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La diputada de Vox, Rocío de Meer, interviene durante una sesión plenaria en el CongresoEuropa Press

El Congreso tumba la moción de Vox que pedía evitar la regularización de 900.000 inmigrantes ilegales

El PSOE y sus socios han rechazado la propuesta, que englobaba varias medidas frente a la inmigración ilegal. El PP se ha abstenido

el PSOE y sus socios han rechazado la moción presentada por Vox en la que pedía derogar el decreto del Gobierno que aprueba un nuevo reglamento de extranjería por el que se pretende regularizar a 900.000 inmigrantes ilegales en tres años. El PP se ha abstenido, por lo que la iniciativa, que fue defendida en el Pleno del martes por la parlamentaria Rocío de Meer, solo ha contado con el apoyo de los 33 diputados de Vox.

Como explican en el texto, entre otras cosas, el nuevo reglamento «flexibiliza hasta el extremo la figura del arraigo, precepto jurídico que está siendo utilizado como el objetivo fundamental de amparar y promover la inmigración ilegal», reduciendo «a la insignificancia» los requisitos exigidos para acogerse a esa figura.

«En lugar de apostar por el fomento de la natalidad y el apoyo a las familias y los trabajadores españoles, opta por un modelo de inmigración descontrolada que promueve la llegada de millones de inmigrantes ilegales y trata de imponer un modelo disolvente de sociedad multicultural», denuncia Vox en su iniciativa.

En ella expone una serie de medidas, además de derogar ese decreto, como acabar con las políticas de efecto llamada; agilizar los procesos de deportación de inmigrantes ilegales; expulsar de forma inmediata a las personas que hayan llegado ilegalmente a España o a los que hayan legado legalmente pero cometan delitos graves o reincidan en la comisión de delitos, y garantizar que los menores no acompañados sean devueltos con sus familias a sus países de origen.

También, plantea eliminar las subvenciones a ONGs y asociaciones que «promuevan o faciliten la inmigración ilegal», impedir que los que hayan entrado ilegalmente reciban ayudas sociales y cerrar los centros fundamentalistas islámicos «donde se denigra a la mujer y no se respetan los principios de la civilización occidental».