FAES afirma que el caso Errejón muestra la «hipocresía» de la izquierda y las «vergüenzas» del Gobierno

La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) –que preside José María Aznar– ha asegurado este viernes que las acusaciones de mujeres al hasta ahora portavoz parlamentario de Sumar, Iñigo Errejón, por acoso sexual y maltrato psicológico, evidencian la «hipocresía» de la izquierda y las «vergüenzas» de la coalición de Gobierno del PSOE y Sumar.

La fundación arremete contra los argumentos ofrecidos por Errejón culpando al neoliberalismo de su comportamiento con las mujeres. «'He sido muy malo, muy neoliberal'. Felicidades por tu autocrítica», exclama FAES, que critica su «discurso alambicado» asegurando que «la culpa es del patriarcado» y que «el ambiente neoliberal te acaba descarriando».

FAES destaca que todo esto se produce en medio de los casos de presunta corrupción que afectan al Gobierno de Pedro Sánchez. Por eso, asegura que al «paisaje de un Gobierno en desbandada, envuelto en un clima mefítico de corrupción y agitación convulsiva, le faltaba »esta nota de pedante hipocresía que remata el cuadro".

«Decididamente, esto se descompone por momentos», recalca FAES en una de sus anotaciones, que ha recogido, en la que subraya que la izquierda lleva «dos siglos dando la paliza con latiguillos maniqueos, oponiendo la ética al interés y todo eso para, al final, quedarte sin 'sujeto revolucionario'»

Según FAES, «entre la vieja y la nueva izquierda» hay «una constante: la hipocresía». «No solo en la anécdota de los comportamientos individuales: la 'persona' y el 'personaje', que diría Errejón. No, entre el discurso y la acción política. Es bastante insostenible pasarte la vida denunciando que en la sociedad burguesa cualquier vínculo humano está mediado por la dominación y luego lloriquear por haberte quedado 'sin chófer ni secretaria» (Ábalos)", añade.

Es más, recalca que es «bochornoso» llamar «'indecente' a un rival político, armar una moción de censura invocando la regeneración y acabar siendo incapaz de responder a la pregunta de si 'uno' se ha reunido o no con Víctor Aldama», en alusión al silencio del presidente del Gobierno cuando le preguntaron expresamente si se había visto con el empresario del caso Koldo.

«Si se repasan las vergüenzas de la coalición escandalosa que nos gobierna, es difícil no cuestionar los baremos éticos de la mayoría parlamentaria que la sustenta, sin dejar por eso de admirar el tamaño de sus tragaderas. Claro que la izquierda siempre tiene a punto el endoso de toda responsabilidad a las 'estructura' sociales», finaliza.