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Begoña Gómez en el acto del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)El Debate

Investigación

Begoña Gómez amadrinó la compra de arte del Centro contra el Cáncer mientras sus médicos piden más fondos para investigar

El CNIO está en el punto de mira por el gasto de dos millones de euros en cuadros y esculturas

Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, amadrinó la compra de arte con cargo al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), dependiente del Ministerio de Ciencia. El Debate publica hoy una fotografía de la esposa del presidente en uno de los actos estrellas de la entidad, en la actualidad en el punto de mira por haber usado casi dos millones de euros de su presupuesto en la compra de cuadros y esculturas mientras los médicos insisten en la falta de presupuesto para poder llevar a cabo más investigaciones científicas en el ámbito oncológico.

El Centro, dirigido por María Blasco, invitó a la mujer de Sánchez para que actuara como dama de honor en la edición del programa de arte del año 2019. En concreto, Gómez acudió al evento en calidad de directora del Máster Fundraising de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en la actualidad clausurado por la baja demanda entre los estudiantes. La mujer del presidente tuvo un lugar destacado en el acto que llevó a cabo el Centro contra el Cáncer. Presentó una conferencia titulada: «Del descubrimiento a la innovación con la sociedad».

El acto se denominó 'Cuántica' y se desarrolló el 6 de junio de 2019 en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Además de Begoña Gómez y la directora Blasco también acudieron Amparo Garrido, comisaria del programa y el crítico de arte Carlos Jiménez. El pretexto que usó el centro para invitar a la esposa del presidente fue que el máster de la Complutense y la institución se ayudaban mutuamente, sin especificar exactamente el detalle de la sinergia. Antes de que la Complutense eliminara el máster, la mujer de Sánchez usaba el logo del centro como uno de los patrocinadores de su formación académica. Si bien el acceso al acto fue gratuito, el centro lo promocionó junto a la frase: «Ayúdanos a erradicar el cáncer», sin especificar qué parte de los fondos donados, en realidad, se invertían en la compra de arte.

Una de las personas que acudió al evento cuenta a este periódico que la mujer de Sánchez dio una charla sobre la captación de fondos en el ámbito sanitario y destacó la iniciativa de compra de obras de arte con fondos del centro creada y desarrollada por la directora Blasco, hoy en el ojo del huracán. En total, en los últimos cinco años este organismo ha gastado más de dos millones de euros en la adquisición de cuadros y esculturas. Este gasto está siendo duramente criticado por parte de investigadores que trabajan para el centro que prefieren mantenerse en el anonimato.

Financiación opaca

«Es inaudito porque siempre nos quejamos del poco presupuesto que tenemos. Nunca es suficiente dinero para investigar el cáncer. Imagina la indignación que hay entre nosotros cuando descubrimos que parte del presupuesto anual se está desviando en comprar objetos que muchas veces se quedan guardados en un almacén después de haber sido expuestos durante tan sólo un rato. Es vergonzoso», explica un catedrático que presta servicios de manera habitual para el Centro contra el Cáncer. El CNIO fue fundado a finales de los años noventa y estuvo dirigido durante más de una década por el prestigioso bioquímico Mariano Barbacid.

Su misión es la «investigación, diagnóstico y tratamiento del cáncer». Las oficinas centrales del centro se encuentran en el Instituto de Salud Carlos III de Madrid y se trata de una entidad que colabora de manera permanente con todos los hospitales del Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, en estos momentos, al acceder al apartado de ‘Noticias’ de la página web del Centro lo primero que se aprecia es una entrada con el título: «El programa CNIO Arte. Una herramienta para hacer llegar la importancia de la ciencia a la sociedad». En el interior hay un artículo de casi mil palabras donde se justifica la partida de gasto que tienen para la compra de arte.

En primer lugar argumentan que es el programa de arte el que ha logrado convertirse en una fuente de financiación para el centro y no al revés, como la propia entidad refleja en sus cuentas anuales. Seguidamente afirman que gracias al desarrollo de este polémico proyecto han podido contratar a ocho investigadores postdoctorales, aunque no detallan en qué consiste su labor y si su trabajo se centra en la investigación contra el cáncer o la captación de obras de arte. Para finalizar, explican que «el programa se financia gracias al apoyo de entidades privadas colaboradoras del centro que específicamente quieren apoyar esta acción» a pesar de que no detallan el nombre de ninguna de las compañías.

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