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El diputado de Vox en Asturias Javier JovéVox

Entrevista | Diputado en Asturias

Javier Jové (Vox): «Sánchez es de otra pasta, no conoce límites morales y su afán de poder está por encima»

El diputado de Vox denuncia que en Asturias «hay un asalto orquestado a los fondos públicos para colocar a amigos» en la administración y describe al presidente Adrián Barbón como un «sanchista convencido»

Javier Jové nació en Valladolid, pero reside en Asturias, donde ejerce desde el final de la pasada legislatura como diputado autonómico de Vox en el Parlamento del Principado. Licenciado en Derecho y con más de dos décadas en el mundo empresarial, dio el salto a la política con el partido de Santiago Abascal, al que se afilió y con el que quiso implicarse desde sus inicios, «desencantado con la oportunidad perdida de la mayoría absoluta de Mariano Rajoy», explica en conversación con El Debate. Y llegó un momento en que consideró que había que estar en política.

Sus intervenciones en las comisiones parlamentarias sobre los presupuestos han sido muy sonadas. En ellas expone y denuncia cómo el Gobierno socialista de Adrián Barbón destina millones de euros a lo que describe como chiringuitos, de modo que va creando y aumentando una «red clientelar» para conformar mayorías electorales.

«La izquierda, normalmente, cuando planteamos la necesidad de bajar los impuestos siempre nos dice que con ellos se pagan los grandes servicios básicos de la ciudadanía y que de dónde vamos a recortar, si de sanidad, de educación de carreteras...Y cuando uno lo analiza ve que nuestros impuestos no van para esas cuestiones», critica Jové.

El diputado de Vox pone varios ejemplos. Explica así que el importe que se destina a la imposición de la cooficialidad de la llingua, «algo totalmente innecesario y artificioso», con una partida de 50 millones, sumado a lo que va a feminismo, de 14 millones, «es el equivalente a lo que se presupuesta cada año para mantenimiento y conservación de carreteras en Asturias, una región con una orografía tremendamente complicada y unas carreteras tercermundistas en muchos casos».

El dinero público tiene que estar para atender las necesidades básicas y no los caprichos ideológicos del Gobierno de turno

Para dar cuenta de la ingente cantidad de dinero destinada a la promoción de la llingua en comparación con otras partidas, alude a lo que ha ocurrido recientemente con un argayo que ha dejado bloqueada la autopista que conecta Asturias con la meseta durante dos semanas. «Desde Vox venimos exigiendo un plan de prevención y de contención de los argayos y resulta que lo que se gastan en un solo año en promover la llingua es el equivalente al doble de lo que se ha invertido en los últimos 10 años para la contención, identificación y prevención de los argayos», apunta.

Y relacionado con el tema lingüístico, también señala que para el próximo año se prevé que la plantilla del Principado, que, como indica, supera los 40.000 trabajadores, aumente en 487 entre todas las consejerías. De esos nuevos funcionarios, 104, «prácticamente uno de cada cuatro van a ser profesores de lengua», y sin embargo, «solo van a contratar a cinco orientadores para niños con necesidades especiales, a 40 bomberos y a 84 personas para salud mental».

Otro punto que menciona es el dinero que se destina a las direcciones generales como la de Juventud, la LGTBI, la de memoria democrática, o la de la Agenda 2030. «Es un auténtico asalto orquestado a los fondos públicos para colocar a amigos en la administración o repartir vía subvenciones y vía encargos de informes a todos los colectivos y asociaciones afines a la izquierda», afirma.

Por ejemplo, la de Juventud tiene más de 3,2 millones de presupuesto, pero de ellos 1,2 son para gastos en personal y otro medio millón para gastos corrientes. Y en el caso de la LGTBI, en dos años el presupuesto ha pasado de 90.000 euros a casi tres millones y medio, y «simplemente en gasto de personal tiene un presupuesto de 2.100.000».

–¿Percibe usted si de un tiempo a esta parte la gente es más consciente de que gran parte de sus impuestos van a estos gastos?

