Instagram ayudó a la Policía a detener al segundo asesino de Borja Villacís
Los agentes pidieron a la jueza que exigiese a los dueños de Instagram que les dijese a que móvil estaba asociada la cuenta del arrestado
La Policía no iba a dejar escapar a un asesino suelto. Han tardado unos meses, pero lo han conseguido. Poco tiempo después de la emboscada que le tendieron a Borja, el 4 de junio de este año, cazaron a María José y Kevin, madre e hijo, como sospechosos del asesinato del hermano de Begoña Villacís. También esposaron a un tal Ismael, pero este negó desde el primer momento su participación en el crimen.
Delante de un policía, poco después de que le pusieran las esposas, aseguró con cara de desesperación: «No estuve allí tío, lo sabéis, joder, no me podéis meter la muerte de un tío. Yo no hice nada, no estaba allí, ese día estuve en Yuncos echando gasolina, y desayunando en el restaurante Casa Linda: yo no he tenido nada que ver. ¿Pero cómo voy a matar a un tío joder? ¡Es otro chico ese que se llama como yo, de verdad!».
Un agente le advirtió: «No digas nada más hasta que estés con tu abogado. Todo lo que me digas lo tengo que reflejar en las diligencias». Sin embargo, a Ismael le importó un bledo e insistió: «Pero, ¿que no lo entendéis?, que yo no he matado a nadie joder, que fue el otro chico ese que se llama igual que yo, Ismael Lam... no sé qué. Encima se parece a mí, acaba de cumplir los 18 años, tiene los dientes reventados y el pelo rizado. Que yo quiero colaborar joder, tengo una madre a la que cuidar y un hermano enfermo, joder, que me voy a comer la provisional».
La juez lo dejó en libertad provisional y el tiempo le ha dado la razón. El tal Ismael no participó en el crimen. Lo hizo un segundo Ismael. Los agentes lo supieron a través de las huellas del BMW desde el que atacaron a Borja y a su amigo Luis, que recibió un balazo en la cabeza, pero salvó la vida milagrosamente. Esas huellas en varias partes del vehículo revelaron que el sospechoso (en libertad) de haber participado en la muerte del hermano de Begoña Villacís se llamaba Ismael Lamsaouzi. Ahora había que encontrarlo y esposarlo.
Rastreando localizaron su perfil de Instagram. Está cerrado y apenas tiene una publicación, pero los agentes le pidieron a la jueza que exigiese a los dueños de Instagram que les dijese a que móvil estaba asociada la cuenta. Así localizaron al padre del nuevo Ismael, él era el dueño del número, pero su hijo no estaba viviendo con él. Con la autorización de Su Señoría logaron que la compañía de teléfonos asociada al teléfono del padre les dijese que había otros dos números en la misma cuenta: uno de la madre y el otro del sospechoso.
Una docena de agentes se desplegaron de paisano alrededor de la casa y en cuanto le vieron aparecer en el portal cayeron sobre él. Trabajo hecho: pasó a disposición judicial y Su Señoría trató de interrogarlo, pero se negó a responder a las preguntas. Apenas tiene 18 años y ya es sospechoso de un asesinato y una tentativa. Presuntamente Ismael, María José y Kevin acabaron con la vida de Borja Villacís, dejando a una familia destruida: el dolor podrá menguar, pero les acompañará cada día del resto de su existencia.
El juez de Instrucción número 51 de Madrid, en función de guardia de detenidos, ha ordenado este lunes la prisión provisional comunicada y sin fianza de Ismael Lamsaouzi. El arrestado está investigado por la presunta comisión de un asesinato consumado, un asesinato intentado y tenencia ilícita de armas en un procedimiento que se tramita en el juzgado de Instrucción número 19.