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El exministro José Luis Ábalos y su asesor Koldo GarcíaEP

Investigación

Un disco duro y dos pendrives de Ábalos amenazan al Gobierno: «Lo que hay es muy gordo»

La UCO está a punto de desencriptar el soporte informático donde hay numerosas grabaciones y fotografías «privadas y personalísimas»

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil está a punto de desencriptar un disco duro y dos pendrives propiedad del exministro José Luis Ábalos. Tal y como ha podido saber El Debate, estos soportes informáticos fueron intervenidos por los investigadores en casa de su asesor Koldo García. Cuando los agentes se los llevaron, el cabecilla de la trama dijo: «Lo que hay dentro es muy gordo y no vais a poder desencriptarlo». Mientras tanto, el exministro solicita a la Audiencia Nacional que se le devuelva alegando que contienen material «privado y personalísimo».

Los investigadores hallaron el disco duro y los pendrives en un estuche similar a una funda para guardar zapatos. Fue de los últimos objetos que intervinieron durante el registro policial en la vivienda de Koldo en Benidorm el pasado 21 de febrero. Tras ver que los agentes se interesaban por el interior de lo que había dentro de una especie de bolsa de color oscuro, el asesor de Ábalos, en un tono nervioso, dijo: «Eso no es mío, es de Ábalos». Seguidamente añadió: «Lo que hay dentro es muy gordo y está encriptado. No vais a poder abrirlo». Los agentes, por su parte, precintaron los soportes en una bolsa transparente y abandonaron la vivienda.

Durante estos ocho meses, la UCO ha estado trabajando sobre ellos. Fuentes de la investigación trasladan a este periódico que la apertura del disco duro y de las dos memorias USB es inminente. Las pesquisas encontradas hasta ahora hacen creer a los agentes encargados del caso que entre el material que puede haber en el interior de los dispositivos podría haber grabaciones y documentos sensibles. Desde que el ex ministro solicitó esta devolución ha rebajado notablemente sus apariciones en televisión. «Voy a seguir luchando por mi inocencia», alegó tras abandonar su colaboración en Todo es mentira de Cuatro.

El pasado 31 de julio, su defensa remitió un escrito a la Audiencia Nacional donde explicaba que cuando fue cesado como ministro hace tres años hizo copias del contenido del ordenador que utilizaba en ese momento. En esas memorias portables, según el escrito, guardaba «información de carácter absolutamente privado y personalísimo y, en definitiva, sin información que contribuya a la investigación de la causa cuyo trámite sigue este juzgado». De la misma manera, explica que fue Koldo quien se encargó de guardarlo en su casa pero no indica el motivo. «Hay documentos personales y laborales», sostiene.

Al mismo tiempo que solicita la devolución del disco duro y los pendrives argumentando razones de privacidad, muestra temor a que la información pueda ser «filtrada o puesta en conocimiento de la opinión pública». De ver la luz la información, sostiene, que «sin duda vulneraría gravemente mi derecho a la no difusión de datos personales y a mi propia intimidad». La UCO está ultimando la apertura de este disco mientras analiza el volcado telefónico de los miembros de la trama. En total hay miles de chats, documentos, fotografías, grabaciones y archivos que siguen siendo procesados y que serán entregados al magistrado Ismael Moreno en un próximo informe.

Dos nuevos implicados

El Debate ha publicado este lunes que, en paralelo, la UCO ha implicado a dos nuevos altos cargos del Gobierno en los contactos que miembros del Ejecutivo mantuvieron con la trama: Pedro Saura, en la actualidad presidente de Correos, y Bartolomé Lora, vicepresidente de la SEPI, dependiente del Ministerio de Hacienda. Los investigadores han acreditado ante el juez que ambos contactaron con Javier Hidalgo, CEO de Air Europa, para asegurarle el rescate de 475 millones de euros. Estos contactos tuvieron lugar meses antes de que el Consejo de Ministros diera luz verde a la tramitación de la inyección estatal.

Los agentes han interceptado una conversación que Ábalos mantuvo por WhatsApp con el empresario Víctor de Aldama donde este último le pidió que llamara a Hidalgo «para tranquilizarle porque estaba muy nervioso». En el chat se lee cómo Aldama le escribe al exministro: «¿Puedes llamar a Hidalgo? Que nadie le dice nada y el pobre está mirando el móvil». Por su parte, Ábalos, respondió: «Me dijeron que lo llamaban esta mañana». Ante ese mensaje Aldama escribió: «No le llamó nadie todavía. Mira por favor si puedes hacer algo». Y el exministro hizo caso al empresario, ya que pidió a Pedro Saura, en ese momento su mano derecha -ostentaba el cargo de secretario de Estado de Transportes y hoy es el presidente de Correos- que contactara con Hidalgo.

Así se lo hizo saber Ábalos a Aldama: «Ya le dije a Saura que lo llamara». Esta gestión fue agradecida por Aldama: «Ok, gracias». El extitular de Transportes, sin que el cabecilla de la trama volviera a insistir, decidió reenviarle un mensaje que a su vez le había mandado a él Bartolomé Lora, vicepresidente de la SEPI, el organismo que canalizó el rescate a la compañía.

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