La lluvia desluce el desfile militar pero el público se mantuvo fiel a la cita
La tromba de agua que ha caído sobre Madrid ha impedido la celebración del desfile aéreo
Una fuerte lluvia, que ha alcanzado momentos de torrencial, ha deslucido en cierta manera el desfile militar que ha tenido lugar en Madrid como conmemoración del Día de la Hispanidad y Día de la Fiesta Nacional. Eso sí, no ha impedido que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya vuelto a recibir una sonora pitada a pesar de los intentos de Moncloa de apartar al público.
La lluvia no ha querido perderse, igual que miles de ciudadanos, el desfile militar, uno de los más grandes de los últimos años. Pero su presencia ha impedido que tuviera lugar el desfile aéreo, donde iban a sobrevolar Madrid 84 aeronaves y ha imposibilitado igualmente que la bandera nacional que iba a presidir el desfile descendiera en paracaídas desde los cielos.
A pesar de todo, como cada año, miles de ciudadanos han ocupado en toda su extensión, menos en las proximidades de la Tribuna de Autoridades, los 1540 metros del Paseo del Prado de Madrid que recorría el desfile. No han podido contemplar los aviones surcando el cielo, pero sí han podido disfrutar con los vehículos acorazados que han desfilado entre los 166 vehículos militares que formaban parte del desfile.
Así que ha sido un desfile más breve, de unos 40 minutos. Pero no ha estado exento de una intensa emoción cuando los soldados pasaban ante el Rey Felipe VI en el Paseo del Prado de Madrid y cuando éste ha homenajeado a los caídos en acto de servicio durante este año. Muchos pensamientos han ido al teniente coronel Pablo Estrada, que perdía la vida el pasado día 4 al estrellarse el F-18 en el que se entrenaba.
Muy aplaudidos han sido, además del Rey Felipe VI, el paso de los Regulares de Ceuta con sus vistosos uniformes con capa, los militares de Montaña, que este año acudían desde Pamplona y sobre todo 'Killo', la cabra de la Legión, que este año se estrenaba en el desfile del 12-O.
Este año, la Tribuna de Autoridades ha contado, por primera vez en 14 años, con la presencia del presidente de Cataluña, que desde el pasado mes de agosto está en manos del socialista Salvador Illa. En cambio , quien no ha estado, además del lendakari vasco, Imanol Pradales, que ni estaba ni se le esperaba, ha sido con la ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego, ya que Izquierda Unida ha optado por ausentarse del desfile.
Motivos de enfado ciudadano
La rebaja de las penas de cárcel para los presos de ETA y, más recientemente, el escándalo destapado por la propio Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que ha mostrado las incongruencias de mensaje de Sánchez acerca del viaje de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y respecto a la trama Koldo de compra de mascarillas, han indignado más si cabe a unos ciudadanos ya que venían enfadados por la amnistía e indultos acordados con los golpistas de Cataluña.
Moncloa, como viene haciendo tres años ya, había apartado al público varios cientos de metros de la Tribuna de Autoridades para evitar que el presidente del Gobierno escuchase los silbidos. Pero no ha impedido que cientos de personas mostrasen su indignación por la política de servidumbre al independentismo que está llevando a cabo.