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El exministro del PSOE José Luis Corcuera, en la redacción de El Debate

El exministro del PSOE José Luis Corcuera en la redacción de El DebatePaula Argüelles

La rendición de Sánchez ante los herederos de ETA

José Luis Corcuera: «Que el PSOE llegue a acuerdos fundamentales con los herederos de una banda terrorista es una indignidad»

  • El exministro socialista también ha relatado que «se legisla haciendo trampas para que haya auténticos canallas que vean reducidas sus condenas»

  • «Lo peor que le puede ocurrir a las víctimas es que sus gobernantes les abandonen y abandonen el concepto de Justicia que han estado defendiendo durante tantos años»

José Luis Corcuera se dio de baja de la Agrupación del PSOE de Portugalete (Vizcaya) en mayo de 2017 por la victoria de Pedro Sánchez en las primarias del partido y después de ser militante socialista durante más de 40 años. En una entrevista radiofónica con El Debate ha afirmado que «toda la sociedad española debiera estar indignada viendo cómo determinadas decisiones, y sobre todo si proceden de engaños, suponen que auténticos canallas que han asesinado a decenas de personas vean disminuidas sus sentencias».

—¿Qué opinión le merecen las progresivas cesiones del Gobierno a Bildu? Traslado y excarcelación de etarras, ley de seguridad ciudadana, salida de la Guardia Civil de Tráfico de Navarra…

—He dicho siempre que esas cosas me parecen una auténtica barbaridad. En política representan incluso más que dinero; más que recursos económicos, porque son principios. Es decir, el hecho de que el PSOE llegue a acuerdos fundamentales con los que son herederos de una banda terrorista que todavía no han pedido disculpas de los asesinatos cometidos durante, fundamentalmente, la época democrática —que le den, no tanto recursos, sino discurso— es una indignidad.

—Después de estas cesiones, ¿cree que el PSOE traiciona la memoria de las víctimas?

—Ya no sé quién es peor, si ese secretario general que se comprometió a no pactar con aquellos que no defendieran a España como nación, que defendió que nunca pactaría con Bildu, que nunca pactaría con los independentistas catalanes, el que miente con descaro, o aquellos que siendo de un mismo partido no le llaman la atención y no discrepan de sus posiciones.

Pero cuando esa ideología que pretendía servir a los intereses de los ciudadanos de España se transforma en una secta el problema es que no se puede distinguir entre quién es el puto amo —como ellos dicen— o el que dice que es el puto amo. No sé quién es peor.

Cuando uno acepta las pretensiones de quienes representan aquellos valores que defiende Otegi contribuye naturalmente a blanquear

—¿Se está llevando a cabo un blanqueamiento del sangriento historial de asesinatos, secuestros y violencia de la banda ETA?

—Todo eso conduce naturalmente a blanquearlo. Pero eso no es una opinión, es que los hechos demuestran que eso es así, y son irrebatibles. Cuando uno acepta las pretensiones de quienes representan aquellos valores que defiende Otegi y que defienden aquellos que cometieron terribles atentados contra los españoles durante tanto tiempo, pues contribuye naturalmente a blanquear. Es una evidencia.

No solamente les blanquean, es que ese blanqueamiento les permite crecer electoralmente. Es igual que cuando hacen alcalde a uno de Bildu en Pamplona. Están normalizando una ideología que cuya pretensión es cualquier cosa menos progresista, o desde luego cualquier cosa menos defender los intereses de España como nación. Y eso es impropio de un partido socialista.

—PNV y Bildu están impulsando un «procés vasco» con el objetivo declarado de crear una nueva «realidad nacional». ¿Cree que se está intentando conseguir ahora lo que ETA no consiguió con las armas?

—Siempre he distinguido entre lo que representa el PNV y lo que representa Bildu. Lo que me perturba e intranquiliza desde el punto de vista del interés general es que el PNV sucumba a estos manejos que el Gobierno se trae con Bildu, y al final pague también las consecuencias por el crecimiento que, sin duda alguna, ya se ha producido electoralmente en relación con Bildu. Y si sigue el Gobierno tratándole de esta forma, pues su crecimiento será ascendente y probablemente en detrimento del PNV.

—El 7 de marzo de 2008 ETA asesinó al socialista Isaías Carrasco, el último de una larga lista. ¿Qué mensaje trasladaría a los militantes del PSOE?

—No habría que darles ningún mensaje. Los militantes del PSOE debieran indignarse sin que nadie les llame a la indignación. Cuando uno hace lo contrario de lo que ha dicho siempre, cuando un responsable político de un partido traiciona los principios elementales de ese partido, debieron de ser los propios militantes de ese partido los que arreglaran ese desaguisado. Solo hay una forma de arreglar ese desaguisado: mandar a su casa a quien ha transformado de tal forma al Partido Socialista que es absolutamente desconocido para los propios socialistas. Y desde luego, espero que sea desconocido para sus propios votantes.

—Respecto a las víctimas, ¿qué les queda por sufrir?

—Es difícil que sufran más de lo que ya han sufrido, ¿verdad? Pero claro, cuando ven, por ejemplo, ese proyecto de ley sustentado, al parecer, por una mentira que es un mandato europeo sobre el particular, cuando vean que se legisla incluso haciendo trampas para que haya auténticos canallas que vean reducidas sus condenas. ¿Qué es lo que puede pensar quién ha sido víctima de atentados de la banda terrorista? Puede pensar que lo peor que le puede ocurrir es que sus gobernantes les abandonen y abandonen el concepto de Justicia que han estado defendiendo durante tantos años.

El problema ya no es solo de las víctimas, toda la sociedad española debiera estar indignada viendo cómo determinadas decisiones, y sobre todo si proceden de engaños, suponen que auténticos canallas que han asesinado a decenas de personas vean disminuidas sus sentencias. Eso no pasaría en ningún lugar del mundo civilizado. ¿Pero por qué nosotros vamos a ser distintos de las democracias más avanzadas? No hay explicación. Como no hay explicación, pues tendremos que exigir responsabilidades a quien está gobernando. Y naturalmente, en la primera oportunidad que tengan los ciudadanos, corregir esa decisión y echarles del poder. No hay otra solución.

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