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La «política con respeto» de Sánchez se ceba con Feijóo: «Es un cuñado cenizo, tristón y un político mediocre»

Pedro Sánchez aseguró durante el arranque del curso político que haría política desde el respeto y la nueva portavoz socialista utiliza el insulto por sistema

A principios del mes de septiembre, Pedro Sánchez organizó un evento en el Instituto Cervantes para inaugurar el curso político tras la pausa estival. Durante aquel acto surrealista en el que estuvieron presentes muchos de sus ministros, el líder de los socialistas y presidente del Gobierno aseguró que iban a hacer política «desde el respeto» a «los adversarios políticos».

«La discrepancia, que es sana en política, en democracia, se debe y se puede expresar desde el respeto y con educación. Nunca desde el insulto ni, por supuesto, la intimidación», presumía Sánchez en una de las peroratas habituales con las que la izquierda pretende demostrar su supuesta superioridad moral respecto a la derecha.

Pero los socialistas se han descubierto solos. No ha pasado ni un mes desde que Sánchez pronunció aquel discurso en el Instituto Cervantes y la nueva portavoz del Partido Socialista, Esther Peña, ya le lleva la contraria. Sin un ápice de respeto por sus adversarios políticos, desde los micrófonos del Congreso de los Diputados, dedicó a Alberto Núñez Feijóo una ristra de insultos y descalificaciones.

En una sola frase le llamó «cuñado», «cenizo» y «tristón». «Se ha convertido en ese cuñado cenizo, tristón, con ese punto de amargura que cada vez que te ve dice que la vida da asco», descargó la socialista sobre el líder del Partido Popular. Lejos de dejarlo ahí, Peña siguió con las descalificaciones.

«Ya sabemos que el señor Feijóo no controla su partido, no controla el Partido Popular. Pero poner primero su imagen política antes que la Sanidad o la Educación en las Comunidades Autónomas denota una desesperación y un egoísmo propio de un político mediocre, de un político menguante», aseveraba Peña.

Un discurso, el de la portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, cargado de insultos que choca frontalmente con aquella promesa que Pedro Sánchez hacía frente a su público en el Instituto Cervantes, «hacer política desde el respeto».