Tribunales
Koldo declara en el Supremo señalado por gestionar, junto a Ábalos, una presunta 'caja B' del PSOE
El comisionista de la trama principal de la causa, Víctor de Aldama, apuntaba a cómo ambos habrían recibido 'mordidas' por valor de 4 millones de euros que, en parte, fueron destinadas «al partido»
Hoy es el turno de Koldo García Izaguirre, 'Koldo', en el Supremo. El ex asesor del ministro José Luis Ábalos, colocado por decisión de Pedro Sánchez en el Ministerio de Transportes y, todo apunta, chivo expiatorio de la trama de comisiones irregulares que salpica al Gobierno socialista comparece, esta gélida mañana de martes en Madrid, por primera vez ante el magistrado Leopoldo Puente.
En el Alto Tribunal todo está preparado para la comparecencia de Koldo García, como investigado ante el juez instructor del caso, desde que fuera puesto a disposición judicial tras su detención el pasado mes de febrero, y señalado ayer, junto a su ex jefe Ábalos como el presunto gestor de una 'caja B' del PSOE cuantificada por el principal comisionista de la «organización criminal», el empresario Víctor de Aldama, en cerca de 4 millones de euros.
No en vano, como ayer adelantó El Debate en primicia, Aldama desvelaba nuevos datos sobre el dinero entregado «por el negocio de las mascarillas», tanto a Koldo como a Ábalos, aunque desconoce cómo se repartían el dinero que, en la mayoría de las ocasiones, recibía Koldo pero que, una vez en sus manos, hablaba con Ábalos y «se cuidaba de sacar la conversación» delante de él para decirle a su jefe «estamos correctos». Es decir, no todo se lo entregaba a Koldo sino que había una parte que le facilitó a Ábalos por valor de 170.000 euros, en persona, y en metálico, al menos, en siete ocasiones.
«El grueso eran las adjudicaciones de obra, pero que si había otras cuestiones le ayudaba», respondía el empresario a preguntas del magistrado sobre el origen de los pagos. Aldama añadía que tanto Koldo como Ábalos «muchas veces le decían» que parte del dinero «era para el partido» una vez que se lo entregaba. Unas cantidades que, en este caso, «ascendían a un 1 ó 1,5 % de las comisiones por obra», aunque también había «hitos por adjudicación, ejecución, modificación,...», apostillaba.
Por su parte, pendiente de la declaración de este lunes de Aldama, Ábalos aseguraba ante el magistrado Puente, hace unos días, que Koldo fue el encargado de acelerar la gestión de la búsqueda de proveedores para la adquisición de mascarillas por parte de su ministerio, en plena pandemia de Covid-19, y por lo tanto el presunto único responsable de todo lo ocurrido bajo su mandato. Una estrategia de cortafuegos que, curiosamente, coincide con la posición mantenida desde las filas socialistas que, incluido Sánchez, atribuyeron lo presuntamente ocurrido a una maniobra propia de Ábalos, al que expulsaron del grupo parlamentario y del partido en cuanto saltó el escándalo.
En la misma línea que Moncloa dibujó en su caso, Ábalos dedicó su declaración a incidir en que las relaciones de su Ministerio con Aldama, presunto conseguidor de la trama, se ciñeron a los contactos mantenidos con su asesor. Y ello, pese a que Koldo García ni ocupaba ni tenía jerarquía alguna en la Administración Pública.
Pese a ello, y según ha podido adelantar El Debate, Koldo García se presentará hoy tranquilo y dispuesto a confirmar, en sede judicial, que Ábalos no faltó a la verdad, en su comparecencia voluntaria. «Si José Luis lo ha dicho es que es así», declaraba hace unos días tras conocer el contenido de las manifestaciones del que fuera su ex jefe en Transportes.
Cabe recordar que en esta causa se indaga en esas presuntas mordidas o comisiones ilegales que se habrían materializado gracias a la adjudicación de contratos públicos a la empresa Soluciones de Gestión, participada por De Aldama, para la adquisición de mascarillas. Sin embargo, tras la comparecencia de este último ha parecido abrirse una nueva derivada que podría significar una línea de investigación orientada a localizar una posible financiación ilegal del PSOE, de acuerdo con las acusaciones vertidas por el empresario.
Tras la decisión del Supremo de abrir causa contra Ábalos llegó también el auto por el que acordaba citar tanto a De Aldama como a García para interrogarles al respecto de esos contratos objeto de investigación y esas supuestas comisiones y dádivas.