La credibilidad de María Jesús Montero pende de un hilo. Después de meses negando la mayor acerca de la «financiación singular» pactada con ERC para investir a Salvador Illa, la ministra ha acudido al Congreso para dar explicaciones acerca de un acuerdo del que solo se conoce un borrador filtrado por la formación independentista.

En su lugar, Montero ha convertido su comparecencia ante la Cámara Baja en un mitin en el que ha denunciado la «insolidaridad» del Partido Popular por su rechazo a la senda de déficit «que aportaría en dos años, 12.000 millones más a comunidades y ayuntamientos»

«El Partido Popular se permite el lujo de rechazar la propuesta de asumir la deuda que se generó en las Comunidades Autónomas como consecuencia de la anterior crisis, que es lo mismo que reconocer que estas tuvieron que acudir a un endeudamiento porque no se proporcionaron los recursos necesarios para mantener el Estado del bienestar», ha añadido.

Según Montero, el PP «no quiere singularidades para Cataluña, pero sí para el resto del territorio». «No han trasladado propuestas para financiación a pesar de gobernar en la mayor parte de autonomías de este país», ha asegurado.

Sobre el acuerdo, la ministra se ha remitido al borrador filtrado por ERC en el que garantiza «una financiación justa y singular, compatible con la contribución equitativa al sostenimiento del gasto del Estado que redunda en el beneficio de los ciudadanos de Cataluña y en la solidaridad entre territorios».

«¿Qué duda hay sobre el acuerdo? No solo tiene que existir solidaridad interterritorial, sino que tiene como objetivo garantizar un nivel similar de servicios públicos en todo el Estado. Aseguramos que para un extremeño, un andaluz o un valenciano, la provisión de servicios está al mismo nivel que un catalán haciendo, eso sí, un esfuerzo fiscal similar», ha comentado.

Traición a los principios de convivencia

Por su parte, el diputado 'popular' Juan Bravo le ha recordado a la ministra que «está tan perdida, que ha subido para criticar al PP y no para explicar su modelo». «Ha presumido de que la financiación singular es buena para España y Cataluña cuando hace apenas cinco meses el PSOE votó en contra. ¿Qué ha cambiado? Necesita los votos de ERC para hacerse con la Generalitat; es el precio que han firmado pero que pagan el resto de los españoles».

«Este acuerdo con ERC, un partido que ha hecho de la ruptura con España su razón de ser, representa una traición a los principios de convivencia que nos unen. El Gobierno utiliza el sistema de financiación de todos los españoles como moneda de cambio para asegurar su supervivencia política», ha denunciado.

Acusa a Montero de vender «a los andaluces a cambio de su supervivencia política». «Este acuerdo traerá menos médicos en Sevilla, pero más embajadas independentistas, menos profesores en Jaén, pero más consejeros en el Gobierno de Illa», sentencia