Marga Prohens: «No vamos a perdonar ni un euro de los ciudadanos de Baleares a la trama del PSOE»

Margalida Prohens Rigo (Campos, Mallorca, 24 de mayo de 1982) es la presidenta de las Islas Baleares desde julio de 2023 después de que el PP ganara las elecciones autonómicas de ese año y de que consiguiera arrebatar el liderazgo del Ejecutivo regional a la socialista Francina Armengol. Durante su entrevista con El Debate la baronesa 'popular' ha manifestado que «desgraciadamente el Gobierno de Pedro Sánchez gobierna contra las comunidades».

— Tras la ruptura con Vox, usted ya ha comunicado que la hoja de ruta de su Ejecutivo es su programa electoral. ¿Les forzó Vox a incluir en su pacto aspectos con los que su partido no estaba de acuerdo?

— Desde el respeto mutuo de dos formaciones políticas que son diferentes, que tienen planteamientos diferentes —y que además tienen puntos de vista y maneras de entender la sociedad diferentes— conseguimos ponernos de acuerdo en 110 puntos en común fruto de largas conversaciones, pero que no suponían ni traicionar a los votantes de Vox por parte de Vox, ni traicionar a los votantes del Partido Popular por parte del Partido Popular. Era la suma de dos programas de gobierno distintos y de una voluntad con la que entendimos muy bien que lo que tenía que primar era la generosidad de ambos partidos para que el cambio, después de ocho años de políticas de izquierdas, intervencionistas y nacionalistas, llegara de verdad a los ciudadanos de Baleares.

De este pacto inicial de 110 puntos, cuando el pasado mes de julio Vox decide romper unilateralmente los acuerdos de gobernabilidad con el PP, nosotros llevábamos cumplidos, o bien en vías de cumplir, el 80 %. Y del programa de gobierno del Partido Popular puedo manifestar con orgullo y sin autocomplacencia —sino desde la máxima autoexigencia— que en el primer año llevamos cumplidos más del 70 %. Queda muchísimo por hacer, queda también muchísimo por negociar, muchísimo por pactar; también con Vox. Pero en Baleares el escenario no es tan cambiante porque llevamos desde el primer momento de la legislatura pactando todas las iniciativas.

— El PP y Vox están llamados a gobernar juntos tanto a nivel nacional como regional, y muchos votantes de derechas no entienden sus últimos choques. ¿Cómo los explica?

— Yo no lo llamaría choques, lo llamaría que hay discrepancia de opiniones. No hay un pacto ya de gobierno por voluntad de Vox, y discrepamos en muchos puntos, pero aun así estamos de acuerdo en muchos otros. Seguimos negociando y hablando muchísimo de todas las iniciativas legislativas. Así que yo no hablaría de choques en ningún caso.

— ¿Qué implica el concierto catalán que Sánchez ha pactado con el separatismo?

— El cupo catalán, o lo que es lo mismo, la independencia fiscal que el Gobierno, el Partido Socialista y Pedro Sánchez han decidido regalar al Gobierno de Cataluña es una mala noticia para el Estado autonómico; que ha supuesto la mayor época de bienestar, de prosperidad, de progreso y de estabilidad de la historia de España.

Las cosas que nos incumben a todos, y la independencia fiscal de Cataluña nos incumbe a todos, hay que pactarlas entre todos. Nosotros no vamos a aceptar pactos en oscuros despachos. Exijo que se nos convoque de una vez por todas a la Conferencia de Presidentes, que hablemos todos los presidentes mirándonos a los ojos —con nuestros puntos en común y también, evidentemente, con nuestras divergencias—. Pero quien tiene que tomar la iniciativa y poner sobre la mesa qué sistema de financiación quiere es el Gobierno de España.

Yo hablo, además, desde la potestad que nos da ser una comunidad aportadora al sistema. Madrid, Baleares y Cataluña somos las tres comunidades aportadoras al sistema. Si una de las tres deja de aportar, como con la independencia fiscal de Cataluña, ¿qué pasa con el resto? ¿Debemos aportar más Madrid y Baleares? ¿Van a dejar de recibir menos las comunidades que son perceptoras del sistema de financiación? ¿Nos van a subir los impuestos a todos los españoles? Como defensora del Estado de las autonomías me niego a cualquiera de estos tres supuestos, pero sobre todo me niego a que los ciudadanos de Baleares paguen de sus bolsillos —y paguen de sus impuestos— la independencia fiscal que Pedro Sánchez ha decidido, solo por conveniencia suya, regalarle al Gobierno de Cataluña.

