
Pedro Sánchez, durante su comparecencia de este jueves en la Moncloa
Hacia la autocracia
Sánchez no llevará el gasto en Defensa al Congreso tras constatar que tiene en contra 223 diputados
El presidente se reafirma en su estrategia de seguir aumentando partidas en el Consejo de Ministros de espaldas al Parlamento. Hasta la cumbre de la OTAN de junio no dará plazos sobre el 2 %
A la amnistía la llamó «reencuentro». Al cupo catalán, «financiación singular de Cataluña». Y a su ajuste de cuentas contra la prensa crítica y los jueces independientes lo bautizó como «Plan de Acción por la Democracia». El presidente de los eufemismos y del lenguaje en positivo desplegó este jueves todo un arsenal de ellos en su ronda de contactos con los grupos parlamentarios.
Pedro Sánchez les habló de una «seguridad de 360 grados» en lugar de hablarles de tanques y drones. Les vendió la «oportunidad» que se le presenta a España para dar un «salto tecnológico». Les explicó que ese compromiso del 2 % del PIB acabará redundando en las startups y en las pequeñas y medianas empresas tecnológicas españolas. Les aseguró que no entrará «en una carrera armamentística». Y les garantizó que su Gobierno no va a recortar «ni un céntimo de euro» en políticas sociales porque, «afortunadamente», la economía española está creciendo a buen ritmo y no va a hacer falta.

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, durante su encuentro
Pero ni por ésas. Nada de ello sirvió para convencer ni a ERC, ni a Bildu, ni a Junts, ni al BNG, ni mucho menos a Podemos, que exige directamente la salida de España de la OTAN y llama al presidente «señor de la guerra». Ni a ellos ni tampoco al PP, cuyo líder abandonó la Moncloa preocupado por la falta de un plan y los tintes autocráticos que está mostrando Sánchez en lo que Ione Belarra definió como «un punto crítico de la legislatura».
En parte, el presidente del Gobierno dio la razón al líder de la oposición, puesto que en una comparecencia por la tarde en la Moncloa explicó que no concretará los plazos de ese 2 % hasta dentro de más de tres meses: hasta la cumbre de la OTAN en La Haya de los días 24 y 25 de junio. «Allí se sustanciará el grado de compromiso», anunció. Cuando la OTAN determine cuánto gastó España en 2024 según sus métricas y, por lo tanto, cuánto le queda para llegar.
Las reuniones de este jueves sirvieron a Sánchez para constatar su soledad y la del PSOE. Solo el presidente del PNV, Aitor Esteban, y la diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido, le mostraron su respaldo al aumento del gasto en Defensa. Es decir, a día de hoy los números están así: 127 diputados con Sánchez (incluyéndole a él mismo y al aún diputado José Luis Ábalos) y 223 en contra, que son casi dos tercios.
Pedro Sánchez y el presidente del PNV, Aitor Esteban
Aun metiendo a sus socios de coalición en la ecuación, puesto que los socialistas dan por hecho que Yolanda Díaz tendrá que claudicar por mucha escenificación que haga, la realidad es tozuda: 154 escaños con Sánchez; 196 en contra. De momento, la reunión que el martes mantuvieron el presidente y su socia acabó sin acuerdo: «Díaz y Sánchez han acordado seguir desarrollando una propuesta conjunta en las próximas semanas», señaló después Sumar en un comunicado.
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Con ese panorama, razón de más para que, al final del día, el presidente se reafirmara en su plan de no someter a votación en el Congreso ninguna de sus decisiones si no es estrictamente necesario por ley; que de momento no lo es (la participación de soldados españoles en una misión exterior sí lo sería, según la Ley de Defensa Nacional, pero no está contemplado en el corto plazo).
«Otros gobiernos metieron en guerras ilegales e injustas a España sin pasar por el Parlamento. Todas aquellas cosas que tengan que pasar por el Parlamento pasarán por el Parlamento, como no puede ser de otra manera. Y otras cosas que tengan más que ver con la gestión del Gobierno de España, pues tendrán que ser aceleradas y gestionadas por el Gobierno de España. No hay mucho más debate en esta cuestión», señaló Sánchez.
En ningún momento concretó qué cosas entrarían en la primera categoría y cuáles puede despachar el Consejo de Ministros de espaldas al Congreso. No hizo falta, porque es lo que ya viene haciendo el Gobierno: tirar del fondo de contingencia, de créditos extraordinarios y de programas especiales de Defensa. Y así, tacita a tacita, se va aumentando el porcentaje. Más avanzada la rueda de prensa, el presidente insistió en esa idea una segunda vez: «Hay cuestiones que tienen que ver con la acción legislativa y otras cuestiones que tienen que ver con el grado de ejecución del poder ejecutivo. Y esto es en lo que está trabajando el Gobierno de España».
Sorpresa no hubo, puesto que ya el diputado del BNG había revelado que Sánchez le contó en privado que llevar el incremento del gasto al Congreso no entraba en sus planes. «Le hice la pregunta y me dijo: ‘Probablemente no’», contó Néstor Rego a la salida. Uno de los que pasaron por el confesionario del presidente explicó así a los periodistas la sensación que le quedó, en una conversación informal: «Hablaba en un tono existencial. Es como si pensara que no hay más opción que subir el gasto, que le ha tocado a él y ya está. Que lo va a hacer sí o sí». Y lo hará, de eso no dejó duda: «España está preparada para cumplir con ese 2 %», insistió una vez más.