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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al exministro de Fomento, José Luis Ábalos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al exministro de Fomento, José Luis ÁbalosEuropa Press

Caso Koldo

Los dardos judiciales que sacuden Moncloa: la imputación de Ábalos, mascarillas para el Interior y el 'superjefe' Sánchez

Varios testigos citados por el juez instructor de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, han puesto el foco en el presidente del Gobierno y la comisión interministerial que presidía para la compra de material

Cada vez cobra más fuerza la idea de que el cordón sanitario impuesto al ex ministro de Transportes José Luis Ábalos, desde el mismo momento en que estalló el escándalo de la presunta trama de corrupción que salpica al Gobierno en la compra de mascarillas a la empresa Soluciones de Gestión, tenía como misión controlar los daños colaterales que su señalamiento pudiese causar en Moncloa.

Lejos de un ejercicio impecable de transparencia y ejemplaridad, parece que el PSOE decidió expulsarle de la formación y apartarle del Grupo Parlamentario con la intención de desvincularse de todas las supuestas irregularidades que Ábalos, de la mano de su asesor y escudero Koldo García y el conseguidor de la trama, Víctor de Aldama, consintió para la adjudicación de varios contratos de adquisición de material sanitario, en plena pandemia, a un precio superior al del mercado y de los que la Audiencia Nacional investiga si se desprendieron 'mordidas'.

Era «cuestión de tiempo que Ábalos cayese» y nadie de su círculo político más próximo estaba dispuesto a caer con él, de ahí que todos se desmarcasen de inmediato y tratasen de poner tierra de por medio como si los asuntos del ministro fuesen una cosa muy fea y muy suya, pero sólo suya.

Sin embargo, los meses han pasado y la investigación judicial avanza entorno a la Operación Delorme, conocida como 'caso Koldo', que se instruye en la Audiencia Nacional, a los mandos del magistrado Ismael Moreno, Ábalos está cada vez más próximo a recibir una imputación formal, en la que el volcado de los teléfonos incautados será clave para los agentes encargados del caso.

La sombre se cierne sobre varios Ministerios más. Entre ellos el de Interior, a cargo de Fernando Grande-Marlaska, y dos comunidades autónomas -Baleares, bajo el mandato de la hoy presidenta del Congreso Francina Armengol, y Canarias, durante el Gobierno del actual Ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torreas- y, podría escalar, hasta el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

No en vano, la semana pasada, varios de los testigos y altos cargos de ambos Departamentos lanzaban afirmaciones muy gruesas sobre la operativa de la presunta trama, en el núcleo mismo del Ejecutivo, y confirmaban cómo Sánchez habría estado presente en las reuniones de las 'cumbres' celebradas por la denominada Comisión Interministerial, concebida para el seguimiento de la compra de mascarillas, entre otras cuestiones.

Como adelantó El Debate en primicia, el que fuera subsecretario del Ministerio de Transportes durante la etapa Ábalos, Jesús Manuel Gómez, confirmaba ante el juez que «existió» un cónclave que se «reunía con el presidente del Gobierno». ¿Es entonces Sánchez el 'superjefe' al que los investigadores de la Unión Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil señalaron en sus primeros informes?.

Cabe recordar que, ya en el mes de marzo, los agentes reflejaron en un documento, remitido al juez Ismael Moreno, que la trama de mordidas de Koldo, que salpica a José Luis Ábalos y a varios ministros, contaba con un «superjefe». Para los investigadores, la red tenía con una figura superior que estaba por encima tanto de Ábalos como de Koldo.

Los agentes de la UCO afirmaron entonces que la trama contaba con una estructura piramidal. Y, aunque por el momento se desconoce quién lideraba la jerarquía, ya que tanto Koldo como los comisionistas no mencionaban su nombre en las conversaciones que mantenían, las declaraciones de varios de los últimos testigos podrían ayudar a despejar la incógnita. Además, en los pinchazos telefónicos se escucha a la red afirmar que hay fotografías «que no se pueden enseñar» de un intermediario de mascarillas «con el ministro».

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