La Ruta Canaria es la más utilizada por las mafias de la inmigración pese al fuerte descenso de este 2025

La inmigración irregular hacia la Unión Europea ha descendido un 25 % en los dos primeros meses del año respecto al mismo periodo de 2024. Incluso, la ruta del oeste africano, también conocida como la Ruta Canaria ha descendido un 40 %. Sin embargo, aún con todo, ésta sigue siendo la ruta más utilizada por las mafias con más de 7.000 inmigrantes en estos dos meses, según los datos aportados por la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex).

De hecho, la mayoría de las rutas vieron una disminución en el número de llegadas, con la única excepción de la ruta del Mediterráneo Central, la que tiene como destino Italia, que ha visto crecer la llegada de inmigrantes en un 48 %. Aún con todo, no llega a las cifras de Canarias con sus 6.863 inmigrantes.

Según el informe de Frontex, «Libia sigue siendo el principal punto de partida en esta ruta, y los contrabandistas dependen cada vez más de poderosas lanchas rápidas para superar a las autoridades». Explica la agencia europea que las mafias cobran por una travesía marítima entre 5.000 y 8.000 euros.

Pero el hecho de que Libia sea el punto de partida más utilizado no significa que la mayoría de los inmigrantes que llegan a Italia sean libios, sino que la nacionalidad más extendida es la bangladesí, que aprovechan con frecuencia los acuerdos formales entre Libia y Bangladesh para entrar legalmente por trabajo antes de embarcarse en la travesía marítima.

Respecto a las causas que han propiciado el descenso en general del número de inmigrantes, Frontex explica que en la ruta oriental, la de Grecia, la disminución de un 35 % se debe principalmente a las inclemencias meteorológicas. Sobre Canarias no da una causa, pero sí es cierto que este año ha habido en los dos primeros meses más temporales que en 2024.

Casi 250 ahogados

Finalmente, la agencia europea Frontex calcula en 248 el número de inmigrantes que han muerto ahogados durante estas travesías, lo que, proporcionalmente, aumenta el número de fallecidos el año pasado, cuando fueron 2.300 los que se ahogaron en el intento de llegar a Europa.