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Alberto González Amador, la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Novio AyusoDiego Radamés / Europa Press

Guardia Civil

Los tres detenidos con el ordenador de la abogada del novio de Ayuso no fueron los asaltantes del domicilio

La letrada Guadalupe Sánchez ha anunciado que tomará medidas legales contra quienes duden de lo denunciado o insinúen que la denuncia busca retrasar, de algún modo, el proceso judicial de la pareja de la presidenta de Madrid

Un ordenador portátil sustraído del domicilio de la abogada Guadalupe Sánchez, letrada del novio de Isabel Díaz Ayuso, tras allanar su vivienda en Alicante, ponía en alerta a la Guardia Civil. El terminal, robado de su domicilio junto con otros dispositivos electrónicos, el pasado sábado 11 de enero de 2025, aparecía en poder de tres individuos de origen magrebí que, el miércoles, trataban de cruzar desde la península a Tánger (Marruecos), en ferri.

Según ha podido confirmar El Debate, los individuos detenidos no serían los asaltantes, ni llevarían consigo ningún otro de los efectos informáticos que le fueron hurtados a la jurista (entre ellos varias tabletas y un ordenador de la misma marca pero más antiguo) que, a la hora de cierre de esta información, continúan sin localizarse. «La información que publican medios como El Diario sobre la recuperación de otros dispositivos no es cierta», sostenía la propia Sánchez horas más tarde.

Tras la detención, la propia Sánchez se veía en la obligación de emitir un comunicado para confirmar el desarrollo de los acontecimientos y desmentir a quienes, de uno u otro modo, habrían tratado de desacreditar su versión, a través de los medios de comunicación.

Algunos de los cuales, desde un principio han sostenido que la Guardia Civil, al frente de la investigación, barajaba la hipótesis del «robo común» pese a que, en un breve espacio de tiempo y atendiendo a un modus operandi similar, tanto ella como el abogado Carlos Neira, también al frente de los asuntos de Alberto González Amador, como el arquitecto que reformó la vivienda de este último, habrían sido víctimas de allanamientos en alguno de sus domicilios.

«Por supuesto, no descarto emprender acciones legales contra cualquier persona y/o medio de comunicación que afirme o insinúe que he simulado la entrada en mi domicilio y la sustracción de mi ordenador portátil», advertía la abogada en sus redes sociales. Y proseguía: «También contra quienes afirmen o insinúen que hemos destruido información del dispositivo con la intención de obtener alguna ventaja procesal (pues es algo mismo que yo descarté el martes y miércoles)» en declaraciones a prensa.

Hasta la fecha, se ha conocido, que la secuencia de los hechos, y la polémica que se ha generado una vez estos han trascendido a la opinión pública, arranca desde «el lunes día 13» fecha en la que comunicó «el suceso» acaecido en su casa a su cliente, el empresario González Amador, «y a los otros dos abogados que colaboramos en su representación en distintos procedimientos».

«Tras tener conocimiento de que, durante el mes de diciembre, se había producido un robo en el domicilio de uno de ellos, D. Carlos Neira, y de que al Sr. González Amador le habían abierto y registrado su vehículo», relataba la abogada en un comunicado, decidió «ampliar la denuncia ante la misma comandancia, comunicando tanto el tipo de información sensible que contenía el dispositivo como el resto de allanamientos y robos acontecidos en mi entorno profesional». Dos de los cuales, en este momento continúan siendo objeto de pesquisas policiales.

En dicha declaración, «también se dejó constancia del hackeo del correo del Sr. Neira, por el que ya se instruyen diligencias en un juzgado de Madrid».

Así las cosas, y según su propia versión, «el viernes, 17 de enero, se me informa de la entrada en el domicilio del arquitecto que trabajó en la reforma de la vivienda del Sr. González Amador. Tanto de este robo, como del sufrido por el otro abogado, existen grabaciones de las cámaras de seguridad de las respectivas viviendas, en las que aparecen tres personas con los rostros cubiertos». Un dato concreto que se puso «en conocimiento de los agentes de la policía judicial encargados de investigar el robo sufrido en mi domicilio».

«El domingo, día 19, varios periodistas preguntan por los robos, así que el lunes 20 los abogados acordamos con nuestro cliente confirmar los hechos a un diario digital, al cual no se le facilitaron copias completas de las denuncias para evitar la divulgación de datos personales altamente sensibles», afirma la abogada en el texto remitido a los medios de comunicación. La noticia terminó publicándose el martes día 21.

Filtraciones de la investigación en curso

«Para mi sorpresa, esa misma mañana aparece en muchos medios digitales con los que ninguno de los miembros del equipo, habíamos tenido contacto, detalles de la primera denuncia que yo había formulado ante la Guardia Civil, de los que no tenía constancia el diario al que habíamos confirmado la noticia el día anterior y que tampoco fueron divulgados en ninguno de los programas de radio o televisión en los que intervine brevemente a lo largo del día para confirmar la noticia», continúa.

«Ese mismo martes por la tarde, con la noticia del robo formando parte de la actualidad informativa, contacta conmigo un agente de la EDITE, al que facilito la información que me solicita para el rastreo del portátil», relata Sánchez quien –el miércoles día 22, «un poco antes de las 9:00 de la mañana»– pudo comprobar, por sus propios medios, «desde otro ordenador de la misma marca, Apple, y través de una aplicación» que el portátil ofrece una ubicación «en un lugar de Alicante» y que, en un momento dado, «empieza a desplazarse».

Durante todo el día «hago seguimiento de la ruta y comunico regularmente al agente de la EDITE las distintas ubicaciones». Esa misma noche, «en torno a las 20:30, me confirman que lo han recuperado en Algeciras». Y, por lo tanto, «el agente me solicita que le mande copia de las denuncias formuladas por las otras personas relacionadas con el Sr. González Amador» porque, según «me comunica, se siguen realizando pesquisas y acordamos ser discretos y no hacerlo público» mientras continúan las averiguaciones y el caso no está cerrado.

Sin embargo, esta mañana, «en torno a las 9:40 horas, recibo varias llamadas de periodistas y me hacen llegar el enlace de la noticia de la recuperación del portátil, publicada primero por eldiario.es y, después, por la Cadena Ser», ambos medios de comunicación «con los que yo en ningún momento había mantenido contacto», afirma sorprendida Guadalupe Sánchez.

Inmediatamente después, «lo pongo en conocimiento del mismo agente de la EDITE, que me asegura que ni él ni su equipo está involucrados en la filtración. A esta hora, según me informa ese mismo agente, mi ordenador se encuentra en Algeciras custodiado por la Guardia Civil».

Por todo lo anterior, Sánchez se ha dirigido al Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) «partido judicial en el que se materializa la defensa» de su cliente y que, «conviene recordar, también sufrió la sustracción de ordenadores en abril de 2024, tras formalizar querella por el delito de revelación de secretos afectante a D. Alberto González Amador».