Investigación
La Guardia Civil busca qué miembro de la trama recibió un Rolex que compró el agente que daba los chivatazos
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil está investigando qué miembro de la trama que investiga la Audiencia Nacional se benefició de un reloj de lujo de la marca Rolex que se compró justo antes de que estallara el escándalo. La adquisición, tal y como ha podido saber El Debate, se llevó a cabo por parte del agente policial que, según las pesquisas de los investigadores, se dedicaba a dar chivatazos a la red. En las grabaciones intervenidas por los agentes se escucha cómo Villalba reconocía haber recibido dinero de la red a cambio de favores. También se le escuchaba relatar episodios de pánico al sospechar que la UCO le había interceptado colaborando con la organización.
Villalba acudió a una joyería ubicada en la calle Serrano de Madrid, el 29 de noviembre de 2022. Allí compró un Rolex Submariner por 10.050 euros. Esta cantidad la abonó mediante dos tarjetas bancarias. Con una de ellas pagó los primeros 10.000 euros y con la segunda los 50 euros restantes. Los investigadores mandaron un oficio a la joyería para tener acceso a la ficha de cliente del agente infiltrado en la trama y desde la empresa se remitió un documento con el detalle del modelo que había adquirido, la forma en que la pagó y una copia del formulario que firmó el investigado donde negaba, con la compra, incumplir la Ley de Prevención del Blanqueo de Capitales.
En estos momentos, la UCO está investigando quién era el destinatario final de este reloj, ya que sospechan que Villalba fue a comprarlo para posteriormente dárselo a algún miembro de la red. Hasta ahora sólo había aparecido una joya de estas características en el sumario del caso. Fue también un Rolex propiedad de Koldo García, el asesor del exministro José Luis Ábalos. Sin embargo, los investigadores pronto descartaron que fuera él quien lo encargó ya que la pieza, en realidad, era falsa, por lo que el verdadero propietario de la joya aún no se sabe quién es.
Uno de los paquetes de grabaciones que tiene en su poder la Guardia Civil, cuyo contenido publicó en exclusiva El Debate, contiene decenas de conversaciones que Villalba mantenía con sus jefes. En esos audios se aprecia el miedo que tenía a que fueran descubiertos sus contactos con la trama. «¿No hay nada? Ando jodido, acojonado. Entré en psicosis y pensé que me iba a la cárcel», dice Villalba. Hablaba con un superior al que la UCO no identifica alegando estar protegido por la Ley de Secretos Oficiales. Precisamente, en otra de las grabaciones se escucha a ese superior aleccionar al agente: «¿Entiendo que no le hemos ayudado a llevar a cabo ninguna actividad criminal?».
De la misma manera, ambos reconocieron en los audios haber recibido fondos de la trama que investiga la Audiencia Nacional y también reconocen habérselos gastado. Hablan de «haber recibido pasta» a cambio de favores y señalan: «Mi preocupación es que nos lo hemos gastado». Los investigadores de la Guardia Civil también han hecho llegar al juez más grabaciones donde estos agentes reconocen haberse comunicado con los miembros de la red a través de teléfonos blindados para eludir los pinchazos: «Eso lo pagaba él. Iban dando dinero», dice Villalba en referencia a Koldo.
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