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Un agente de delitos informáticos de la Guardia CivilGuardia Civil

La corrupción del Gobierno de Sánchez

Interior destinó al guardia civil de la trama Koldo a la embajada de Venezuela, donde viajó gratis con Air Europa

El comandante Rubén Villalba, captado por Aldama en la Unidad de Información de Navarra, fue designado enlace de España en Caracas. Antes había visitado el destino, con un socio de Aldama y de la mano de un empresario local que pagó la estancia

El cuatro de octubre de 2023, dos de los posteriormente detenidos en la Operación Delorme, más conocido como caso Koldo, volvieron desde Venezuela a España con Air Europa. El dato no tendría mayor relevancia si no fuese porque la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil investiga, desde el informe 207/2024 pero también en el último entregado en la Audiencia Nacional, relativo al ex ministro de Transportes José Luis Ábalos, las conexiones entre el dinero en efectivo manejado por la trama corrupta, que salpica al Gobierno por la compraventa de mascarillas de manera supuestamente irregular, y la posible financiación de la misma por parte de varios empresarios venezolanos.

Los pasajeros de aquel vuelo, sobre el que los agentes ponen el foco en varias ocasiones durante las pesquisas, fueron Ignacio Díaz Tapia, uno de los socios principales del presunto conseguidor Víctor de Aldama en la trama corrupta, Dino di Lanni (director financiero de Duro Felguera) –que junto con Air Europa fueron las dos primeras empresas rescatadas por el Gobierno de Pedro Sánchez en pandemia– y Rubén Villalba, el guardia civil detenido por su implicación en los negocios opacos de la «organización criminal» investigada, de la que supuestamente recibió 'mordidas' de hasta 2.000 euros mensuales.

«Hacer constar que, al menos, en una ocasión habrían coincidido en un vuelo junto a otro de los investigados [Tapia]. Así pues, con fecha 28/09/2023, en el vuelo nº 0134 que cubría la distancia Madrid-.Caracas, perteneciente a Air Europa, coincidieron Tapia-Villalba y Dino», destacan los investigadores. Se da la circunstancia de que la aerolínea les proporcionó los billetes sin coste, de manera que los pasajeros sólo habrían abonado las tasas aeroportuarias obligatorias en su desplazamiento con destino a la capital del país caribeño.

Además, junto con ellos viajó una cuarta persona, un hombre de negocios venezolano, distinto de Luis Gerardo Huiza, también venezolano y socio de la empresa Pronolab, quien corrió con los gastos de alojamiento de los visitantes, en el hotel en el que se registraron durante su estancia.

Un destino para el comandante Rubén

Cabe recordar, llegados a este punto, que el agente llamado Rubén Villalba Carnerero, fue trasladado poco tiempo después como agregado de Interior en la embajada de España en Caracas. Un dato que no tendría nada de especial si Villalba, antes comandante de una unidad de Información de la Guardia Civil en Navarra, no hubiese sido detenido, tras el insólito viaje y su nombramiento, como nexo de la trama corrupta, presuntamente encabezada por el conseguidor Víctor de Aldama, en el Ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska.

De hecho, el propio Marlaska se vio obligado a dar todo tipo de explicaciones acerca de la elección de Villalba para el jugoso destino venezolano de un guardia civil sin una trayectoria «especialmente destacable» –y señalado en el marco de las actuaciones judiciales dirigidas por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, por varios delitos de organización criminal y cohecho– a un puesto con estatus diplomático, con las inmunidades aeroportuarias y aduaneras que ello conlleva y vinculado a criterios de libre designación.

No en vano, para aupar al comandante Rubén, el ministro del Interior tuvo que cesar al anterior elegido, calificado como un «agente impecable» por el personal diplomático. A comienzos de febrero de este mismo año, el teniente coronel Santiago Ramón Alonso Pradillo que sirvió a tres embajadores distintos, y tras «cumplir cinco años de excelente gestión», se despedía del país iberoamericano.

En su lugar, Marlaska enviaría a Rubén a quien nada más precipitarse las entradas, registros y detenciones ordenadas por la Audiencia Nacional, el pasado mes de febrero de 2024, en la hasta entonces pieza secreta del caso Koldo, el instructor le tomaba declaración y acordaba mantenerle en libertad, eso sí, con medidas cautelares como la retirada del pasaporte y la prohibición de abandonar el país.