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Yolanda Díaz, la semana pasada en el CongresoEFE

Plan de emergencia

Yolanda Díaz monta un congreso con 300 invitados buscando el protagonismo que Sánchez no le da

Mientras Sumar prepara el relevo de su todavía líder en diciembre, ella ya solo está volcada en potenciar su perfil institucional. La «Internacional Laborista» es su nuevo experimento

Ha pasado poco más de medio año desde que Sumar celebró su asamblea fundacional para elegir a Yolanda Díaz como coordinadora general y la coalición de partidos se ha visto obligada a convocar un nuevo cónclave existencial para los días 14 y 15 de diciembre. Puesto que la vicepresidenta segunda decidió quitarse de en medio y renunciar a liderar el proyecto tras el mal resultado de las elecciones europeas de junio, en las que su candidatura solo obtuvo tres escaños. Fracaso que venía precedido por los de las elecciones gallegas y vascas.

Mientras se acentúan las luchas internas en Sumar e IU inicia un acercamiento a Podemos, Díaz está cada vez más desconectada de la marca que creó para concurrir a las elecciones generales de 2023. Marca que aunó a partidos tan dispares como Podemos -después escindido-, Compromís, Más Madrid o Chunta Aragonesista y que hoy sigue cayendo en las encuestas. En la última que publicó El Debate, el 22 de septiembre, su intención de voto era del 6,8 %, frente al 12,3 % que cosechó en las urnas. Y la fidelidad de sus votantes estaba en mínimos: apenas el 41,6 % volvería a confiarle su voto.

A la socia de Pedro Sánchez ya solo le preocupa su perfil institucional, su cargo de vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo del Gobierno de España. Y, después de varios meses desdibujada en el Consejo de Ministros, ha decidido no esperar a que el presidente le dé foco, sino potenciar ella misma su imagen.

La número tres del Ejecutivo está volcada en la reducción de la jornada laboral con o sin acuerdo con la CEOE; pero también en los preparativos del mayor foro organizado por su Ministerio hasta la fecha. El Congreso Internacional del Trabajo: hacia una Internacional Laborista, lo han bautizado.

Entre los días 13 y 14 de noviembre, un mes antes de la asamblea de Sumar, la ministra de Trabajo reunirá en el Hotel Meliá Castilla de Madrid a 300 participantes, entre ministros del ramo, parlamentarios, líderes sindicales y juristas, para debatir sobre «la defensa de los derechos laborales en un mundo cambiante y posibles medidas transnacionales para protegerlos e impulsarlos», según el Ministerio.

Yolanda Díaz junto al secretario general de UGT, Pepe ÁlvarezEFE

La inauguración correrá a cargo de Yolanda Díaz y su equipo ha organizado cuatro áreas de debate, que han titulado: Blindar el poder laboral y sindical en los Estatutos del Trabajo del siglo XXI. Hacia una verdadera democracia en el trabajo; Gobernar las transiciones y ensanchar los derechos laborales. Hacer frente a la esclavitud algorítmica y a la emergencia climática; Despatriarcalizar el trabajo. Una nueva internacional laborista feminista y diversa; y Lanzamiento de una Internacional Laborista que aúne al Sur y Norte Global. Balance y próximas acciones. Al término de la cita, ella misma dará una rueda de prensa a modo de balance.

«La finalidad de la cita es fortalecer los lazos entre instituciones que han promovido políticas exitosas en el ámbito laboral y social, coordinar acciones transfronterizas que velen por el cumplimiento de los derechos laborales y desarrollar una visión compartida que amplíe estos derechos de los trabajadores enmarcada en el siglo XXI», según el departamento que dirige Díaz.

No consta, de momento, que haya invitado también a representantes empresariales. Con los españoles, liderados por Antonio Garamendi, la relación pasa por momentos de tensión. No en vano, la vicepresidenta segunda ha advertido a la patronal de que el Gobierno aprobará la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales con o sin ellos.

Que la figura de Yolanda Díaz ha ido menguando en el Consejo de Ministros en los últimos meses es un secreto a voces. O ni siquiera un secreto. Sánchez está promocionando a Urtasun a costa de ella. De hecho, es el ministro de Cultura quien negoció con Félix Bolaños el llamado Plan de Acción por la Democracia del Gobierno, y también será el vicepresidente de su comisión de seguimiento.

La semana pasada, en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso, el portavoz del PP en la Cámara Baja, Miguel Tellado, le dijo a la aún líder de Sumar con sorna: «Tengo que decirle la verdad. De ferrolano a ferrolana, mi pregunta lo que pretende es darle un poco de foco. Veo que el presidente del Gobierno la tiene muy silenciada, muy arrinconada, y quiero regalarle un poquito de protagonismo en esta jornada».