Semana tras semana recibimos amenazas del Gobierno de España

— El Gobierno de Pedro Sánchez ha recurrido la derogación de la Ley de Memoria de Aragón ante el Constitucional. ¿Temen que si ustedes hacen lo propio con la suya pase lo mismo y el Ejecutivo lo lleve al TC?

— El Gobierno de Pedro Sánchez está recurriendo prácticamente todo lo que aprobamos desde las comunidades. Pero no solo esto, desgraciadamente el Gobierno de Pedro Sánchez gobierna contra las comunidades; que no tenemos que olvidar que las comunidades autónomas somos también Estado, formamos parte de toda la arquitectura institucional del Estado y somos los representantes ordinarios del Estado en nuestras comunidades.

El Partido Socialista que se ha despertado como federalista tendría que ser primero autonomista. Actualmente, el principal enemigo del Estado de las autonomías y de los Estatutos de Autonomía es el Partido Socialista y es Pedro Sánchez. Lo digo muy a mi pesar, porque en un Estado autonómico —en el que yo creo, y que yo defiendo profundamente— se está viendo atacado como nunca se había visto antes en democracia. Semana tras semana recibimos amenazas del Gobierno de España.

— Ha generado mucho revuelo la propuesta del PP de Conciliación por la posible jornada de cuatro días, con críticas de Esperanza Aguirre e incluso de Ayuso. ¿Qué opinión le merece esta medida?, ¿cree que es una propuesta de izquierdas?

— Los derechos, las cosas que son de justicia, que son reclamaciones de la sociedad, no son ni de izquierdas ni de derechas. No podemos hablar de fomentar la maternidad, de poner las familias en el centro de la acción política —que es algo que va muy en la línea y en los programas del Partido Popular— si no hablamos de conciliación.

El principal problema que existe en nuestro país cuando hablamos de maternidad en estos momentos es la conciliación y la corresponsabilidad. La principal causa de desigualdad entre hombres y mujeres hoy en día llega cuando llega la maternidad y cuando llegan las renuncias vinculadas a la maternidad. Soy de una generación de mujeres que hemos decidido no renunciar a nada: a ser madres, a formar nuestra familia, no renunciar a nuestra carrera profesional, no renunciar a nuestra vida social, no renunciar a nuestro ocio, a nuestro cuidado personal. Todo esto es muy complicado y requiere también de la intervención y de la ayuda de las administraciones públicas.

No solo estoy de acuerdo con la Ley de Conciliación de Alberto Núñez Feijóo, sino que desde el Gobierno de las Islas Baleares el viernes aprobamos el anteproyecto de ley de la primera Ley de Conciliación de Baleares, que no ha venido por la izquierda, que ha venido con un Gobierno del Partido Popular y fruto de la mesa de diálogo social y con un consenso tanto de patronales como de sindicatos.

— Solo 11 de los 339 colegios de Baleares se han acogido a su plan de libre elección de lengua que garantiza que se estudie por igual en catalán y en español. ¿Considera que la medida es un fracaso?

— No. Considero que responde como ha estado planteada desde el primer momento y en algo que para mí es irrenunciable: la libertad. La libertad de las familias, en este caso, de poder elegir por primera vez en Baleares la primera lengua de escolarización de sus hijos. Hay más de 3.000 familias que han podido elegir si catalán o castellano en la educación de sus hijos. Y después, la puesta en marcha de un proyecto piloto pactado con Vox para ir paso a paso en incrementar la presencia de la lengua española en las asignaturas troncales dentro de las etapas más avanzadas de la educación obligatoria.

La premisa siempre ha sido también la libertad de los centros. No hay dos centros educativos iguales. Lo que era la responsabilidad del Gobierno, y así lo hemos hecho, era no solo salvaguardar esta libertad, sino también poner a disposición todos los medios económicos y materiales para que el curso pudiera iniciar con normalidad y para que el plan piloto se pudiera desarrollar con normalidad. Un plan piloto, además, que va a continuar y que yo estoy segura de que si los padres y los centros ven que ha funcionado este primer año, en los años posteriores serán más centros los que se vayan sumando.

— ¿Entonces, garantiza a los padres de Baleares que sus hijos puedan estudiar en castellano?

