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La comentada mímica de bajo estilo de la vicepresidenta Montero en el Congreso

La vicepresidenta y ministra de Hacienda, primera autoridad del Gobierno en ausencia de Sánchez (de viaje en Portugal), ha sacado todo el muestrario de aspavientos en la sesión de control

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha sacado a relucir todo el muestrario de aspavientos durante la sesión de control al Gobierno, un Pleno en el que ha dedicado toda clase de gestos a la bancada del PP.

La vicepresidenta y ministra de Hacienda, primera autoridad del Gobierno en ausencia de Pedro Sánchez (que está de viaje en Portugal) ha perdido los papeles mientras el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, respondía al diputado popular Elías Bendodo. En lo que han durado los dos turnos de respuesta del ministro, María Jesús Montero ha tenido de tiempo de masticar chicle burlonamente y mandar callar a la bancada popular, entre otros gestos que han sido muy comentados a lo largo del día en redes sociales.

Montero ha tenido luego su propio turno de intervención a la pregunta del diputado Juan Bravo, que le ha recordado todas las veces que la corrupción ha entrado en gobiernos de los que ella formaba parte:

«Tiene usted mala suerte, porque en cada gobierno en el que usted participa saltan escándalos de corrupción», le señalaba Bravo a la ministra. «¿Casualidad o causalidad?», añadía. Es así como el popular ha tirado de metáfora sosteniendo que la socialista tiene una EGB. Con esto se refería a la «E»; de los ERE de Andalucía, la «G»; de García Ortiz y la «B»; de Begoña Gómez.

María Jesús Montero ha torcido el foco de la responsabilidad y ha pedido la dimisión de Isabel Díaz Ayuso, sobre la que no pesa imputación alguna.

Montero ha dicho que la situación de la presidenta de Madrid es «insostenible», si bien lo significativo –ha subrayado– «es que el señor Feijóo no le pida la dimisión» y que parezca «asustado». Montero hace referencia a una información de la cadena SER según la cual la pareja de Ayuso, Alberto González Amador, intentó desgravarse en su empresa gastos de sus vacaciones con la presidenta madrileña en agosto de 2021.