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María Jesús Montero y Santos Cerdán, en FerrazEugenia Morago/ PSOE

La misma moneda

Sánchez ordena al PSOE entrar al cuerpo a cuerpo judicial contra el PP

Inadmitida la querella de los populares contra los socialistas, estos anuncia que se querellarán contra el PP mientras se quejan repetidamente de que los populares judicializan la política

La inadmisión a trámite de la querella del PP contra el PSOE por financiación ilegal dio este lunes un leve respiro a los socialistas. «El PP, ante su incapacidad para ejercer la oposición, intentó utilizar la Justicia con fines políticos. No le ha salido bien. Efectivamente, señor Feijóo, lo importante era como acababa la denuncia contra el PSOE y ha acabado archivada. Un ridículo más del PP», corrió a felicitarse la vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero.

Pedro Sánchez ordenó a su partido entrar en el cuerpo a cuerpo judicial contra el PP y el PSOE anunció que responderá a los populares con una querella por injurias y calumnias, ojo por ojo. «No todo vale en política (…). El PSOE lucha contra la corrupción, seguiremos defendiendo nuestro buen nombre», anunció Enma López, vocal del comité organizador del próximo Congreso Federal del PSOE. Aunque no será ya mismo, sino «con tiempo, con calma».

La decisión de los socialistas choca con sus quejas recurrentes sobre la judicialización de la política que hace la oposición, porque ahora el PSOE piensa pagar con la misma moneda. En este sentido, el ministro Óscar Puente eligió mal día para quejarse de que existe «una estrategia política que se está siguiendo en el ámbito judicial», con jueces conchabados con el PP para intentar tumbar al Gobierno, según él. «¿Hay alguna duda en este momento de que esto está sucediendo en nuestro país?», se preguntó.

«Creo es que los problemas de los españoles no se arreglan con querellas», aseguró la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar. Pero Yolanda Díaz no se refería a la querella anunciada por el PSOE, sino a la perdida por el PP: «Pediría al PP, que gobierna en 11 comunidades autónomas, que se ponga a gobernar y actúe para bajar el precio de la vivienda», continuó.

«Las mentiras del PP contra el PSOE tienen las patas muy cortas, unos días han durado en los tribunales», señaló Félix Bolaños. El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes confió en que la decisión del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz «sirva para que el PP recapacite y se dé cuenta de que su estrategia de bulos, fango, mentiras y querellas no lleva a ninguna parte».

«Lo que depare la instrucción»

No obstante, en su auto de inadmisión Pedraz incluyó una frase a la que se aferran los populares, porque dejó la puerta entreabierta a la espera de que la investigación avance: no admite la querella ahora, pero «sin perjuicio de lo que depare el transcurso de la instrucción» del caso del fraude millonario de los hidrocarburos. Ello sirvió a los populares para afirmar: «Lo que importa es cómo acaba este caso, no cómo empieza». Que es lo mismo que había dicho Alberto Núñez Feijóo el pasado jueves, cuando la Fiscalía se opuso a que Pedraz diera trámite a la querella.

El PP perdió esa batalla, pero ganó otra. El magistrado que mantiene en prisión sin fianza del empresario Víctor de Aldama aceptó la personación en la causa del PP, Vox, Manos Limpias y Hazte Oír como acusaciones populares. De manera que ambos partidos tendrán información de primera mano, de la misma forma que la tienen de la trama en torno a José Luis Ábalos: también están personados en esa causa, que instruye el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno.

El fraude de los hidrocarburos conecta con el PSOE porque, presuntamente, sus cabecillas pagaron el chalet en Cádiz al exministro de Transportes. Y el piso en la madrileña Plaza de España a Jessica, con quien Ábalos tenía una relación.

El PSOE simuló ayer un empate con el PP a querellas inadmitidas: la de Pedro Sánchez contra el juez Peinado por prevaricación; la del PP contra el PSOE por financiación ilegal. No obstante, hay diferencias sustanciales. Empezando por que el presidente utilizó a la Abogacía del Estado para la suya. Además, el objetivo de la de Sánchez no era un rival político, sino el magistrado instructor del caso de su mujer. La que la propia Begoña Gómez presentó contra Peinado va camino de correr la misma suerte.