
Los jóvenes de Otegi celebran el 12-O tirando el único toro de Osborne que quedaba en Navarra
Los jóvenes de Otegi celebran el 12-O tirando el único toro de Osborne que quedaba en Navarra
El alcalde de la localidad donde se encontraba, Tudela, advierte a los autores: «Si os creéis que España se tira de un empujón, vais listos»
La izquierda abertzale repite una y otra vez el mantra de que el 12 de octubre no hay nada que celebrar, pero lo cierto es que cada año se empeñan en dar la nota conforme se acerca la Fiesta Nacional. Y en este caso, las juventudes de Sortu, partido mayoritario en la coalición Bildu, han optado por derribar el único toro de Osborne que quedaba en las carreteras navarras y que se ubicaba en el término municipal nada euskaldún de Tudela, en el sur de la Comunidad Foral.
«No queremos un símbolo que promueva el españolismo», afirman los cachorros de Otegi en el mensaje que han acompañado a la publicación del vídeo donde se muestra todo el proceso de derribo del toro de Osborne, desde señalizar en qué parte de la estructura metálica que sostiene la figura tenían que hacer el corte, hasta el derribo final una vez cortados los hierros.
El alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, pidió la reinstalación del símbolo lo más rápido posible y lanzó un mensaje a los autores de este hecho a través de las redes sociales: «Si os creéis que España se tira de un empujón, vais listos. Somos más, somos mejores. Nadie, nunca, va a venir a Tudela a decirnos lo que somos, lo que tenemos que sentir y lo que queremos ser».
Se trata de la segunda vez que los jóvenes abertzales derriban esta figura, ya lo hicieron en el año 2015, la misma organización, heredera de las ilegalizadas Jarrai y Segi, y con el mismo motivo, su particular «celebración» de la Fiesta Nacional.
Patrimonio cultural
En Navarra llegó a haber hasta tres toros de Osborne. Uno en las afueras de Pamplona que fue retirado en 1982, otro en la localidad de Alsasua que se quitó en 2000 y el de Tudela, que lleva allí desde los años 60.
De hecho, el Gobierno de Navarra se agarró a una ley foral para mantenerlo cuando en 1994 el Gobierno publicó un Reglamento General de Carreteras para retirar los toros, pero que no llegó a llevar a cabo esta iniciativa, ya que el Congreso de los Diputados declaró los toros de Osborne como «patrimonio cultural y artístico de los pueblos de España» y en 1997 el Supremo dictaminó que había que mantener estas figuras por el «interés estético y cultural».