–Sí. La gente lo está pasando mal. Las familias y las empresas están muy achuchadas, el impacto de la inflación en cuestiones esenciales, como la cesta de la compra, se nota. Entonces, quizás ahora la gente es más consciente de lo que cuesta el dinero y le indigna más que estén utilizando fondos públicos para fines que realmente no están justificados. El dinero público tiene que estar para atender las necesidades básicas y no para atender los caprichos ideológicos del Gobierno de turno.

El diputado Javier Jové, durante una sesión plenariaVox

–Habla usted de la imposición de la llingua y de que se destinan muchos recursos a ello, y hace unos días denunciaba que Asturias estaba viviendo un proceso similar al que hace años habían vivido Baleares, Cataluña,…

–Seguimos la misma senda. Hay gente que está obsesionada con utilizar una lengua para la construcción de un proyecto político de carácter nacionalista. En Asturias nunca ha habido problemas de lengua, el 100 % de los asturianos tienen como lengua materna el español. Es cierto que existen algunas variedades dialectales de carácter estrictamente oral que divergen de unos pueblos a otros, pero en definitiva, todos hablamos en español.

Como con los bables no había opción de crear una identidad lingüística, lo que desde hace ya bastantes décadas llevan elaborando es la construcción de una nueva lengua, que es un refrito de distintos bables para darle, digamos, una gramática uniforme y única que nunca existió. Los primeros que van a acabar desapareciendo son los bables espontáneos y que realmente constituyen la riqueza lingüística de Asturias.

Lo primero que tuvieron que hacer fue inventarse una lengua y a partir de ahí tratar de ir imponiéndola. Al principio se ofertó en los colegios de manera optativa, como alternativa al francés. Nadie escogía esa asignatura porque es funcionalmente inútil, y hace ya bastantes años lo que hicieron fue quitar el francés como optativa y dar llingua o folclore asturiano, el mismo producto con envoltorio diferente.

Barbón es un sanchista convencido. Trata de dar un mensaje a los asturianos de que está en contra del cupo catalán, sabiendo que en realidad hará lo que le diga Sánchez

Ahora mismo la plantilla de profesores de llingua en el sistema educativo asturiano ya son 230 y pico, para el año que viene se incrementan 104 más y luego progresivamente lo que están haciendo es cebar a esos colectivos subvencionados. Todo esto ha ido generando lo que aquí llamamos el pesebre, gente que vive de todo esto, y se ha creado un sector que vive de la subvención. Cada año hay una vuelta de tuerca y por ejemplo, para las oposiciones que se van a convocar para el año que viene para la Consejería de Educación, van a incorporar como mérito la lengua para cualquier plaza de profesor.

No queremos que la vida social y política asturiana se acabe catalanizando, con ese clima de confrontación, de problemas de convivencia, de exclusión social. Asturias es una tierra de acogida. Nunca ha habido ningún problema lingüístico, no ha habido ningún problema de comunicación.

–Volviendo a los presupuestos, si Vox gobernara en Asturias, ¿a qué partidas destinaría más recursos?

–Creo que el gran reto es bajar el tamaño de lo público para que el sector privado pueda tirar. La cuestión ahora no es en qué queremos gastar más, sino de dónde queremos quitar gasto. Gasto superfluo, innecesario, ideológico,…Hemos hablado de muchísimas partidas y se pueden bajar 200 o 300 millones de euros de gasto fácilmente.

El sector industrial está siendo desmantelado por los delirios de la Agenda 2030, donde todo el sector pesado de carácter siderúrgico o la gran tradición industrial de Asturias está ahora mismo, ya no digo en peligro, sino que va a desaparecer. Necesita alternativas para la generación de riqueza, y la riqueza no procede de lo que puedan hacer el Principado o los políticos, sino lo que pueden hacer miles y miles de pequeños empresarios y autónomos que quieran iniciar una actividad o generar riqueza.

