mínimo, como pena alternativa por el tercer asesinato, el de Marta Calvo.

Esta es la primera ocasión en la que el Ministerio Público se posiciona en esta condena puesto que, en anteriores ocasiones, la Fiscalía valenciana optó por calificar las tres muertes violentas como homicidio y no como asesinato, por lo que nunca solicitó la permanente revisable.

El juicio con jurado se celebró entre mediados de junio y finales de julio de 2022, tres años después deconsumarse los asesinatos. La primera sentencia llegó el 1 de septiembre con un veredicto que confirmó, sin matices, y de manera unánime, la culpabilidad Jorge Ignacio Palma. Los ciudadanos que conformaron al mismo coincidieron en que el asesino drogaba a sus víctimas para evitar que opusieran resistencia y en el hecho de que las eligiese para agredirlas, por el hecho de ser mujeres.