Sánchez, Begoña y el 'paseíllo' en la Asamblea de Madrid

No servirá de mucho ya que Pedro Sánchez no va a comparecer para dar ninguna explicación. Esta semana trascendía cómo la Mesa de la Asamblea de Madrid, con mayoría absoluta del Partido Popular, aceptaba las citaciones del presidente del Gobierno y su «esposa», Begoña Gómez, en la comisión de investigación sobre la cátedra de esta última en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y, de inmediato se planteaban todos los escenarios posibles. Finalmente, Sánchez evitará el interrogatorio en la casa de su mayor rival política, Isabel Díaz Ayuso, pero no podrá evitar el trago a su mujer.

Una instantánea que, más allá de un mero trámite, tendrá al menos la relevancia de permitir un 'paseíllo' menos aséptico y discreto que el vivido por Gómez en sede judicial donde, en las dos ocasiones en las que debió personarse, se blindaron las inmediaciones de los juzgados de Plaza Castilla para evitar fotografías incómodas y abucheos.

Además, la mujer de Sánchez tendrá que sentarse frente a los grupos parlamentarios madrileños en la soledad de hacerlo sin su marido que, desde que estallase el escándalo de sus negocios con el ente académico, ha hecho de su política e intervenciones un canto constante a la inocencia de su mujer. Poniendo, al servicio del mismo relato coordinado, a todo su Gobierno.

La Mesa aceptaba, también, llamar a la ex vicepresidenta y ministra de Economía Nadia Calviño y al empresario Juan Carlos Barrabés, gurú del máster de Begoña, pero tumbaba, por el contrario, las comparecencias tanto de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, como de su jefe de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, ambas solicitadas por el PSOE; así como las de Cristina Cifuentes, Esperanza Aguirre y Pablo Casado, incluidos en la lista presentada por Más Madrid.

A pesar de que el máximo órgano de Gobierno del Parlamento madrileño haya aceptado la inclusión de Sánchez como compareciente, tanto en la lista del PP como en la de Vox, cabe aclarar que el presidente del Gobierno no estaba obligado ni a acudir ni a comparecer en dicho contexto, como ya ha confirmado que sucederá.

Un extremo que, sin embargo, Vox ha puesto en duda y, por ello, ha recurrido a la única citación a la que tenía derecho para llamar al líder socialista y, acto seguido, solicitaban a los servicios jurídicos de la Cámara un informe sobre las consecuencias de que Sánchez incurriese en cada una de las posibles variables: que no acuda, que acuda y no conteste a las preguntas y, como tercer supuesto, que acuda y mienta al contestar.

Por su parte, desde el Ejecutivo ya han presentado su propio dictamen, que señala que fiscalizar a los ministros es competencia de las Cortes Generales y no de los Parlamentos autonómicos. En el fondo del debate jurídico, un estudio previo del Consejo de Estado que, en 2019, declaró, de forma unánime, a través de su Comisión Permanente, la no obligación de los cargos públicos locales de comparecer ante Comisiones de investigación constituidas por los Parlamentos autonómicos. En este aspecto el texto señalaba que «no existe, con carácter general, una obligación de los cargos públicos representativos de comparecer en el seno de Comisiones de investigación» creadas por dichas Cámaras de representación.