Un matrimonio y su hijo son declarados culpables de asesinar al novio de la ex del primogénito
Entre los tres acorralaron a la víctima
Un jurado popular ha declarado culpable de un delito de asesinato con alevosía a un matrimonio y su hijo por la muerte a puñaladas de K. M., que en el momento del suceso, en mayo de 2021, estaba saliendo con la ex novia del primogénito del matrimonio en Jumilla (Murcia).
el jurado ha considerado probado por unanimidad que los tres acusados, como consecuencia de la no aceptación de la ruptura sentimental de I.J.F. (hijo) con M.M., iniciaron antes de la agresión mortal una campaña de insultos, difamación y acoso dirigido contra la ex pareja y el nuevo novio de esta, el fallecido K.M.
La noche de los hechos
Tal y como ha considerado probado por unanimidad el jurado, la madre del principal acusado, M.Á.F., armada con un cuchillo, buscó un enfrentamiento con las dos víctimas la noche de los hechos y hubo una pelea en la que K.M. fue agredido con una pala y este, a su vez, se defendió.
Acto seguido, al lugar de los hechos acudieron agentes de la Policía Local de Jumilla y de la Guardia Civil, que se reunieron por separado con la agresora y las víctimas para tratar de averiguar qué estaba sucediendo.
En ese momento, según los hechos considerados probados por el jurado, M.Á.F. llamó a su familia directa diciéndoles: «Venid que están aquí». Acto seguido y a resultas de esa llamada, en el lugar se personaron I.J.F (padre), I.J.F (hijo) y otro familiar menor de edad.
Los cuatro agresores se avalanzaron posteriormente «en tromba» sobre las víctimas «de forma extremadamente violenta» y haciendo caso omiso de las órdenes de los agentes de Policía Local y de la Guardia Civil. Todo ello, con el ánimo de acabar con la vida de K.M. y de menoscabar la integridad física de M.M., tal y como ha señalado el jurado en base a los vídeos y testimonios que obran en la causa.
A continuación, los cuatro miembros de la familia actuaron de forma coordinada y se dirigieron hacia las víctimas. Así, se dispusieron los cuatro a lo ancho de la calle Miguel de Unamuno en la que tuvieron lugar los hechos y, aprovechando los obstáculos que representaban los coches estacionados, pudieron burlar a los agentes de la autoridad haciendo retroceder a las víctimas.
Al final de la calle, los agresores lograron arrinconar a la víctima mortal en un descampado y, una vez allí, arremetieron de forma violenta contra él con el ánimo de acabar con su vida, según el jurado. De hecho, M.Á.F. gritó en ese momento: «mátalo, mátalo»; mientras que I.J.F (hijo) profirió: «te voy a pegar una 'puñalá'».
Mientras todo ello ocurría, uno de los agentes de la Guardia Civil forcejeaba con I.J.F (padre) con la intención de impedir que este individuo se sumara al ataque. De hecho, el agente de la Benemérita logró reducirle.
Paralelamente, I.J.F (hijo), K.M. y dos agentes cayeron al suelo en el descampado. En el transcurso de esa pelea, I.J.F (hijo) sacó una navaja que tenía una hoja retráctil de entre 4 y 5 centímetros de largo y que llevaba oculta en el llavero para evitar que fuera identificada.
Así, I.J.F (hijo) procedió a apuñalar, al menos, hasta en tres ocasiones a la víctima mortal sin que los agentes pudieran evitarlo, tal y como recogen los hechos considerados probados por el veredicto.