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De izquierda a derecha, los magistrados Enrique Arnaldo, Concepción Espejel y Cándido Conde-Pumpido (presidente del TC)

Tribunales

Dos magistrados se oponen a la fórmula de Conde-Pumpido para sortear las recusaciones de la amnistía

Concepción Espejel y Enrique Arnaldo han emitido votos discrepantes con la composición del Pleno del Tribunal para salvar la impugnación del PP contra la ex alto cargo de Moncloa, Laura Díez, y el propio presidente del órgano

Por segunda vez desde que arrancasen los Plenos convocados para tratar, entre otros asuntos, las recusaciones planteadas por Partido Popular contra varios de los magistrados del Tribunal, en las causas sobre la amnistía, el sector izquierdista del Constitucional ha impuesto su mayoría para inadmitirlas.

Los cinco miembros del bloque capitaneado por Cándido Conde-Pumpido –ya que Juan Carlos Campo está abstenido en todas ellas– han hecho valer su posición, este martes, para sortear la impugnación de la magistrada Laura Díez, quien fuera alto cargo de Moncloa con el todavía ministro Félix Bolaños. Frente a la aritmética de la mayoría, dos de los magistrados del ala conservadora -Concepción Espejel y Enrique Arnaldo- se han opuesto, de nuevo, a la fórmula diseñada por el presidente para inadmitir la impugnación presentada por más de 50 diputados y senadores del Grupo parlamentario del PP contra él mismo y Díez.

Y es que estando «conformes con la decisión de inadmisión de la recusación» alegada por los populares «por no concurrir la causa invocada», ambos consideran, sin embargo, que la Corte se ha apartado «en lo que respecta a elementos nucleares de la resolución que son presupuestos de su fundamentación jurídica, tales como la composición del tribunal que ha adoptado la decisión, y el procedimiento seguido en la determinación de su objeto, al dar prioridad en el señalamiento de la deliberación a una de las recusaciones planteadas en la demanda y dejar pendientes para un Pleno posterior la decisión de las demás recusaciones», tal y como han hecho constar en sendos votos particulares emitidos contra la decisión de salvar la impugnación de Conde-Pumpido, a los que ha tenido acceso El Debate, en primicia.

Ambos serán la base para protestar en dos nuevos pronunciamientos a la decisión más reciente, de este martes, para reintegrar a Díez. Un estudio separado y escalonado con el que, a juicio de Espejel la Corte ha venido «apartándose de este modo de los precedentes, en particular los más inmediatos, que han venido resolviendo de forma conjunta la totalidad de las recusaciones planteadas en el mismo proceso», en otras ocasiones y asuntos anteriores.

La que fuera presidenta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional se manifiesta disconforme «respecto del procedimiento seguido que ha llevado a examinar escalonadamente las recusaciones, especialmente las formuladas respecto del presidente y de la magistrada Sra. Díez, planteadas ambas por la misma parte recurrente y recusante en el escrito de demanda del recurso de inconstitucionalidad».

«En muy escasas y excepcionales ocasiones se han resuelto en autos diferentes las recusaciones de dos magistrados planteadas en el mismo proceso», ha afeado Espejel a sus compañeros. Entre los casos más recientes sólo en un par de ellos, el pasado mes de febrero, inadmitieron en dos autos diferentes las recusaciones planteadas en una pluralidad de recursos de inconstitucionalidad respecto de los magistrados Campo y Díez.

Una excepción que, entonces, «quedó justificado por dos razones: las recusaciones no se plantearon frente a los dos magistrados de forma conjunta, sino en escritos independientes para cada uno de ellos; y, no había coincidencia plena en el objeto de ambos autos».

«Por el contrario, desde el inicio de la andadura de este Tribunal, en una muy amplia mayoría de resoluciones han sido resueltas en un solo auto las recusaciones planteadas en el mismo proceso frente a varios magistrados, aunque en todas ellas eran diferentes los hechos en los que los recusantes basaban su argumentación», afea Espejel en su voto particular contra la decisión de Conde-Pumpido de alterar el método tradicional para gestionarlas.

Una discusión jurídica que ha vuelto a provocar la división manifiesta en el seno del Constitucional, entre ambos bloques, a cuenta de la maniobra con la que el veterano jurista gallego se aseguraba, hace un par de semanas, no sólo su participación en las votaciones convocadas en estos días para pronunciarse sobre la tacha de imparcialidad de la magistrada Díez, sino salvar la misma con los 5 votos de sus más afines.

El planteamiento criticado por Espejel y Arnaldo en dos votos particulares ha permitido que, apartándose de la doctrina habitual del TC, Díez haya quedado también rehabilitada, de inmediato, para sumar otro voto a la mayoría a replicar en la sentencia final de la amnistía -hasta el 6 a 4- y, que como todo apunta que sucederá, en los próximos días, les permitirá apartar, sin fisuras, al conservador José María Macías del debate de la norma.

No en vano el miembro más reciente del TC es el ponente designado de la causa cabecera de todas las presentadas, hasta la fecha, contra el borrado penal del procés y, como tal, controla los tiempos que Conde-Pumpido quiere gestionar.