Todos los detalles de los préstamos bancarios de Vox para las campañas electorales

En los últimos días, la financiación que Vox recibió en 2023 para sufragar las campañas de las elecciones municipales y generales por parte de entidades bancarias se ha convertido en foco mediático, poniéndose el acento en que una de estas entidades es un banco húngaro. Este lunes, fuentes del partido de Santiago Abascal confirmaron que pidieron préstamos a bancos extranjeros ante la negativa de los bancos españoles a ayudarles monetariamente como, en cambio, sí hacen con el PSOE y el PP -hasta una veintena de ellos, según indican-. En este sentido, insinuaron que estos partidos podrían estar manejando «terminales financieras» para que se vete a Vox.

Tal y como se recoge en la documentación a la que ha tenido acceso El Debate, por un lado, el banco húngaro MBH concedió a la formación un crédito de 6,5 millones para las elecciones generales del 23 de julio -que se convocaron de forma anticipada el día después de las municipales y autonómicas-, y, por otro, dos entidades españolas les concedieron dos préstamos, pedidos con anterioridad porque eran para los comicios del 28 mayo: el BBVA, una cuantía de 1.828.723 euros, y el Banco Santander, de 795.109, 57 euros. En suma, algo más de 9,2 millones.

En el caso del crédito del banco húngaro, el tipo de interés ascendía a un 11 %, superando varios puntos el de los dos bancos españoles (6,27 % y 8,49 %, respectivamente), lo que vendría a refutar la idea de que el préstamo procedente de la entidad extranjera suponía ventajas financieras. A día de hoy, los tres créditos han sido ya devueltos, en junio y julio los de las entidades españolas y en septiembre el tercero. Por otra parte, desde el partido remarcan que esta documentación ya había sido depositada en el Tribunal de Cuentas.

Los préstamos de los bancos españoles (2,6 millones) se concedieron una vez se celebraron las elecciones municipales

Fuentes de Vox detallan que en su día acudieron a varios bancos españoles para solicitarles apoyo económico con los gastos electorales previstos para la campaña del 28-M, pero que de todos ellos solo dos -los citados- accedieron. No obstante, les concedieron «un importe muy inferior al solicitado y, en uno de los casos, muy inferior del inicialmente confirmado» -apuntan-, puesto que si bien en un principio les habían confirmado el 80 % del importe pedido, finalmente solo les dieron el 20 %. Además, señalan que los recibieron una vez se conocieron los resultados electorales, en concreto más de un mes después de que se celebrasen las elecciones municipales, el 21 de julio, como consta en la documentación.

En el caso de las generales del 23-J, se sumó el hecho de que el partido aún no había ingresado los gastos electorales reembolsables por las autonómicas y las municipales por parte de la Administración -no saben si ese retraso en la devolución fue deliberado o no-. Así, recurrieron de nuevo a las entidades bancarias españolas para pedir créditos, pero, como explican las citadas fuentes, se los denegaban, u ofrecían importes «ridículos» o retrasaban su concesión hasta conocer los resultados electorales.

Ante la necesidad de financiación para afrontar la campaña «en una situación de igualdad respecto al resto de partidos», tras iniciar una ronda de contactos terminaron cerrando un acuerdo con el citado banco húngaro, el MBH, que se concedió el 22 de junio. Al respecto de las informaciones que apuntan estos días que uno de sus propietarios sería amigo de la infancia del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, desde Vox aseguran desconocer esa relación o cualquier vínculo de esta entidad bancaria con el dirigente húngaro. En cualquier caso, el partido subraya que «tan pronto como la Administración ingresó los gastos reembolsables de las elecciones municipales y generales, se cancelaron todos los préstamos recibidos».

No es una aportación, sino un crédito ya devuelto

Por otra parte, Vox niega la mayor ante las acusaciones de que pudo haber incumplido la ley sobre financiación de partidos políticos, y recuerda que, al tratarse de un préstamo para financiar una campaña electoral y no de una aportación, no aplica esta norma, sino la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG). Es decir, no se trata de una aportación o donación que hace una entidad extranjera, sino de un crédito que además ya ha sido devuelto, y con sus intereses, como así lo defendía Pepa Millán, portavoz del partido en el Congreso, preguntada por esta cuestión en la rueda de prensa de este martes. Y en la misma línea se pronunciaba Jorge Buxadé, jefe de la delegación europea de Vox, que señalaba en un artículo en La Gaceta que «no hay ninguna prohibición legal de acudir a financiación bancaria con cualquier entidad financiera, siempre que el tipo de interés sea de mercado y el partido devuelva el crédito, lo cual ha sucedido».