María Jesús Montero anticipa «más información» sobre el novio de Ayuso, excediendo su papel de vicepresidenta
La titular de Hacienda ha vuelto a pedir en el Congreso la dimisión de la presidenta madrileña, sobre la que no pesa investigación alguna
la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha vuelto a cargar contra Isabel Díaz Ayuso en los pasillos del Congreso de los Diputados. Preguntada por la prensa, la número dos del Gobierno ha pedido su dimisión a pesar de que no pesa investigación alguna sobre ella.
A mayores, en ese corrillo, la titular de Hacienda ha excedido su papel y ha dado a entender que habrá «más información» sobre el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, a la que quieren responsabilizar de las presuntas irregularidades fiscales de su pareja.
«Vamos descubriendo cosas que son absolutamente impensables, extravagantes y que desde luego, no delatan ignorancia», ha comenzado diciendo sobre Alberto González Amador. «El señor Feijóo tendría que estar pidiéndole explicaciones a la señora Ayuso y no estar permanentemente echando paletadas de tierra a todas las cosas que conocemos, que surgen... Y me imagino que en los próximos días tendrán ustedes acceso a más información que a todos nos escandalizará».
Estas palabras han sentado muy mal en la Comunidad de Madrid, sobre todo en el contexto actual, con el fiscal general del Estado imputado por revelación de secretos.
Desde su equipo denuncian que España es ya un «estado policial» porque se «violan los derechos civiles de un español: la de Hacienda dice que sacará información reservada».
En esa misma línea se ha expresado también Isabel Díaz Ayuso en el acto de entrega de Premios Influyentes: «España está viviendo el peor momento institucional de su historia democrática (...). Las prácticas que han arrasado con la democracia en muchos países hispanoamericanos han llegado a Europa de la mano de nuestro presidente aconsejado por el anterior, como estamos viendo en los momentos más difíciles de Venezuela».
«En un estado policial, los derechos y libertades civiles están restringidos, y las autoridades tienen capacidad de vigilar, reprimir y castigar a la población con poca o ninguna supervisión judicial», ha concluido Ayuso, en lo que podríamos considerar una alusión directa al vaticinio de María Jesús Montero en los pasillos del Congreso.