El presidente de Tragsa reconoce a Jessica como la 'sobrina' de Ábalos y que Adif pidió que no la presionaran por no ir a trabajar

Hoy era el turno de Jesús Casas Grande, director de Tragsa, en la Comisión de investigación que se sigue en el Senado, al hilo del 'caso PSOE'. Casas llegaba a su comparecencia, un día después de que el director de Tragsatec confirmase que Jéssica Rodríguez, la ex amante de José Luis Ábalos, fue contratada como «adscrita a la Presidencia de Adif» y tras la publicación de un mail en el que se demuestran las presiones dirigidas desde la entidad dependiente del Ministerio de Transportes para que no se controlaran los horarios de la chica que, como ella misma confirmó en el Supremo no acudía a trabajar.

En su comparecencia, Casas ha desvelado la existencia de al menos dos correos de Adif a Tragsa y Tragsatec exigiéndoles que no «atosiguen» a la 'sobrina' del entonces ministro del ramo. De hecho, el director de Tragsa ha admitido que «así se referían a Jéssica Rodríguez en un 'informe interno de gerencia' que ahora se está investigando».

También ha admitido que fue él quien pidió el «cese» de Caridad Martín Palacios, gerente de Desarrollo Rural y Política Forestal, por la contratación de la joven, justo antes de la declaración de la propia Rodríguez ante el juez en la que afirmó que nunca le habían pedido que hiciese ninguna tarea y que no acudía físicamente a su puesto. Una «dimisión preventiva» que, sin embargo, no ha servido de cortafuegos.

No en vano, Martín Palacios, gerente dependiente del Ministerio de Agricultura de Luis Planas, tuvo un papel secundario en la contratación de Rodríguez. Sin embargo, «la responsable de selección que blindó su ‘fichaje’, Virginia Barbancho, ha sido «ascendida», tal y como ha desvelado, este miércoles, el propio Casas.

El directivo ha calificado como «absolutamente asqueroso» que la expareja del exministro Ábalos no fuera presencialmente a su puesto de trabajo, ya que, como ha podido comprobarse «no fichó». Casas Grande ha incidido, además, en la versión prestada ayer por el presidente de Tragsatec sobre cómo fue contratada para un encargo de Adif, que era quien controlaba si iba o no.

Desde el Senado, Casas se ha mostrado «muy enfadado» con la situación, de la que sostiene haberse enterado por la prensa: «Es lamentable para la imagen de esta empresa. Esto, si se confirma, (...) evidentemente, genera una sombra de duda sobre todos», ha reconocido.

Sin embargo, más allá de la indignación evidente, el hecho es que la persona que no fue responsable de la contratación de Jéssica ha sido cesada, mientras la que verdaderamente la contrató ha resultado ascendida. Y, entre tanto, los directores Tragsa y Tragsatec se excusan en una investigación interna que lleva abierta más de un mes para no dar más explicaciones ni justificar el borrado de los correos que demuestran las presiones procedentes de Adif para dejar «tranquila» a Jéssica pese a su absentismo laboral.