La portavoz de Vox en el Parlament, Manuela Cañadas. EUROPA PRESS 14/3/2025
Vox niega un pacto con el PSOE en Baleares y acusa al PP de «juego sucio»
Para Cañadas, el PP es un «traidor», protagonista de un «pleno vergonzoso» donde acordaron con la izquierda la no derogación de la ley de memoria democrática «para mantener el requisito de catalán y perpetuar la dictadura lingüística»
«Juego sucio». Esa ha sido la acusación al Partido Popular de la portavoz de Vox en el Parlamento de las Islas Baleares, Manuela Cañadas, después de negar que hubiera habido un pacto entre su formación y los socialistas de la región. Igualmente, Cañadas insistía en que el PP está llevando a cabo una campaña de «manipulación y acoso» en su contra.
La portavoz ha reclamado al PP y el Govern que acaben con su prepotencia, recordándoles que carecen de mayoría absoluta. Además, les ha reclamado que se sienten a atender sus reivindicaciones lingüísticas y de emergencia habitacional.
Para Cañadas, el PP es un «traidor» que ha «mentido», a la vez que les acusaba de ser unos «desagradecidos». Incluso se ha referido a ellos como una formación independentista por sus «medidas de imposición del catalán, el miedo a la calle y la financiación de asociaciones separatistas». Les recordaba que el 95 % de las iniciativas aprobadas en el Parlament ha sido gracias a Vox. «El matonismo del PP no nos afecta. Pueden seguir amenazándonos, pero si mantienen las nefastas políticas de izquierdas, Vox no los sostendrá», insistía.
Estas declaraciones provienen de la difusión de una fotografía en la que la portavoz aparece conversando con su homólogo socialista, Iago Negueruela. Según Cañadas, se está actuando con mala fe con una instantánea tomada «a traición» cuando estaba en una cafetería con otra diputada del PP y que, al ver a Negueruela, se acercó a hablar con él.
Un «pleno vergonzoso»
El PP «que se llena la boca hablando de pactos» fue el protagonista de un «pleno vergonzoso» —proseguía la de Vox— donde los populares acordaron con la izquierda la no derogación de la ley de memoria democrática «para mantener el requisito de catalán y perpetuar la dictadura lingüística», junto con la liberación del suelo. «Todo por no escucharnos», decía.
Pese a sus calificativos, le ha tendido la mano para negociar cuando pretendan actuar con «menos soberbia, menos prepotencia y más humildad» para que puedan «llegar al final de la legislatura».