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José Luis Ábalos y Pedro SánchezGTRES

Tribunales

El Supremo imputa a Ábalos por la trama «criminal» en la que se referían a Pedro Sánchez como 'el 1'

Cohecho, tráfico de influencias y malversación son los otros tres delitos por los que el Alto Tribunal se dirige contra el que fuera ministro de Transportes y ex mano derecha del presidente del Gobierno

el Supremo (TS) investigará al ex ministro José Luis Ábalos, en una causa abierta contra la presunta «organización criminal» a la que el número dos del PSOE habría beneficiado «en contrataciones» irregulares, gracias a su posición como titular de Transportes. De acuerdo con los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil la presunta trama de la que habría formado parte Ábalos, y por la que está imputado en el Alto Tribunal, se refería en sus negocios a Pedro Sánchez como 'el 1'.

Los «indicios fundados» sobre el supuesto «papel principal» que ocupó el hombre de confianza del presidente del Gobierno en el entramado diseñado por el empresario Víctor de Aldama, para la obtención de «negocios» con las Administraciones Públicas del Ejecutivo socialista, han llevado al Alto Tribunal a ampliar el catálogo inicial de delitos por el que estaba siendo investigado en la Audiencia Nacional, a la malversación.

Así las cosas, Ábalos, el portavoz del PSOE en la moción de censura planteada por los socialistas contra el Ejecutivo popular de Mariano Rajoy por corrupción, está formalmente imputado, desde este jueves, por la corrupción de «un grupo de personas identificadas que aprovechan la situación de emergencia derivada de la pandemia por el COVID, en aspectos relacionados con la adquisición, por vía de urgencia y emergencia, de material sanitario» de forma irregular.

En la resolución por la que la Sala Segunda acuerda asumir las diligencias se indica que «el grupo de personas disponían de información previa sobre las necesidades derivadas de la urgencia -definida en las denominadas 'cumbres' interministeriales, presididas por Sánchez, en las que se tomaban decisiones sobre la contratación de los pedidos de mascarillas que, finalmente, recayeron en Soluciones de Gestión, la empresa de Aldama bajo la lupa-, lo que les permitió realizar una oferta para asegurar la adjudicación del contrato de suministro a través del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana».

Y apunta que «la organización, aprovechando la condición del aforado del que fuera secretario de Organización del partido político PSOE, participó en las contrataciones de otras administraciones», lo que supone perfilar a Ábalos como el nexo de unión de la presunta trama con las demás entidades públicas con las que se contrató.

Además, el Supremo señala cómo Koldo García, el ex asesor de Ábalos, «intervenía activamente en la contratación» y «realizaba operaciones para ocultar cobros recibidos de la organización». Un operativa en la que también participaba su jefe usando «los oficios de su asesor en el Ministerio e, indiciariamente, participaba en beneficios derivados de su pertenencia y consecución de la contratación».

Hace algunas semanas, los investigadores ya daban a conocer un mensaje en el que Sánchez, que fue informado por Ábalos con antelación, «no puso pegas» a la visita a Madrid de Delcy Rodríguez, en enero de 2020, ni a que el ministro de Transportes se reuniese con ella en el aeropuerto de Barajas. Y ello, pese a que la vicepresidenta venezolana tiene prohibida la entrada en territorio español, al estar sancionada por la Unión Europea (UE).

De las diligencias practicadas por la UCO, y recogidas en el informe policial revelado en primicia por El Debate también se desprende que, en un encuentro celebrado el 16 de julio de 2020, fue el propio Ábalos quien habría negociado con Sánchez y la entonces vicepresidenta primera del Ejecutivo, Nadia Calviño, la concesión del rescate de Air Europa, por valor de 475 millones de euros, previa intermediación de Aldama.

Este último, el cabecilla de la trama corrupta, que se extiende como una mancha de aceite por todos los rincones del Gobierno, animó al CEO de la compañía, Javier Hidalgo, a que solicitase la ayuda para la aerolínea: «Yo me encargo del resto con los ministros y sacamos esta mierda adelante». Posteriormente, Aldama le confirmó a Hidalgo que a Ábalos le «ha llamado el 1 [Pedro Sánchez]» para intervenir, directamente, en la decisión.