Fundado en 1910

La pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Alberto González Amador, en una imagen recienteEuropa Press

Cronología del caso

Los robos vinculados a la pareja de Ayuso: ¿coincidencias o asalto orquestado?

A una de las abogadas de la pareja de Ayuso le robaron, entre otras cosas, su ordenador y dejaron sin tocar el de su marido, que estaba dos metros escasos

Los robos en casas de abogados y del arquitecto de la pareja de Isabel Díaz Ayuso es delincuencia común: este es el machacón e insistente mensaje que no deja de repetirse una y otra vez. Se lo atribuyen a fuentes de la investigación, es decir, a la Policía Judicial de la Guardia Civil de Alicante.

Lo mismo dijeron, «delincuencia común», en octubre de 2013, cuando un cura asaltó la casa de Luis Bárcenas y apuntó con una pistola a su mujer Rosalía Iglesias.

Años después se supo que Villarejo y las cloacas del Estado estaban detrás de aquel asalto de «delincuencia común». En el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso hay que ponerlo todo en contexto: un mes antes de que una inspectora de Hacienda iniciara sus actuaciones contra Alberto González Amador, su abogado Carlos Neira sufrió un hackeo en su correo personal y profesional.

  • El pasado 4 de diciembre, cuando la pareja de Ayuso aparcó su coche en el parking de su trabajo, se lo abrieron y lo vandalizaron. No ha trascendido si le robaron algo de su interior.
  • A mediados del mes de diciembre, otro de los abogados de la pareja de Ayuso interpuso otra denuncia por un presunto robo cometido en una vivienda en Turleque, provincia de Toledo. Apenas robaron unas joyas y no material informático: saltó la alarma y, aunque trataron de arrancarla, no lo consiguieron. Tuvieron que huir a toda prisa.
  • Saltamos al 10 de enero de este mismo año. La abogada Guadalupe Sánchez, que también trabaja para la pareja del novio de Ayuso, sale a cenar con su familia. Cuando regresan a su casa de Guardamar del Segura, provincia de Alicante, se dan cuenta de que alguien les ha entrado en el domicilio. Es ya día 11 de madrugada. Al día siguiente llaman a la Guardia Civil, se acercan a su casa y ponen la denuncia: dos ordenadores portátiles y tres tablets.
  • El 17 de enero los ladrones asaltan el domicilio del arquitecto que trabajó en la reforma de la vivienda del Sr. González Amador. Se llevan material tecnológico.

Tres asaltantes

En dos de los robos participan tres personas. El dato se conoce porque en dos de las viviendas había cámaras de seguridad activas y se graba a los asaltantes. En ambos casos son ladrones que tapan sus caras y llevan guantes.

Uno de los ordenadores es el MacBook Air de Guadalupe Sánchez. Lo había dejado cargando. Al regresar a casa el cable está, pero el ordenador ha volado. Curiosamente el de su marido, un PC, situado a dos metros, sigue allí. Ese no lo han robado. En el Mac, al abrir la tapa, se lee el usuario: Guadalupe.

La abogada decide rastrearlo a través de una aplicación propia de Apple. Lo localiza en un polígono de Alicante. De repente se pierde la señal. Guadalupe se mete cada día en el rastreador por si diera señal. Su perseverancia tiene éxito: ocho días después, este miércoles, un punto verde comienza a parpadear, ha vuelto a la vida. El punto se mueve y ella sigue su trayectoria y va informando durante 500 kilómetros a la Guardia Civil del posicionamiento del ordenador. Finalmente lo localizan en el puerto de Algeciras: detienen a dos mujeres y un hombre. Iban a cruzar a Tánger.

Sólo llevan ese ordenador, nada más: todavía faltan una tableta profesional de la letrada, dos que pertenecen a sus hijos y un ordenador Mac que usa su hija y que heredó de la abogada. En la investigación se ha preguntado cuál es la probabilidad matemática de que dos abogados y el arquitecto de la pareja de Ayuso sufran robos en tan corto espacio de tiempo. Ellos mismos se han respondido con un aforismo muy conocido «Una vez es casualidad. Dos veces es coincidencia. Tres veces ya es acción del enemigo». Pero de momento, la versión oficial asevera que es «delincuencia común».