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La corrupción que salpica al Gobierno

La declaración de Víctor de Aldama explicada por María Jamardo, en dos minutos

La puesta en libertad del empresario, y presunto cabecilla de la trama diseñada para el pago de 'mordidas' a cambio de contratos de compraventa de mascarillas, se produjo ocho horas después de su comparecencia voluntaria

La declaración del empresario y presunto comisionista de la trama de compraventa irregular de material sanitario al Gobierno de Pedro Sánchez hacía saltar, este jueves, todas las alarmas entre los barones socialistas.

Víctor de Aldama tiraba de la manta y destapaba los supuestos pagos por valor de dos millones de euros al ex ministro de Transportes, también imputado, José Luis Ábalos; los 15.000 recibidos por su sucesor al frente de la secretaría de organización del PSOE, Santos Cerdán; o, los 25.000 con los que se gratificaron, supuestamente, las gestiones del jefe de gabinete de María Jesús Montero en Hacienda, Carlos Moreno, para retrasar el embargo previsto sobre una empresa.

Ocho horas después de su declaración, Aldama quedaba en libertad y a su salida de prisión mandaba un recado a Sánchez, quien restaba credibilidad al relato del empresario refiriéndose a él como «personaje» y «delincuente»: «Si quiere pruebas, las tendrá».