— Por primera vez ha habido 3.000 familias que han podido elegir la primera lengua de escolarización. Esto no había sido posible en Baleares. De estas 3.000 familias, la realidad es la que es. Hay que respetar tanto la libertad de unos, pero también la libertad de los otros. El 80 % de las familias han decidido escolarizar a sus hijos en lengua catalana y el resto, básicamente un 20 % aproximadamente, en lengua castellana. Y para mí hay que respetar tanto a unos como a otros, porque por eso nuestro Estatuto de Autonomía reconoce que tenemos dos lenguas cooficiales. No me van a encontrar nunca en la confrontación lingüística. Para mí la lengua es un instrumento maravilloso de comunicación.

Creo que la inmensa mayoría de la sociedad está en el centro y que tenemos que ser capaces de escucharnos a todos

— ¿Por qué deben los menores de 16 años entrar a los toros acompañados por un mayor de edad?

— Es algo también de la libertad, que es el fundamento de las democracias liberales en el que creo profundamente. Hay que respetar la voluntad de cualquier persona de ir o no ir a los toros. Mientras no me obliguen a mí, pues que cada uno haga el mejor ejercicio de su libertad. Vox nos pidió volver a algo que, por otro lado, está presente en todas las normas de prácticamente el resto de España –que solo era en Baleares y me parece que en alguna otra comunidad, pero que en ningún caso la mayoría– que se prohibía la entrada de los menores. Creo que son las familias, que son los padres, quienes tienen que decidir dónde van o donde dejan de ir sus hijos.

— La UCO señala a Sánchez como «el 1» en los casos Delcy, Air Europa y del «binomio Koldo-Ábalos». ¿Qué responsabilidad debería asumir el presidente del Gobierno?

— Las últimas informaciones lo que dejan claro es que no estamos ni ante la trama de Koldo, ni ante la trama de Ábalos, sino ante la trama del PSOE y, por supuesto, de Pedro Sánchez. Tenemos en estos momentos un presidente del Gobierno cada día más cercado por la corrupción y en un callejón sin salida. La situación de Sánchez es ya insostenible y a estas alturas en cualquier democracia moderna la única salida sería la convocatoria de elecciones generales.

— Koldo le dijo a Armengol como presidenta de Baleares «vale, cariño, te mantengo informada de todo» después de que esta le pasara el número de teléfono de su consejera de Salud. ¿Qué supone esta conversación? ¿Hay una sombra de corrupción que pesa sobre el Gobierno de Armengol?

— Primero se dijo que no había nada, nadie era capaz de decir quién del anterior Govern de nuestras islas había hablado con Koldo, después, en las comisiones de investigación ya se supo que era el señor Palomino, último director del Servicio de Salud con Armengol quien había cerrado la compra de mascarillas, y ahora, y pese a haberlo ocultado durante casi ocho meses, sabemos que Armengol se wasapeaba con Koldo, y por los mensajes se ve una indudable complicidad, como evidencia ese «cariño». Nosotros llevamos desde que estalló el caso en febrero trabajando en la reclamación de los 4 millones pagados por las mascarillas que acabaron caducadas en un almacén, y ahora auditaremos los contratos de PCRs derivados de esa conversación entre Armengol y Koldo, porque no vamos a perdonar ni un euro de los ciudadanos de Baleares a la trama del PSOE.

— En mayo, en la Comisión de Investigación del Parlamento de Baleares, Armengol afirmó que nunca habló con Koldo de contratación ni material sanitario. ¿Mintió entonces?, ¿qué pasos políticos van a tomar en este caso?

— Resulta evidente. Armengol dijo de manera rotunda que nunca había hablado de la contratación de empresas con Koldo y ahora sabemos que incluso le pasó el contacto de su consejera de Salud. Está claro que Armengol no dijo la verdad. A partir de aquí, deberá ser a nivel del Congreso y del Parlament donde se valore el proceder ante este hecho.

— ¿Se define como una persona de centro, de centroderecha, centroizquierda, liberal…?

— Me defino sobre todo como una persona de centro, como una persona que cree que en el centro, que en la moderación está la virtud del progreso de las sociedades. Huyo de dogmas preconcebidos, huyo de los populismos, huyo de los extremismos porque creo que la inmensa mayoría de la sociedad está en el centro y que tenemos que ser capaces de escucharnos a todos, de ponernos de acuerdo. Me defino también, evidentemente, como una política liberal, y lo dije en mi discurso de investidura.