En profundidad
Retrato robot del votante de Alvise Pérez: qué les hace distintos del resto
Target Point traza para El Debate un perfil de los simpatizantes de SALF, que tienen varias singularidades respecto a los del resto de partidos
Hombre, de menos de 39 años, con estudios básicos, trabajador, con ingresos netos inferiores a 2.700 euros al mes, exvotante de Vox, que se declara católico no practicante y que vive en municipios de no más de 50.000 habitantes, sobre todo de Andalucía. Ese es el retrato robot del votante del hoy eurodiputado Alvise Pérez, que sigue disparando contra todo y contra todos después de reconocer que cobró 100.000 euros en efectivo de un empresario de las criptomonedas.
La encuestadora Target Point ha realizado un perfil de lo que caracteriza a los simpatizantes de Se acabó la fiesta, y hay particularidades notorias; más allá de que, en su mayoría, en el pasado fueron votantes de Vox —el 30,7 %—, del PP —el 19,6 %—, no votaban —el 17,2 %— o en las europeas lo hicieron por primera vez —el 12,3 %—.
De entrada, destaca el altísimo porcentaje de hombres. El resto de los partidos tiene una media de más votantes mujeres que hombres, sensiblemente: el 51,7 %. Pero, en el caso de SALF, la brecha de género es abismal: el 71,3 % de sus votantes son hombres y solo el 28,7 %, mujeres.
Respecto al rango de edad, el fuerte de Alvise son los jóvenes, claramente, frente al envejecimiento de los votantes de las formaciones tradicionales. Para los demás partidos, la franja de entre 18 y 29 años supone el 13 % de sus votantes. Para SALF, el 24,5 %. En la siguiente, la de 30 a 39 años, la diferencia es aún mayor: para la ardilla jefe son el 33,3 % de sus votantes, la tercera parte. Para el resto, el 15,8 %.
Otra especificidad. Alvise tiene menos votantes con estudios superiores que la media del resto de los partidos, pero más que la media con estudios de Secundaria o Formación Profesional. En su caso, uno de cada cinco votantes ha terminado la Secundaria y nada más. En el caso del resto, ese porcentaje baja hasta el 14,8 %.
En cuanto a la situación laboral, los votantes de SALF son mayoritariamente trabajadores y apenas hay pensionistas. Dos datos que los diferencian, y mucho, de los de los demás. Estos últimos tienen de media un 52,4 % de votantes trabajadores. En el caso de Alvise son el 76,1 %, tres de cada cuatro de sus votantes. Respecto a los pensionistas, para SALF son solo un 2 % de su cuerpo electoral, frente al 23,3 % que representan para otras formaciones.
Entre los solteros, Alvise tiene más predicamento que otros. Para SALF, estos equivalen al 45,4 %. Para el resto suponen el 32,6 % de sus votantes. Aunque el ahora eurodiputado tiene simpatizantes por toda España, su principal caladero es Andalucía —él es sevillano—. Uno de cada cuatro de sus votantes procede de allí. En el caso de los demás partidos, ese porcentaje es del 18,6 %. Cántabros, castellano-manchegos, extremeños y murcianos también tienen más peso en su base electoral que para otros partidos.
Por último, el 56 % de los votantes de SALF vive en municipios de menos de 50.000 habitantes. Y, uno de cada cuatro, en localidades de 2.001 a 10.000 habitantes.