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Pedro Sánchez durante el acto por el 50 aniversario de la muerte de Franco

Sánchez juntó a 22 ministros en el acto de Franco, pero solo 2 para la Ley ELA y 3 para el funeral de la dana

Las prioridades del Ejecutivo son objeto de críticas por el desbalance en la representación en actos históricos y emergencias nacionales

La gestión de los homenajes y las tragedias por parte del Gobierno de Pedro Sánchez ha reavivado el debate público sobre sus prioridades. Mientras que un total de 22 ministros, es decir, todos, asistieron al primer acto oficial conmemorativo por el 50 aniversario de la muerte de Franco, solo dos acudieron a la votación de la Ley ELA, y tres representaron al Ejecutivo en el funeral en Valencia por las víctimas de la dana, una catástrofe que dejó más de 200 fallecidos.

La cosa no se queda ahí, si seguimos comparando con otros actos, resulta sorprendente que a la presentación del libro de Pedro Sánchez acudieron nada más y nada menos que hasta 14 ministros, es decir, más de la mitad. Mientras que al 25º aniversario del secuestro y asesinato asesinato de Miguel Ángel Blanco, a manos de la banda terrorista ETA, no fue ni un solo ministro en representación del Gobierno.

Las prioridades de Sánchez

El contraste entre estas decisiones no ha pasado desapercibido. El presidente del Gobierno, quien no había visitado Valencia desde que fue increpado en Paiporta tras la tragedia, también estuvo ausente en el funeral. En cambio, el acto celebrado en el Auditorio Nacional de Música de Madrid contó con una amplia delegación ministerial y el propio Sánchez. Este evento, enmarcado dentro de la Ley de Memoria Democrática, tiene como objetivo recordar a las víctimas del golpe militar, la Guerra Civil y la dictadura, y se celebra por tercer año consecutivo.

En su intervención, Sánchez destacó los logros democráticos desde el fin del franquismo y anunció un ambicioso programa de más de 100 actos conmemorativos para 2025 bajo el lema «España en Libertad». A pesar de mencionar a las víctimas de la dana al inicio de su discurso, su ausencia en el funeral generó críticas tanto de sectores políticos como de familiares de los afectados.

Representación desigual

Mientras que el homenaje en Madrid contó con figuras destacadas del Gobierno, como Yolanda Díaz, Fernando Grande-Marlaska y Diana Morant, el funeral en Valencia solo tuvo la presencia de la vicepresidenta María Jesús Montero y otros dos ministros. Esta limitada delegación fue vista como una señal de desinterés por parte del Ejecutivo hacia una tragedia reciente.

Pedro Sánchez conversa con los ministros de Hacienda y de PresidenciaEFE

El presidente justificó su ausencia en el funeral aludiendo a compromisos oficiales: una reunión con el consejero delegado de CATL y otro encuentro con el presidente del Comité Paralímpico Internacional. Sin embargo, el uso de recursos oficiales le habría permitido compaginar ambas agendas.

La conmemoración del 31 de octubre responde a la Ley de Memoria Democrática, que desde su aprobación en 2022 ha sido fuente de controversia. El Gobierno ha utilizado estos actos para subrayar su compromiso con el legado democrático, incluyendo medidas como la disolución de la Fundación Francisco Franco. Sin embargo, la coincidencia con la tragedia de la dana ha reavivado las críticas sobre la capacidad del Ejecutivo para equilibrar prioridades.

La ausencia de Sánchez en el funeral en Valencia fue duramente cuestionada por diferentes partidos y asociaciones de víctimas. Estas voces denunciaron lo que perciben como una falta de empatía hacia una de las peores tragedias de la historia reciente en España frente a una notable movilización para actos históricos. «No se entiende cómo el presidente puede estar presente en un homenaje en Madrid, pero no al lado de las familias afectadas por la dana», señaló un portavoz de la oposición.