Investigación
Nuevo varapalo a Sánchez por negarse a detallar sus reuniones con Barrabés
El Consejo de Transparencia le requiere para desvelar sus encuentros con el socio de Begoña Gómez, tras incumplir sus órdenes iniciales y negar ante el juez que lo conociera a pesar de que el empresario confesó sus encuentros en Moncloa
Pedro Sánchez no quiere que se sepa cuántas veces se vio con el empresario Carlos Barrabés, asociado de la «cátedra» de su esposa, Begoña Gómez, y receptor de adjudicaciones millonarias del Gobierno que ahora son objeto de investigación judicial con el respaldo de la Audiencia Provincial.
La resistencia del presidente del Gobierno a cumplir las órdenes que ya recibió del Consejo de Transparencia es tal que, en una nueva resolución a la que ha accedido El Debate, se confirma que ha tenido que requerirle de nuevo para que dé «cumplimiento a lo señalado» y confiese sus encuentros con uno de los nombres clave del caso que tiene a su propia esposa al borde del banquillo por delitos de tráfico de influencia.
El anómalo comportamiento de Sánchez coincide con la decisión de la Audiencia Provincial de Madrid de mantener abierta la instrucción del juez Peinado contra Begoña Gómez, en una causa en la que también aparece como investigado el propio Barrabés, que confesó en haber visto en alguna ocasión al presidente del Gobierno en compañía de su esposa, a pesar de que el líder del PSOE negó conocerle en su breve declaración ante el magistrado.
Ahora, el Consejo de Transparencia se ve obligado a dirigirse directamente al presidente para recordarle sus obligaciones de explicar cuándo y cuántas veces se vio con el citado empresario, beneficiario de adjudicaciones millonarias de distintos Ministerios del Gobierno y del Consejo Superior de Deportes desde que entabló relaciones con Begoña Gómez.
En concreto, el organismo ha girado un oficio para que el Ejecutivo cumpla con la resolución previa que ya le obligaba a desvelar esas reuniones, en una resolución con número de serie R1032/2024 que ratifica las órdenes previas y le exige que deje de esconder una información relevante. La defensa legal de este periódico acudirá a los tribunales para defender el derecho a la información en el caso de que se repita el incumplimiento, tal y como hizo con éxito en el caso de la líder de Sumar, Yolanda Díaz.
Sánchez se niega a explicar cuántas veces vio y para qué a Barrabés y dijo no conocerle pese a haberle ensalzado antes en público
Los encuentros del presidente con Barrabés, confirmados por éste, coinciden con los que la propia Gómez mantuvo en La Moncloa con el rector de la Universidad Complutense, tras los cuales se creó una «cátedra» de Transición Social Competitiva con el mismo nombre con el que luego fundó una empresa privada hoy bajo sospecha por explotar un software financiado por la institución académica y hasta tres multinacionales.
Sánchez dijo no conocer a Barrabés cuando prestó declaración como testigo ante Peinado, en un tenso interrogatorio, pese a que el empresario sí reconoció encuentros con él y el propio presidente del Gobierno ensalzó en público, tiempo atrás, las excelencias de su corporación.
«El Grupo Barrabés, que he tenido yo también ocasión de poder conocer en primera persona que bueno, en fin, pues ya sabemos que partió de un negocio familiar de material de montaña en Benasque (Huesca) y ha dado lugar a un gran conglomerado de compañías que prestan servicios de todo tipo de consultoría, de asesoría, de formación, de comunicación a compañías no solamente de toda Europa, sino de todo el mundo», dijo el secretario general del PSOE en Zaragoza, un 22 de enero de 2021.
La insurgencia de Sánchez hacia resoluciones legalmente vinculantes se parece a la que él mismo protagonizó para esconder el uso del Falcon, saldada con una reprimenda de la Audiencia Nacional, y la de Yolanda Díaz para ocultar sus gastos en viajes, restaurantes y hoteles, resuelta por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid a instancias de El Debate, que obligó a la vicepresidenta a confesar que gastó más de 44.000 euros, en un solo año, en esas controvertidas excursiones.
La desobediencia de Sánchez le llevó a desatender el mandato de remitir la relación de «visitas oficiales mantenidas en el Palacio de la Moncloa por Doña Begoña Gómez con Carlos Barrabés; con el CEO y/o personal directivo de Globalia; y con personal perteneciente a la cátedra del Instituto Empresa desde el año 2019 hasta la actualidad».
Del mismo modo, tampoco ha aclarado la cantidad de reuniones que han tenido lugar en la sede de la Presidencia con el rector de la UCM, Carlos Goyache, otro de los imputados en la causa que, en sede judicial, manifestó que fue la secretaria de Begoña Gómez la que le citó en La Moncloa para mantener una reunión con la esposa del presidente y abordar la creación de la Cátedra de Transformación Social Competitiva.
Día negro para los Sánchez
El varapalo personal a Sánchez se suma al sufrido por su esposa, objeto de una investigación judicial que no han podido detener ni las presiones corales del Gobierno, con hasta cuatro ministros acusándole poco menos de prevaricación, ni las querellas al juez Peinado presentadas por el matrimonio ni el llamativo apoyo de la Fiscalía a sus intereses.
Gómez seguirá bajo investigación judicial por sus actividades bajo el paraguas de una cátedra que consiguió pese a no ser licenciada, no acreditar méritos y carecer de control durante sus primeros cursos. La sospecha de que la utilizó para generar negocio a quienes a su vez se asociaban a ella está en el eje de las pesquisas, solventadas por su marido con una desaparición inicial y, a continuación, con la elaboración de un «Plan de Regeneración de la Democracia» destinado a consolidar sus ataques a la justicia y a la prensa.