–¿Qué nota le pone a la gestión del presidente Adrián Barbón?

–Un cero. Lo que ha hecho ha sido disparar el gasto público. Desde que llegó al poder en el año 2019, el presupuesto del Principado estaba en unos 4.500 millones de euros y ahora estamos en 6.600. Es decir, en cinco años ha elevado el gasto público en 2.100 millones de euros, prácticamente un 35 %, y ello no ha contribuido ni a la mejora de los servicios públicos ni a la mejora de calidad de vida de los asturianos, ni a nada. A los únicos a los que les va mejor a día de hoy con el gobierno de Barbón es a los socialistas, a los colocados y a sus amigos.

Además, estos coqueteos con el nacionalismo lingüístico están tensionando la vida social y la convivencia y supone un riesgo que creo que es la mayor amenaza: el hecho de que en un momento determinado puedan aprobar esa cooficialidad de una lengua inventada. Además, quieren cooficializar también el gallego en el extremo occidental de Asturias. Con una comunidad autónoma uniprovincial, quieren que tenga tres lenguas oficiales.

–Barbón es uno de los barones socialistas que se han mostrado en desacuerdo con la financiación singular para Cataluña. ¿Qué cree que terminará haciendo?

–Nada. Barbón es un sanchista convencido. Es solo una escenificación de puertas hacia dentro. Trata de dar un mensaje a los asturianos de que está en contra, sabiendo que en realidad hará lo que le diga Pedro Sánchez. Es tan fácil como que ahora mismo la Federación Socialista Asturiana, que tiene dos diputados en el Congreso, les diera instrucciones para que votaron en contra y problema resuelto. No lo va a hacer.

En España estamos viendo el avance hacia la colonización de todos los resortes institucionales del poder

–¿Cómo es la relación con el Partido Popular en la región?

–A nivel personal es cordial, como también lo es con la mayoría de los diputados, incluso de izquierdas. A nivel digamos de coordinación, de planteamientos conjuntos, las relaciones no existen. El PP no quiere saber nada de Vox ni presentar iniciativas conjuntas. En muchísimas ocasiones lo que hace es incluso votar en contra a iniciativas de Vox que son razonables, con argumentos pueriles. Ha votado a favor de todas y cada una de las leyes que el PSOE ha llevado a la Cámara. No hay una diferencia sustancial a día de hoy entre ellos. Hasta la fecha no he visto al PP presentar una sola propuesta de calado ideológico.

–Le pregunto ahora por el panorama nacional. ¿Cree que pese a los casos de corrupción que rodean al PSOE y al entorno del presidente del Gobierno y su debilidad parlamentaria puede este Ejecutivo mantenerse en el poder al menos hasta agotar la legislatura?

–Creo que Pedro Sánchez no va a irse de la Moncloa sin más. O se le echa o no se va. Yo no planteo bajo ningún concepto que pueda en un momento determinado plegarse ante la situación de degradación institucional y de corrupción. Se la ha puesto encima de la mesa multitud de situaciones que en condiciones normales hubieran propiciado su dimisión. Pero él es de otra pasta; no conoce límites morales; su ego y su afán de poder están por encima de cualquier otra cuestión. Y seguirá adelante como pueda, con quien pueda y haciendo las cesiones que sean necesarias. Espero equivocarme.

La situación cada día que pasa va a ser más complicada, porque estamos viendo su avance hacia la colonización de todos los resortes institucionales del poder y los mecanismos y organismos de carácter constitucional, los está teniendo bajo su control. Vamos hacia una deriva de bolivarización de la política española en la que si tú controlas el TC, el Supremo, RTVE y la Comisión del Mercado de Valores...llega un momento en el que si todos los mecanismos y las instituciones de un equilibrio de poderes los tienes bajo tu mando, es muy difícil poder llegar a desalojarle si él persiste en esta obcecación de huida hacia adelante. Creo que va a tirar hacia delante con lo que haga falta. Espero equivocarme.