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El exdirector de la Guardia Civil, Leonardo de Marcos, ha comparecido por vía telemática desde WashingtonEFE

Corrupción del Caso PSOE

El exdirector de la Guardia Civil niega cualquier relación con la trama Koldo a pesar de lo que dice la UCO

Leonardo Marcos fue destituido a los 15 meses de su toma de posesión, pero niega que tenga nada que ver con las acusaciones de chivatazos

El que fuera director general de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, ha negado cualquier relación con la trama Koldo sobre el cobro de comisiones por la compra de mascarillas durante la pandemia, en su comparecencia de este lunes en la comisión de investigación del Senado, a pesar de que un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil señala que pudo ser él quien avisara «personalmente» al asesor del ministro Ábalos, Koldo García, de la inmediatez de la operación policial que destapó el polémico caso de corrupción que ya salpica a una buena parte del Gobierno.

«En mis 44 años de servicio público, siempre he dicho la verdad», ha enfatizado Marcos en sede parlamentaria, tras dejar claro que ni conoce a Koldo García, ni le había visto nunca, ni ha mantenido reunión alguna con él ni conversaciones por mensajes de móvil; y, tras haber insistido en que por su condición de director de la Guardia Civil no tenía porqué conocer las investigaciones que llevaba el cuerpo.

Una estrategia que responde a la seguida con el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en relación con el cabecilla de las presuntas irregularidades, Víctor de Aldama. Al igual que el líder de los socialistas, que ocultó al principio haberse visto con Aldama y ahora niega haber hablado con él, tras publicarse este fin de semana se ha publicado una fotografía que lo desdice.

La misma posición es la que ha mantenido hoy el exdirector de la Guardia Civil. Unas afirmaciones que han sido desmentidas por el propio Koldo en un informe de la UCO, hecho público hace dos semanas, donde se le señalaba como la persona que le dio el chivatazo de las investigaciones a los afectados y antes de las detenciones del pasado mes de febrero de 2024.

Leonardo Marcos comparecía, esta mañana, para responder a las preguntas de los senadores de los diferentes grupos parlamentarios, después de que Koldo asegurase, de acuerdo con las pesquisas de los agentes judiciales, que había sido Marcos quien le advirtió de la inmediatez de la operación policial en la que fue detenido. A su vez, el ex asesor de Ábalos y su hombre de confianza en el Ministerio de Transportes, dio el aviso de que estaban bajo sospecha al comandante de la Guardia Civil, Rubén Villalba, el comandante captado por la presunta «organización criminal» liderada por el comisionista Víctor de Aldama.

El exdirector de la Guardia Civil ha negado «absolutamente» y en varias ocasiones durante su intervención, la conversación en la que el comandante Rubén Villalba y Koldo García conversaron sobre su implicación en un chivatazo y ha sostenido que sólo es la versión que «un implicado que le da a otro implicado».

«Es una falsedad absoluta; lo niego total y radicalmente», ha terciado antes de contestar con un «no, nunca» a si el ministro Fernando Grande-Marlaska presionó a la UCO y un «no lo sé» a la pregunta de si el Director Adjunto Operativo (DAO) pudo ser el autor de un chivatazo. «No he tenido conocimiento de esos hechos ni de que otras personas pudieran haber dado eso que usted llama chivatazo», ha sostenido.

El ya exdirector general de la Guardia Civil también ha negado que su urgente destitución al frente de la Benemérita tenga ninguna relación con el conocimiento de este caso por parte del Ministerio del Interior, incluso ha asegurado que presentó su renuncia voluntaria para regresar a Estados Unidos.

Un extremo, este último, en el que ha entrado en contradicción con Marlaska, quien achacó su «dimisión» y posterior destino a la embajada de Washington a «motivos personales», mientras que Marcos ha insistido en «motivos profesionales», convirtiendo su «dimisión» en un cese. En lo que sí ha coincidido con el ministro del Interior es en negar, constantemente, que supiera nada de los delitos que se imputan a los guardias civiles investigados, lo que demuestra una clara «dejación de funciones por su parte», apuntan algunas fuentes presentes en la declaración.