La Fundación de Aznar cree que el éxito del discurso de Trump «no es buena noticia» para España ni para la UE

La Fundación FAES, que preside José María Aznar, considera que «no es una buena noticia» ni para España, ni para la Unión Europea ni para la OTAN el discurso que encarna Donald Trump, el vencedor de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. «Un populismo adobado de planteamientos proteccionistas, aislacionistas, y de actitudes intemperantes que en su momento llegaron al abierto desafío institucional alentando ni más ni menos que un asalto al Capitolio», señala.

Para FAES, si Trump cumple lo prometido, «se abre un periodo muy oscuro para las expectativas de victoria o de solución razonable en Ucrania». Expone la entidad que, por ejemplo, puede suponer su llegada recortes en la ayuda militar que obliguen a la UE a tomar «resoluciones decisivas nada complacientes o resignarse a lo que suponga el avance de Rusia en territorio europeo». Desde el punto de vista del comercio internacional, cree que la llegada de Trump a la presidencia norteamericana podría traer consecuencias negativas para «la industria europea, el sector del automóvil y la seguridad jurídica en el tráfico mercantil».

La fundación de Aznar señala que millones de norteamericanos han optado por el líder republicano «a cambio de lo que consideran un mejor manejo de la economía nacional» y han dado la espalda a la demócrata Kamala Harris, que vendría a representar, a su juicio, «la trampa woke, la política de identidades y la visión, entre ideológica y oportunista, de la sociedad como agregado de minorías».

Considera, en este sentido, que el partido Demócrata debería tomar nota de lo que sostienen los intelectuales de la izquierda norteamericana contra la cultura de la cancelación «tras comprobar la marea del “progresismo de la identidad" (...), el dictado de lo políticamente correcto y la destrucción del paradigma cultural occidental, anegan la vida intelectual y el debate público, es decir, la libertad».

Así, FAES señala que en su opinión la «lectura más esperanzadora» es que, por un lado, Trump no renovará otro mandato más y «los republicanos tendrán que empezar a reconstruir su propio partido» y, por otro, que «el hundimiento demócrata necesariamente debe cuestionar planteamientos caducados que Estados Unidos exporta al resto del mundo como mercancía averiada».

«No debe descartarse la posibilidad de que en Estados Unidos empiecen a operar dinámicas de fondo que reconduzcan una sociedad fragmentada y una política divisiva hacia una mejor convivencia democrática», expresa la fundación de Aznar, que subraya que el país norteamericano tiene instituciones que están diseñadas por una Constitución que «obliga a los partidos a «obrar juntos» pensando distinto». «Recuperar esa tradición política, la que alumbró la primera democracia moderna sería, eso sí, «hacer América grande de nuevo»», concluye.