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El consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid y la presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco con víctimas del atentado de la calle del CorreoEl Debate

Intelectuales de izquierda lo planearon, ETA lo perpetró e intentaron culpar a la extrema derecha

El documental «Un viernes y 13. 1974: La primera masacre de ETA» desvela con rigor histórico y 50 años después la verdad del atentado de la calle del Correo

Lo perpetró ETA, lo planificaron intelectuales de izquierda y luego intentaron echarle la culpa a la extrema derecha. Esta es la historia del atentado de la calle del Correo de Madrid, en el que asesinaron a trece personas e hirieron a más de 70, destrozaron la vida de sus familias y conmocionaron a España. Y sus autores, presuntos porque nunca fueron condenados, se beneficiaron de la ley de Amnistía de 1977 y viven hoy en día tranquilamente en Francia. ETA no lo asumió hasta 2018, 44 años después.

Estos hechos son los que recoge con todo rigor el documental Un viernes y 13. 1974: La primera masacre de ETA, el quinto documental de la Fundación Miguel Ángel Blanco, que ha sido presentado en la Comunidad de Madrid y que próximamente, aún sin fecha, se podrá ver en la web de la fundación, aunque sus autores esperan que también lo emita la televisión pública.

El documental, dirigido por Felipe Hernández Cava, relata como el escritor Alfonso Sastre y sobre todo su mujer, Eva Forest, ambos de extrema izquierda, jugaron un papel esencial en la preparación del atentado. Forest llegó a planificarlo y a recoger a los terroristas tras colocar la bomba para llevarlos a un piso con zulo en el que esconderlos, y ambos aportaron los contactos para que los etarras dispusieran de una red de casas en las que protegerse. Como afirma la abogada Lidia Falcón en el documental, «la izquierda, al menos una parte de ella, estaba enamorada de ETA». Falcón fue quien rescató del olvido este atentado con la publicación de un libro en 1981.

Forest intentó involucrar al Partido Comunista en el atentado, pero los comunistas que participaron en él lo hicieron por su cuenta, según los testimonios recogidos en el documental, y después ETA intentó echar la culpa de la matanza a la extrema derecha.

Querían matar a muchos policías

Sus responsables querían matar a muchos policías y por eso eligieron el restaurante Rolando, situado al lado de la Dirección General de Seguridad (Real Casa de Correos), pero acabaron asesinando a unos recién casados, a un panadero, un cocinero, una estudiante, un jubilado, un ferroviario, una maestra... y un inspector de Policía, que falleció más de dos años después como consecuencia de las graves heridas que sufrió.

El documental también recoge testimonios de víctimas que sobrevivieron a la matanza, muchas de las cuales vivieron hasta el final de sus días con terror a que los terroristas volvieran a buscarles para rematarles, como relata Ana María Carro, cuyo padre era el gerente de la cafetería Rolando.

Herederos de ETA

En la presentación del documental, el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, ha recordado cómo esa matanza «cayó en una suerte de niebla» y este documental es «un auténtico antídoto contra el olvido». Destacó que «a las personas de bien nos repugna toda la trayectoria de ETA, pero no siempre fue así». Muchos de sus crímenes «fueron justificados por voces cuyo eco resuena ahora en ciertas instituciones de nuestro país. Tengo que decir con mucha tristeza que las propias Cortes Generales acogen a once miembros de Bildu» y son «socios imprescindibles del actual Gobierno, que ha cruzado una dolorosa línea roja de hacer de los herederos de ETA sus socios más estables y fieles», y todo «con el único fin de mantenerse en el poder».

La presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, Marimar Blanco, ha destacado que «durante décadas, las víctimas de este atentado no recibieron el reconocimiento que se merecen» porque «el atentado pasó al olvido entre mentiras y desconcierto, y nadie estuvo a la altura. Sus autores se beneficiaron de ley de Amnistía y ETA no lo reconoció hasta mucho después».

Blanco agregó que «jamás permitiremos que se olviden de las víctimas, a pesar de los intentos de algunos de blanquear a quienes nos han arrebatado a nuestras familias». Y añadió que «nuestra historia más reciente no la pueden escribir quienes más han hecho por destruirla».