Imágenes de las aglomeraciones en Atocha
Expulsan a periodistas de Telemadrid de Atocha durante el caos por el descarrilamiento de un tren
La prensa fue retirada de la estación bajo el pretexto de «razones de seguridad», mientras el colapso afectaba a miles de pasajeros
La noche del sábado en la estación de Atocha, Madrid, estuvo marcada por el caos y la confusión tras el descarrilamiento de un tren vacío que interrumpió el tráfico ferroviario entre Puerta de Atocha y Chamartín. Mientras los pasajeros lidiaban con largas demoras y la paralización de múltiples servicios de alta velocidad, periodistas de Telemadrid fueron expulsados de la estación, impidiéndoles informar en directo sobre la situación. Las autoridades alegaron «razones de seguridad» para justificar la retirada de los medios, pero la medida ha generado polémica y acusaciones de censura encubierta.
La situación afectó a miles de viajeros, con trenes AVE, Alvia, Avant y Cercanías detenidos en varias estaciones. Algunos pasajeros varados utilizaron redes sociales para retransmitir la escena dentro de la estación, mostrando imágenes del colapso mientras las restricciones informativas a los medios oficiales levantaban críticas. En particular, la prohibición de hacer directos fue vista como un intento de minimizar el impacto mediático de una jornada especialmente complicada.
Además del descarrilamiento, un incidente simultáneo complicó aún más el tráfico ferroviario cuando una persona accedió a una zona no autorizada en la estación de Atocha y amenazó con saltar desde una pasarela, obligando a interrumpir la circulación de trenes desde las 19:30 horas. Este hecho activó el protocolo de emergencias y retrasó la normalización del servicio.
A pesar de la situación crítica, Renfe confirmó que no se produjeron heridos en ninguno de los incidentes, y que la estación de Puerta de Atocha permaneció abierta durante la noche para facilitar la salida de los trenes afectados. No obstante, las críticas hacia la gestión de la crisis no tardaron en surgir, con exigencias de dimisión del ministro de Transportes, Óscar Puente, quien fue señalado por algunos como responsable del manejo deficiente del colapso.
El incidente ha vuelto a poner en debate el control de la información en situaciones de emergencia, y la decisión de Adif de restringir la presencia de la prensa ha sido duramente cuestionada, especialmente cuando los propios viajeros ya estaban compartiendo en tiempo real lo que sucedía dentro de la estación.