
Alberto Núñez Feijóo se dirige a Pedro Sánchez durante un cara a cara en el Congreso
El PP, molesto
Sánchez exigirá a Feijóo el apoyo al gasto en Defensa que no le dan sus socios
Durante semanas, el presidente ha mantenido al líder de la oposición al margen. Ahora que se va a ver con él, diluirá el encuentro en una ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios
La crisis de Ucrania y el gasto en Defensa aprietan el zapato a Pedro Sánchez. Y el presidente del Gobierno necesita que sea Alberto Núñez Feijóo quien le ayude a aflojárselo, dadas las reticencias de Sumar y de sus socios parlamentarios al aumento de la inversión militar. No obstante, el líder de la oposición está muy molesto con el trato que le ha dispensado el presidente hasta ahora, manteniéndolo totalmente al margen.
Durante semanas, Sánchez no ha llamado a Feijóo para ponerle al corriente de las reuniones mantenidas con los aliados y, cuando no le ha quedado más remedio que recurrir a él, ha diluido el encuentro que ambos mantendrán el próximo jueves en la Moncloa en una ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios, salvo con Vox. Equiparando así al PP, el principal partido de ambas Cámaras, con formaciones que tienen un escaño, como Coalición Canaria o el BNG.
De hecho, hasta el pasado miércoles en la Moncloa no contaban con que el presidente diera explicaciones ni al líder de la oposición ni al resto de los partidos hasta el 26 de marzo, fecha en que comparecerá en el Congreso para informar sobre el Consejo Europeo extraordinario celebrado el jueves y sobre el ordinario que tendrá lugar los días 20 y 21 de marzo. Además, argumentaban que casi todas las veces que Sánchez ha comparecido en sede parlamentaria para hablar de Ucrania, el PP ha acabado hablándole de otra cosa. De asuntos domésticos.
No obstante, las urgencias de la UE ante las veleidades de Donald Trump y su acercamiento a Vladimir Putin hicieron que, el jueves, el presidente diera un giro sus planes iniciales. Antes de entrar en la reunión con los jefes de Estado y de Gobierno de la UE avanzó que, ahora sí, citaría a todos los partidos menos a Vox la próxima semana.
El presidente, el jueves en el Consejo Europeo extraordinario
Al término del encuentro, anunció que España adelantará los plazos de su compromiso de llegar al 2 % del PIB en inversión militar, inicialmente previsto para 2029. Aunque no concretó cómo ni con qué nuevo calendario contará tras la reunión extraordinaria del Consejo Europeo en Bruselas. Y confió en que haya «generosidad por parte de todos los operadores políticos». «Así se lo voy a plantear a los grupos parlamentarios y espero encontrar esa respuesta positiva. Si no al 100 %, sí con matices», añadió.
No obstante, Sánchez no espera de todos lo mismo. Espera mucho de Feijóo, que pertenece al PPE de Ursula Von der Leyen, y espera poco de sus propios socios, que cuando se trata del gasto en Defensa entonan el vade retro. El líder de la oposición respondió este viernes desde Mallorca, quejándose de que el presidente quiera despachar la seguridad nacional y europea en «un trámite de 20 minutos». Y pidiendo al Ejecutivo que le envíen un informe previo para saber a qué va a la Moncloa. «¿De qué quiere hablar? ¿Cuáles son los recursos que va a disponer? ¿Qué apoyos cuenta para hacer la propuesta?», preguntó el líder de los populares.
La última vez que los responsables de los dos grandes partidos se reunieron fue el 22 de diciembre de 2023 en el Congreso, porque el líder del PP prefirió que fuera allí antes que en la Moncloa. Por aquel entonces, los socialistas acababan de iniciar la tramitación parlamentaria de la ley de amnistía y de entregar a Bildu el Ayuntamiento de Pamplona. De aquella reunión salió el desbloqueo de la reforma del artículo 49 de la Constitución, para cambiar el término «disminuidos» por «personas con discapacidad». Aquel día también acordaron que la Comisión Europea mediara en la negociación entre populares y socialistas para renovar el Consejo General del Poder Judicial, lo que supuso el germen del acuerdo que alcanzaron el 25 de junio de 2024.
El presidente juega con la ventaja de saber que el principal partido de la oposición no puede permitirse dejarlo al albur de sus socios antimilitaristas. No, tratándose de un partido que presume de ser «de Estado». De hecho, en los Presupuestos que están actualmente en vigor, los de 2023, el PP votó a favor de la sección del Ministerio de Defensa. Para garantizar su aprobación y para que la seguridad nacional no dependiera del voto de ERC y Bildu. Entonces, los populares argumentaron que, en el contexto de una guerra en Europa, no iban a hacer «política pequeña» ni «cortoplacista» con un asunto como la defensa nacional. Vox y Ciudadanos, que la legislatura pasada seguía en el Congreso, votaron en contra.
En su comparecencia del jueves desde Bruselas, Sánchez incluso presumió de gasto militar. Vamos a dejar las cosas claras. «Desde que yo soy presidente del Gobierno ha habido un aumento del gasto en Defensa de una media del 10 % anual. Este Gobierno se encontró un gasto en Defensa por debajo del 1 % del PIB en 2018. En términos absolutos somos el décimo contribuyente de la OTAN», señaló. Como también, que España será «parte de la solución» y dará «lo mejor de sí misma».
La postura que ha venido defendiendo el líder del Ejecutivo es que, aunque cada país aporte más desde su presupuesto nacional, la UE necesita crear «instrumentos mancomunados» para afrontar esta inversión mayor. Como flexibilizar las reglas fiscales y articular transferencias, no solo créditos financiado con emisiones conjuntas de deuda.