Teresa Ribera se liberó la agenda desde el día que comenzaron las riadas para prepararse el examen de comisaria europea

La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, liberó su agenda oficial desde el primer día que comenzaron las riadas en Valencia a pesar de que los desbordamientos de los ríos son su competencia. Desde ese día hasta este lunes ha estado preparando los exámenes para comisaria europea en Bruselas y, en estos momentos, se desconoce si tiene asignadas funciones para gestionar la catástrofe. El próximo 12 de noviembre el Parlamento Europeo decidirá si la nombra vicepresidenta de Transición Limpia y Competitiva.

El último acto que Ribera tuvo antes de las primeras riadas fue el pasado lunes 28 de octubre. Ese día viajó a París para asistir a la conferencia Friends of Paris Agreement High Level Dialogue. Por la mañana estuvo en la presentación y por la tarde intervino en el debate. Al día siguiente, el martes 29, se desbordaron los primeros ríos en varios municipios valencianos como consecuencia de las fuertes lluvias derivadas de la Dana. En cambio, su equipo no aclaró si volvió a España o pernoctó en la capital francesa. Desde ese día se vació la jornada de actos públicos y estuvo seis días sin agenda.

Tal y como ha podido saber El Debate, durante este tiempo se ha estado preparando los hearings, los exámenes a los que se van a presentar los candidatos a comisarios europeos durante los días 4 y 12 de noviembre. Ribera, que, además de responsable de la cartera de Transición Ecológica, es vicepresidenta del Gobierno —es decir, tiene rango para coordinar otros ministerios en crisis como las de la Dana— opta a ostentar el cargo de comisaria encargada de Transición Limpia y Competitiva.

Por este motivo, estuvo preparando los documentos de su candidatura. Entre la documentación se encuentra la respuesta a un escrito con una batería de preguntas, una declaración de bienes, su currículum y otro tipo de requisitos. Con esta documentación se va a evaluar no sólo si está preparada para asumir las competencias a las que opta sino su independencia y si existe algún tipo de conflicto de intereses. El próximo paso al que se va a tener que enfrentar va a ser un examen oral.

Esta prueba tendrá una duración de quince minutos. Durante el examen, la vicepresidenta y ministra tendrá que exponer en público cuáles son sus especialidades dentro del puesto al que opta. Seguidamente habrá una audiencia que durará tres horas donde una comisión parlamentaria interrogará a los candidatos. Al acabar, el presidente de la comisión se reunirá con los portavoces de los grupos parlamentarios a puerta cerrada y allí decidirán sobre la idoneidad de los aspirantes. De no haber consenso, el candidato tiene que contar con el apoyo de, al menos, un tercio de los portavoces.

El 2 % del presupuesto

El Debate ha publicado este martes que la oficina del Gobierno encargada de los ríos valencianos, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), sólo ha invertido el 2% de su presupuesto anual en la construcción de edificaciones para evitar desbordamientos. Mientras tanto, dedica ocho veces más esa cantidad en gastos de personal e incentivos salariales.

En total, esta entidad fue dotada el año pasado con un presupuesto de 58,2 millones de euros. Sin embargo, sólo ha gastado 1,1 millones de euros para evitar riadas como las que se están dando desde hace una semana en varios municipios valencianos. El epígrafe de las cuentas titulado Inversiones nuevas en infraestructura y bienes destinados al uso general tan sólo ha registrado gastos por valor de 1.101.248 euros. Esta partida, según varios ingenieros de caminos consultados por El Debate, es la más sensible de todas, ya que es la encargada de los proyectos destinados a evitar catástrofes medioambientales.

Este martes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido desde el Palacio de la Moncloa y ha indicado que el Ejecutivo descarta por completo la declaración del Estado de Alarma ni de Emergencia Nacional. También ha vuelto a cargar contra los manifestantes que le recibieron con insultos durante su visita al municipio valenciano de Paiporta. «Si uno mira las imágenes, es muy fácil diferenciar a aquellos que manifiestan su ira de una manera legítima de otros grupos ultras perfectamente organizados. Yo estoy bien. A mí no me van a desviar de la atención fundamental», ha declarado.